Los autores de este brutal episodio de abuso infantil serían el padre y la madrastra del niño, quien, además de no recibir atención médica de ningún tipo, no era alimentado.
Se suponía que Eduardo Posso vivía en Florida con su hermana, su padre y su madrastra y asistía a la escuela.
En lugar de eso, el menor de 12 años fue declarado muerto en un hospital de Indiana el 24 de mayo, mostrando signos de abuso prolongado, negligencia e inanición, según los registros judiciales obtenidos por CNN el lunes.
Su padre, Luis Posso, de 32 años, y su madrastra, Dayana Medina Flores, de 25 años, fueron arrestados y acusados de asesinato, negligencia, confinamiento criminal y agresión a un menor. Las autoridades dicen que la pareja mató a Eduardo lentamente de hambre en un motel de Bloomington, Indiana.
Tanto Posso como Medina Flores están detenidos en el Centro Correccional del Condado de Monroe con una fianza de 500.000 dólares cada uno, dijo el sheriff del condado Bradley Swain en una conferencia de prensa la semana pasada.
CNN contactó a su defensor público para obtener más comentarios.
La madre dijo que no sabía dónde estaban sus hijos
La mamá de Eduardo, Aurea García, le dijo a CNN que no sabía que su hijo había salido del estado de Florida cuando la Policía se presentó en su puerta la semana pasada.
García dice que inicialmente pensó que la Policía estaba allí para hablar con ella sobre cómo recuperar a sus hijos, que estaban con su padre, quien dice que fue abusivo con Eduardo.
“Pensé que mi hijo finalmente había hablado y alguien lo sabría y lo iban a ayudar”, dijo García.
Pero los agentes estaban allí para darle la noticia de la muerte de su hijo.
“Cuando me dijo me volví loca, comencé a gritar. Mi esposo me estaba sosteniendo”, dijo García.
El niño había sido encadenado en un baño, según documentos de la corte
La muerte de Eduardo ha sido clasificada como homicidio por un patólogo forense. La causa de su muerte fue por complicaciones por inanición y desnutrición con ausencia de atención médica.
El personal del hospital notó que Eduardo estaba severamente demacrado y tenía moretones, laceraciones y úlceras en todo el cuerpo, según los registros de la corte.
En las últimas semanas de su vida, Eduardo había sido confinado a un baño del motel, encadenado a un toallero con un collar eléctrico alrededor de su cuello, según una declaración jurada de la causa probable.
Su familia vivía en un motel en Kokomo, Indiana, mientras que Posso y Medina Flores trabajaban para un circo ambulante repartiendo publicidad, según la declaración jurada de la causa probable.
La declaración jurada dice que durante una entrevista, Medina Flores dijo a los investigadores que la familia se fue de Florida luego de “varios problemas” con el Departamento de Servicios Infantiles del estado.
La madrastra dijo que el 23 de mayo, Eduardo se enfermó y estaba demasiado débil para alimentarse y luego se volvió incoherente, según la declaración jurada. A la mañana siguiente, ella dice que lo encontró frío al tacto y su padre lo llevó al hospital IU Health Bloomington.
El niño estaba inconsciente cuando llegó al hospital y fue declarado muerto poco después.
Otros tres niños, una niña de 9 años, un niño de 5 años y un niño de 2 años, han sido puestos al cuidado de los Servicios de Protección Infantil y parecen estar saludables, dijo Swain en una rueda de prensa.
Encuentran arneses y un collar de choques eléctricos
La posible declaración jurada de Posso y Medina Flores dice que después de la muerte de Eduardo los investigadores descubrieron un video en el teléfono celular de la madrastra que mostraba a Eduardo restringido tendido en la bañera. El video muestra que Medina Flores y otro niño entran al baño e ignoran a Eduardo.
Después de la muerte de Eduardo, los investigadores también encontraron cadenas, cordones, esposas, un collar de descargas eléctricas para perros y candados debajo de una de las camas de la habitación del motel.
También encontraron un texto en español en el teléfono de Posso que decía: “Eduardo casi se sale de las cadenas”. Según un comunicado de prensa, también se encontró un selfie de Posso con Eduardo amarrado en la bañera.
Medina Flores admitió a los investigadores que Eduardo había sido golpeado por su esposo con un cinturón, un zapato y con las manos y que había sujetado a Eduardo con cuerdas y cadenas más de diez veces, según la declaración jurada. Ella admitió esto después de negar por primera vez que sabía sobre el abuso, dice la declaración jurada.
El padre también había usado el collar electrónico para darle descargas a Eduardo, dijo Medina Flores, según la declaración jurada. La mujer les dijo a los investigadores que cuando no llevaban a Eduardo con ellos para repartir publicidad, lo mantenían en el baño y lo vigilaban a través de un video.
Posso confirmó las afirmaciones de su esposa de que había azotado a su hijo con un cinturón cuando fue entrevistado, pero negó haberle retirado la comida y no dio una razón para varias de las otras lesiones de Eduardo, según la declaración jurada.
La madre de la víctima espera que la muerte de su hijo genere cambio
García dijo que sabía que su exesposo era rudo con sus hijos, que era parte de la razón por la que se separaron. Pero no creía que él fuera capaz de cometer los actos de los que se le acusa.
“Nunca se me ocurrió que iba a hacer algo tan horrible como lo que él hizo. ¿Cómo puedes hacerle eso a tu hijo? No lo haces, no lo matas de hambre, lo encadenas, lo golpeas. ¿Cómo puedes pensar que alguien le haría eso especialmente a su propia sangre?”.
La madre dice que su hijo era un niño dulce, que a menudo defendía a su hermana de 9 años. La última vez que lo vio fue en el Día de Acción de Gracias de 2017. “Esa semana mi hijo habló poco … tenía miedo de hablar”.
García dijo que su hijo se veía flaco, pero él le dijo que era porque estaba comiendo cereal en la cena, después de que su escuela expresó preocupación por su peso.
Ella y el padre de Eduardo se separaron en 2015 y se divorciaron en 2016, dijo. Después del divorcio, García dice que durante la separación, Posso recogió a los niños y nunca los devolvió. La mujer dice que no asistió a una audiencia de custodia y que al padre se le otorgó la custodia completa.
García pensó que todavía estaban en Florida porque había visto a Posso en la corte en Florida dos veces desde su divorcio y estaba pagando la manutención de los hijos a una dirección en Florida.
García espera que la muerte de su hijo inspire a otros a hablar si ven abuso infantil.
“Si ves a un niño sin importar dónde, si no los conoces, si ves que están siendo maltratados, habla”, dijo. “No tengas miedo de poder salvar a un niño de las manos que lo están lastimando”.