Se espera que el expresidente de Estados Unidos apele la decisión y solicite una suspensión para detener su aplicación.
(CNN) – Donald Trump ha sido declarado responsable de una serie de cargos de fraude civil en Nueva York, un fallo que amenaza su imperio empresarial.
En total, el juez Arthur Engoron ordenó al exmandatario estadounidense y sus empresas pagar casi US$ 355 millones en ganancias por su fraude, o “ganancias mal habidas”.
Los cargos en los que fue declarado culpable incluyen emitir estados financieros falsos, falsificar registros comerciales y conspiración, todo como parte de una demanda presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
La sentencia también prohíbe al expresidente Trump desempeñarse como funcionario o director de cualquier corporación de Nueva York u otra entidad legal en Nueva York por un periodo de tres año.
El juez también emitió una orden que prohíbe a Trump solicitar préstamos a cualquier institución financiera registrada en el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York durante tres años.
Sin embargo, la sentencia no disuelve los certificados comerciales de la Organización Trump, como había establecido el juez Engoron inicialmente en su sentencia sumaria emitida el año pasado.
Se espera que Trump apele la decisión y solicite una suspensión para detener su aplicación mientras se considera su apelación.
Hace poco más de un mes, el expresidente había reiterado su inocencia en el caso, acusando que era parte de una “interferencia electoral”.
“Soy inocente” afirmó Trump desde el micrófono de la mesa en la que se sentó con sus abogados, tras lo cual insistió sus ataques contra la fiscal general del estado, Letitia James, que presentó los cargos de fraude contra él, sus dos hijos mayores y otros dos funcionarios de la Organización Trump.
“No hay un solo testigo en nuestra contra”, dijo, y reiteró que se trata de “una caza de brujas”, argumento que al inicio del proceso ya había utilizado su abogado Christopher Kise, que durante todo el juicio atacó a la fiscal alegando que no ha presentado pruebas contra su cliente.
“Lo que pasó aquí, señor, es un fraude para mí”, remarcó, y argumentó razones políticas para ello: “Quieren asegurarse de que no vuelva a ganar y esto es en parte una interferencia electoral”.