La mandataria recalcó que es importante que la voz de la calle sea escuchada, pero aseguró que esta debe ser "de forma pacífica y ordenada".
La mandataria recalcó que es importante que la voz de la calle sea escuchada, pero aseguró que esta debe ser “de forma pacífica y ordenada”.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se refirió a las masivas protestas que se desarrollan en el país durante la última semana. La mandatario aseguró que es necesaria “una gran reforma política” y un diálogo nacional para dar cuenta de las quejas de la ciudadanía, que se iniciaron contra los servicios públicos y los gastos para el próximo Mundial, pero que derivaron en manifestaciones por la calidad de vida, la corrupción y el sistema político.
Rousseff además destacó que las manifestantes están en su derecho en sus demandas o cuestionar todo y proponer cambios, pero recalcó que estas deben ser realizadas “de forma pacífica y ordenada”. Además, diferenció entre valorar las manifestaciones y sus mensajes de lo que calificó como “una minoría violenta”. “Vamos a mantener el orden porque la voz de los manifestantes debe ser oída y escuchada”, afirmó.
Además, Rousseff aseguró que se deben aprovechar “el rigor de estas manifestaciones para generar más cambios” y recalcó que su generación luchó en dictadura para que la voz de la calle fuese escuchada. Además, explicó que conversará con gobernadores y alcaldes de las principales ciudades para un pacto en torno a la mejora de los servicios públicos, destinarán más recursos a la educación, repatriarán médicos para mejorar la salud y se reunirá con los líderes de las manifestaciones.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
