En junio de 2014, luego de que ISIS conquistara vastos territorios en Iraq, al Baghdadi se proclamó líder del califato.
(CNN Español) — La semana pasada, mientras las fuerzas que cuentan con el respaldo de Estados Unidos anunciaban que habían expulsado a ISIS de la ciudad siria a la que proclamaron su capital, seguía siendo un misterio el destino de Abu Bakr al Baghdadi, el ermitaño líder del grupo terrorista.
Pese a que el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su cabeza, al Baghdadi ha evadido la detección de la coalición estadounidense que colaboró con las Fuerzas Democráticas de Siria para recuperar Al Raqa.
En junio de 2014, luego de que ISIS conquistara vastos territorios en Iraq, al Baghdadi se proclamó líder del califato. Poco después surgió el primer y único video de al Baghdadi dirigiendo las oraciones en la Gran Mezquita de al Nuri, en Mosul. Más tarde, ISIS destruyó la mezquita histórica.
A principios de noviembre de 2016, ISIS publicó una grabación de audio en la que se escuchaba la voz de al Baghdadi antes de la batalla por Mosul, en la que se dirigió a los combatientes de ISIS y les dijo: “Defender su territorio es un honor mil veces mayor que retirarse en desgracia”.
El ministerio ruso de Defensa afirmó en junio que al Baghdadi podía haber muerto en un ataque aéreo que lanzó en Siria el 28 de mayo, pero las fuerzas armadas estadounidenses no estaban convencidas.
Las autoridades estadounidenses dijeron a CNN que los servicios estadounidenses de inteligencia esperaban que si al Baghdadi moría, habría más actividad en las comunicaciones y en las cuentas de redes sociales de ISIS. Sin embargo, no se interceptaron comunicaciones que confirmaran su muerte.
“De verdad no sé en dónde está”, dijo el teniente general Stephen Townsend a los reporteros el 31 de agosto, en la que fue su última conferencia de prensa como comandante supremo en Bagdad; agregó que no había visto pruebas convincentes de que al Baghdadi estuviera muerto. “Por lo tanto, creo que está vivo”.
Un mes más tarde, el escepticismo de Townsend se validó cuando surgió un audio de 45 minutos en el que se oye al líder de ISIS burlándose de Estados Unidos, convocando a los yihadistas que quedan a que se enfrenten al régimen sirio e insistiendo en que ISIS “permanece” pese a las bajas crecientes y a la pérdida de grandes extensiones de territorio.
La grabación de al Baghdadi, que surgió tras un silencio de 11 meses, “parece ser auténtica”, según dijo en ese entonces a CNN Timothy Barrett, portavoz de la Oficina del director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos.
Previamente, las autoridades estadounidenses indicaron que creían que al Baghdadi se oculta en alguna parte del valle del río Éufrates, que es lo que queda del territorio de ISIS.
A mediados de este año, Estados Unidos creyó que tenía una oportunidad para matar a al Baghdadi en un ataque aéreo y “trató de hacerlo en varias ocasiones”, de acuerdo con funcionarios que hablaron con CNN. Sin embargo, nunca se confirmó la muerte del califa autoproclamado.
Aunque la muerte de al Baghdadi sería un duro golpe para ISIS y su supuesto califato, probablemente no disuada al grupo terrorista de cumplir con su misión principal, que suele ejecutar a través de las redes sociales y con ataques perpetrados por combatientes solitarios.