La justicia federal condenó a Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por delitos a la administración pública. No obstante, surgen dudas sobre si podrá presentarse como candidata presidencial en el próximo balotaje.
(CNN en Español) – ¿Proscripción o no proscripción? Ese es el eje sobre el cual gira la cuestión de si Cristina Fernández de Kirchner puede presentarse a las elecciones presidenciales de Argentina de este año, o ese es al menos el mensaje que envían los promotores de su candidatura. Pero también es necesario decir que las internas del peronismo agitan el escenario y eso hace impredecible la definición.
El pasado 21 de abril, el presidente Alberto Fernández anunció en un video en sus redes sociales que no competirá en los comicios de 2023. Es decir, claudicó a su posibilidad de ser reelecto para un segundo mandato. Ese mismo día, tras una reunión del Partido Justicialista, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, uno de los hombres cercanos a la vicepresidenta, dijo que pesa sobre ella un fallo judicial que deja en “un marco de proscripción a la principal dirigente”, y lo consignó como una “limitación” para el espacio político. Pero ¿cuánto de cierto hay en esa afirmación que repiten como un mantra personas del círculo de confianza de la expresidenta?
En diciembre, la justicia federal condenó a Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por delitos a la administración pública en el marco de la causa “Vialidad”. Acto seguido, la vicepresidenta, que en reiteradas oportunidades negó las acusaciones y las tachó de persecución política, dijo que no iba a ser “candidata a nada” en el futuro próximo y acusó al Poder Judicial de ser una “mafia”.
Sin embargo, que haya dicho que no será “candidata a nada” no es lo mismo que no poder serlo. A la fecha, la sentencia contra ella no se encuentra firme porque está pendiente de apelación y no puede ejecutarse hasta que no se agoten todas las instancias. Para eso, todavía falta un largo período de procesos judiciales que no acabarían este año. Por último, su rol de vicepresidenta le otorga fueros que la amparan legal y civilmente.
En conclusión, Cristina Fernández de Kirchner puede presentarse a las elecciones en 2023.
Sin Alberto Fernández como candidato, ¿qué hará Cristina Fernández de Kirchner?
“Cristina, ¿por qué no hablás? Decí algo, si ladramos o no ladramos. Somos perros de Cristina, pero no nos dice ni cáchele ni hágase el muerto”. El reclamo sin eufemismos lo hacía hace unas semanas Dady Brieva, un conductor y actor argentino declarado abiertamente kirchnerista, en su programa de televisión. Sus palabras reflejan, en cierta forma, el clima que reina en el espacio político: una enorme incertidumbre en medio de una crisis económica que se agudiza.
“Las estrategias de Cristina y sus juegos de silencio en parte son porque no tiene ni la menor idea de qué hacer o cómo intervenir en esta realidad”, dice el analista político Martín Rodríguez a CNN. En esa misma línea, Mariel Fornoni, consultora y directora de Management & Fit, agrega que “muchos especulan con que el 25 de mayo la vicepresidenta tenga una respuesta a estas incógnitas de los candidatos”.
En esa fecha, movimientos sociales tienen previsto marchar por el Día de la Patria y conmemorar dos décadas desde la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia. Sin embargo, la analista considera que no se van a adelantar: “Van a esperar al cierre de listas, en junio, para ver si (Sergio) Massa puede sostener la economía”.
Los especialistas coinciden en que no sorprende la decisión de Alberto Fernández. Según el politólogo Andrés Malamud, “nadie pensaba seriamente que fuera a ser candidato, el problema es que su indefinición dificultaba la instalación de otros candidatos, aunque su desistencia no apura, pero habilita”.
“Cristina quiere incidir en el reordenamiento del peronismo, y Alberto no renunciaba para conservar algo de poder”, dice Fornoni y abre dos escenarios posibles: “Una interna dentro del Frente de Todos (la coalición peronista) con varios candidatos que tengan distintas orientaciones, (Daniel) Scioli de centroderecha y un candidato de La Cámpora de centro izquierda”, en referencia a la corriente que comanda el hijo de Kirchner y que impulsa la candidatura de la expresidenta.
Por otro lado, según Fornoni, “el candidato de consenso podría ser Sergio Massa, que podría ir por la centroderecha y que también es bastante aceptado por parte del kirchnerismo”.
Para Martín Rodríguez, el escenario sigue plagado de falta de certezas: “Ahora se van a barajar los nombres; ella jugará al misterio, a esta altura de la ‘soirée’ se puede esperar cualquier cosa: que sea candidata ella o (Daniel) Scioli o (Sergio) Massa, que haya PASO, que no haya”.
Ante la consulta de si hay margen para que la expresidenta vuelva a designar otro candidato “a dedo”, concuerda con Fornoni en que es una experiencia que ya fracasó, en referencia a Alberto Fernández: “Sería insalubre que se repita un esquema en el que un presidente sea auditado por la fuerza que lo respalda”.
Muchos se preguntan qué papel qué jugará Cristina Fernández de Kirchner en adelante. Fornoni dice que probablemente sea quien más incida en el armado del peronismo, aunque solo la imagina siendo parte de una boleta si la economía no tiene ningún signo de mejoramiento.
“Podría pasar que aparezca en la boleta de la provincia de Buenos Aires si el actual gobernador (Axel) Kicillof va a Nación”. Según la especialista, esto solo ocurriría si el ministro de Economía, Sergio Massa, no fuera un candidato competitivo. “En ese caso podría ir como senadora, si no hoy no la veo en ninguna de las boletas”, concluye.
Este jueves, la vicepresidenta participará en un acto en la ciudad de La Plata en el que está previsto que dé un discurso. ¿Recibirán “los perros de Cristina” Fernández de Kirchner las directrices que tanto anhelan?