El sacerdote austríaco Hermann Geissler renunció a su puesto de jefe de personal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, según informó la oficina del Papa a través de un comunicado de prensa.
En esta unidad se incluye la oficina de disciplina del Vaticano, donde se investigan los casos de abuso sexual dentro de la iglesia.
Geissler presentó su dimisión, asegurando que es inocente de las acusaciones, pero justificando su renuncia para “limitar el daño ya hecho a la Congregación y a su Comunidad”, según recoge El País.
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El cura fue acusado por la ex monja alemana Doris Wagner-Reisinger, quien en septiembre afirmó al periódico alemán DIE ZIET que había sido acosada sexualmente en el confesionario.
Desde la Santa Sede indicaron que “el Padre Geissler dio ese paso para limitar el daño ya acarreado a la Congregación y a su comunidad. Defiende que la acusación contra su persona no es cierta y pide que se continúe el proceso canónico ya iniciado”.
El sacerdote, autor de numerosas publicaciones teológicas y que por varios años trabajó en el antiguo Santo Oficio, señaló que se reservará el derecho de emprender acciones legales.