A través de un comunicado, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció que responsabiliza tanto a la autoridad como a dicha división uniformada de la represión de las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio en Cuba.
(EFE) – Estados Unidos sancionó este jueves al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, Álvaro López-Miera, y a una unidad militar de élite conocida popularmente como “avispas negras” o “boinas negras”.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció en un comunicado las sanciones, que responsabilizan a esas autoridades de la represión de las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio en Cuba.
López-Miera es un hombre de confianza del ex presidente cubano Raúl Castro, quien también ocupó durante décadas el cargo de ministro de las FAR en la isla; mientras que las “avispas negras” es el nombre popular de la unidad de élite conocida como brigada especial nacional del Ministerio del Interior.
Las sanciones bloquean cualquier activo que López-Miera o los integrantes de esa unidad de élite puedan tener bajo jurisdicción estadounidense, y prohíbe a las personas en Estados Unidos negociar con ellos.
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“Este es solo el comienzo: Estados Unidos seguirá sancionando a individuos responsables de la opresión del pueblo de Cuba”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un comunicado.
El Departamento del Tesoro alegó que el ministerio que dirige López-Miera ha desempeñado “un papel esencial” en la represión de las protestas en Cuba, al “atacar a los manifestantes y arrestar o desaparecer a más de 100 manifestantes en un intento de suprimir estas protestas”.
En cuanto a la brigada especial de “avispas negras”, el Tesoro asegura que el Gobierno cubano la desplegó el pasado 11 de julio para “suprimir” las protestas y “atacar a los manifestantes”, por lo que la considera responsable de “graves abusos de derechos humanos”.
Las sanciones se imponen sobre la base de la llamada ley global Magnitsky, una legislación estadounidense que permite a EE.UU. congelar activos financieros y prohibir los viajes a aquellos que violen los derechos humanos en cualquier país del mundo.
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La medida muestra el interés de Biden por endurecer su política hacia Cuba a la luz de las protestas de este mes, a pesar de que durante la campaña electoral prometió volver al deshielo promovido por el expresidente Barack Obama (2009-2017).
La Casa Blanca evalúa además otros pasos, como volver a autorizar el envío de remesas a Cuba, prohibido desde noviembre pasado, aunque antes quiere garantizar que el dinero “llegue directamente a las manos del pueblo cubano”, explicó a Efe un funcionario estadounidense.
Otra de las medidas que el Gobierno de Biden analiza es el traslado de más personal a la Embajada estadounidense en La Habana con el objetivo de “facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil” y también por motivos de “seguridad”.
El presidente también ha ordenado a su Gobierno trabajar con el sector privado y el Congreso para hacer “más accesible” el internet en Cuba, tras el apagón del acceso en los móviles después de las protestas.