Argentina entra en un nuevo período presidencial, con indicadores sociales que plantean desafíos que deberán afrontarse con urgencia. Según la mayoría de los analistas, la altísima inflación, el crecimiento de la pobreza y la tensión cambiaria y fiscal serán los primeros retos, gane quien gane.
(CNN Español) — La segunda vuelta del 19 de noviembre en Argentina no sólo define quién será el próximo presidente, sino también qué rumbo tomará el país. Si bien es cierto que las propuestas pueden alterarse en cualquier caso cuando se trata de gobernar, Massa y Milei evalúan diferentes caminos para lograr el desarrollo económico del país, en un contexto de alta inflación, aumento de la pobreza y contracción de los salarios.
Ejes centrales y comparación
Sergio Massa propone un programa basado en el equilibrio fiscal, el superávit comercial, un tipo de cambio competitivo y un desarrollo con inclusión. Esos son sus principales postulados. Milei no discrepa en el orden de las cuentas públicas, pero impulsa concretamente para lograrlo un fuerte recorte del gasto público en una primera etapa.
Massa entiende que el superávit comercial se logra a partir de venderle al mundo todo lo que Argentina puede producir. En este punto, Javier Milei apuesta por una apertura unilateral del comercio internacional. Al contrario, Massa les dijo a los empresarios durante un almuerzo que “la apertura indiscriminada de la economía termina con gente en la calle”.
Con respecto al tipo de cambio, Massa entiende al dólar competitivo como una herramienta para generar soberanía, ganar independencia en materia de política monetaria y sostener la relación con el FMI desde un lugar de mayor fortaleza. Milei ha sostenido que procura un programa que derive en una dolarización, es decir, que el dólar sea en la práctica la moneda de intercambio corriente tras la liquidación del Banco Central y una libre competencia con el peso.
Massa promete en esta campaña presidencial lograr mejores niveles de inclusión social a partir de una mayor distribución del ingreso, un concepto con anclaje en el ideario peronista, en el que la justicia social es parte de su núcleo estratégico. Mientras que Milei la considera “aberrante”: “Es como robarle a alguien, para darle a otro”, dijo. En ese sentido, entiende que el desarrollo económico requiere de un plan de varias etapas, comenzando por una de “schok”. Esto da cuenta de un programa de estabilización mediante un cambio brusco que altere el escenario actual dominado por una inflación alta, tensión cambiaria y deterioro salarial.
Inflación
El costo de vida se ha metido de lleno en la campaña, sobre todo porque Argentina atraviesa picos inflacionarios como no se veían en más de tres décadas. La última medición, que corresponde a octubre, arrojó una inflación del 8,3% mensual, un 120% acumulado desde enero y un 142,7% en los últimos doce meses. Frente a este panorama, Massa y Milei realizan promesas distintas, pero ambas apuntan a reducir drásticamente el costo de vida, una de las principales preocupaciones de los argentinos. Milei ha dicho que va a bajar la inflación como sea. Plantea un plazo de 24 meses y su herramienta fundamental es el cierre del Banco Central y el cambio de signo monetario. Sabe que, políticamente, puede encontrar trabas a sus planes, pero aún así entiende que sin emitir moneda, en 24 meses la inflación tendería a desaparecer.
Massa aseguró en una entrevista reciente que su idea es “derrumbar la inflación a menos de la mitad el año que viene”. Confía en los aportes del campo –sin las consecuencias de la sequía que padece hoy en día–, en el ahorro en importación de combustibles y en las exportaciones de otros sectores, como el minero. Discrepa con Milei en relación con la eliminación del Banco Central y la dolarización. Sostiene que esta medida requiere de una mega devaluación previa y que prácticamente no hay países sin un banco que permita realizar política monetaria.
El vínculo con el FMI
Massa y Milei tienen visiones diferentes en este punto. Mientras el candidato libertario sostiene que el acuerdo con el FMI no es un problema, ya que el programa que promueve el organismo para el país es menos severo que el suyo en materia de política fiscal. Durante una entrevista con las autoridades del Fondo, en agosto, Milei les dijo que no va a defaultear la deuda ni pedir ningún cambio en los términos del acuerdo.
Mientras que Massa adelantó que pretende cambiar el programa vigente y rediscutir sus términos ya que Argentina tiene que afrontar vencimientos por alrededor de US$ 7.500 millones durante el próximo año.
Más allá de lo que pase este domingo, lo cierto es que el país entra en un nuevo período presidencial, con indicadores sociales que plantean desafíos que deberán afrontarse con urgencia. Según la mayoría de los analistas, la altísima inflación, el crecimiento de la pobreza y la tensión cambiaria y fiscal serán los primeros retos que deberán resolverse, gane quien gane.