El mandatario Rodrigo Duterte, quien ha sido acusado de crímenes de lesa humanidad en su "guerra contra las drogas", ha negado la entrada al país a funcionarios de la Corte Penal Internacional que habían iniciado una investigación a su actuar. En 2016, se había comparado con Hitler por su deseo de "masacrar a tres millones de drogadictos".
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció que no cooperará con la investigación que este miércoles autorizó la Corte Penal Internacional (CPI) en su contra, por la cuestionada guerra contra las drogas que lleva desde hace cinco años en el país.
El asesor legal del mandatario, aseguró este jueves en entrevista con un medio local, que prohibirá el ingreso de cualquier miembro de la CPI que intente recabar información y evidencias en el país asiático.
El abogado justificó esta acción asegurando que el organismo no tiene jurisdicción en Filipinas, debido a que la nación abandonó el estatuto de Roma. El día anterior, los jueces de la CPI habían aprobado una indagatoria sobre la campaña antidrogas que ha terminado con la vida de decenas de miles de personas.
Los magistrados concluyeron que existen indicios de que en Filipinas se cometieron crímenes de lesa humanidad.
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Según CNN en Español, 2016, durante su primer año de gobierno, el mandatario ocupó las portadas al compararse con Hitler y decir que le gustaría “gustaría masacrar a tres millones de drogadictos”. En un discurso en su ciudad natal, Davao, manifestó que “si Alemania tenía a Hitler, Filipinas me tendrá (a mí)” y añadió que le gustaría “terminar el problema de mi país y guardar a la próxima generación de la perdición“.
Un año antes, mientras hacía campaña para las elecciones presidenciales, asumió su postura en un programa de televisión: “¿Yo? ¿Están diciendo que soy parte de un grupo de exterminio? Es cierto, eso es cierto”, dijo, antes de amenazar con matar a miles de criminales si era elegido presidente de Filipinas.
Sin embargo, más tarde se retractó de su declaración, pero admitió haber matado a dos sospechosos de secuestro en una incursión de la policía, mientras era alcalde.
En septiembre de este año, el líder de Filipinas ha levantado las sospechas de sus competencia, al postularse a la vicepresidencia 2022. “Me postularé como vicepresidente, luego continuaré la cruzada; el número uno es la insurgencia, luego la criminalidad, las drogas”, dijo, en un discurso nacional semanal a altas horas de la noche.
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Según la Constitución del país, un presidente solo puede cumplir un mandato. En tanto, las encuestas de opinión muestran que Duterte sigue siendo muy popular, a pesar de su sangrienta campaña contra las drogas y las críticas a la respuesta a la pandemia.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
