Tras la muerte de George Floyd, el debate público en torno a las desigualdades raciales ha estado en la palestra. Valerie Wilson, directora del programa sobre raza, etnia y economía en el Instituto de Política Económica, aseguró que existe una larga historia de políticas que excluyeron y explotaron a los estadounidenses afroamericanos.
Las protestas a nivel nacional luego de la muerte del hombre afroamericano George Floyd a manos de policías blancos ha puesto de relieve una vez más la división racial que existe desde hace mucho tiempo en Estados Unidos.
Esas disparidades existen debido a una larga historia de políticas que excluyeron y explotaron a los estadounidenses afroamericanos, dijo Valerie Wilson, directora del programa sobre raza, etnia y economía en el Instituto de Política Económica.
“La desigualdad racial se ha normalizado tanto en esta sociedad”, aseveró. “Es lo que esperamos ver. Así ha sido durante mucho tiempo”, agregó.
Por lo mismo, hay varios estudios que demuestran la desigualdad racial presente en Estados Unidos. En los siguientes gráficos, con información de la Encuesta de la Reserva Federal de Finanzas del Consumidor (2016), se pueden identificar cómo afecta el racismo en las desigualdades en materia de riqueza, salud y oportunidades, a pesar de la prosperidad económica de los últimos años.
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La familia negra no hispana típica ha acumulado solo alrededor de una décima parte de la riqueza de una familia blanca no hispana típica. Esa brecha se debe en parte a tasas más bajas de propiedad de vivienda y herencias más pequeñas entre los negros.
La diferencia es mayor ahora que a principios de siglo, según un análisis de Brookings Institution. Y la riqueza es aún más importante en estos días, ya que sirve como una red de seguridad durante las recesiones económicas.
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Otra razón por la cual es más difícil para las familias negras ahorrar y construir riqueza es porque generalmente ganan menos que las blancas.
Desde 2000, la brecha salarial entre los negros y los blancos no hispanos ha crecido significativamente, incluso cuando se tiene en cuenta el nivel de educación, según un informe del Instituto de Política Económica.
Los salarios de los trabajadores negros crecieron lentamente desde el 2000 hasta el año pasado, cuando finalmente excedieron los niveles de 2000 y 2007 en todo el espectro de ganancias. El ingreso familiar promedio entre los negros también es más bajo que el de los blancos no hispanos.
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Un área que ha mejorado es la brecha en las tasas de desempleo. Durante décadas, la tasa de desempleo de los negros fue generalmente más del doble que la de los blancos, pero la brecha se redujo a su menor diferencial registrado el año pasado, es decir hasta el brote de coronavirus. En febrero, las tasas se situaron en el 3,1% para los blancos y un mínimo casi récord del 5,8% para los negros.
La recesión económica provocada por la pandemia en realidad ha reducido la brecha aún más, ya que el desempleo se ha disparado drásticamente entre personas de todas las razas.
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Además, los estadounidenses negros representan una parte desmesurada de los empleados de servicios esenciales, incluidos los que trabajan en el transporte público, camiones, almacenes y servicios postales, atención médica y supermercados, tiendas de conveniencia y farmacias, según un informe del Centro de Investigación Económica y Política. Esto significa que muchas personas negras han mantenido sus trabajos, pero a riesgo de enfermarse.
En abril, la tasa de desempleo de los trabajadores negros se elevó a 16,7%, la más alta desde principios de 2010, pero alcanzó un récord de 14,2% en el caso de los trabajadores blancos. Por lo general, en las recesiones la brecha de la tasa de desempleo se amplía.
La tasa de pobreza del país de 11,8% en 2018 fue significativamente menor por primera vez desde 2007, antes de la gran recesión, según los datos más recientes de la Oficina del Censo.
La tasa de pobreza entre los negros fue del 20,8%, en comparación con el 8,1% de los blancos no hispanos. Ambos números han tendido a la baja durante el resurgimiento económico de los últimos años.
La pandemia actual también ha dejado al descubierto las desigualdades en el sistema de atención médica. Una razón por la cual los estadounidenses negros han sido más afectados es porque es menos probable que tengan un seguro de salud.
Esto es cierto incluso entre quienes tienen empleo. El Instituto de Política Económica encontró que los trabajadores negros tienen un 60% más de probabilidades de no tener seguro que los trabajadores blancos.
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Junto con la falta de cobertura, los estadounidenses negros tienen tasas más altas de enfermedades crónicas como diabetes, presión arterial alta y obesidad.
Todas estas condiciones contribuyen a hacer que la pandemia de coronavirus sea aún más mortal para los negros que para los blancos no hispanos, que representan más del 60% de la población, pero solo alrededor del 53% de las muertes por el virus.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.
