Las autoridades locales y federales siguen investigando el caso, mientras que el FBI ha categorizado el incidente como un "acto de terrorismo".
El caos se desató en la popular calle Bourbon de Nueva Orleans en la madrugada del 31 de diciembre, cuando un vehículo atropelló a una multitud que celebraba Año Nuevo, dejando al menos diez muertos y 30 heridos.
Testigos presenciales describieron el momento como un “horror”, señalando que lo que comenzó como una celebración terminó en tragedia en segundos.
Kevin García, un joven de 22 años, fue uno de los testigos más cercanos al incidente.
En entrevista con CNN, relató que “lo único que vi fue un camión que se estrelló contra todos los que estaban en el lado izquierdo de la acera de Bourbon“.
García recordó cómo “un cuerpo voló hacia mí” y, en medio del caos, escuchó disparos que aumentaron el pánico entre los presentes.
El incidente ocurrió en las intersecciones de Canal y Bourbon Street, dos de las avenidas más concurridas de la ciudad, especialmente durante las festividades de fin de año.
Según NOLA Ready, la agencia oficial de preparación para desastres de la ciudad, el saldo de muertos y heridos continúa siendo revisado.
El FBI, que se encuentra a cargo de la investigación, ha calificado el incidente como un “acto de terrorismo”, aunque en un primer momento algunos funcionarios locales habían diferido en la caracterización del evento.
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