Después del anuncio hecho el martes por el gobierno del presidente Donald Trump, el sector de las compañías de cruceros están revisando las implicaciones y complicaciones que traería la medida.
(CNN) — Viajar a Cuba se ha vuelto más difícil — y más confuso — para los ciudadanos de Estados Unidos y viajeros sujetos a la jurisdicción estadounidense.
No se permitirá a los cruceros navegar en la isla del Caribe, según un anuncio hecho el martes por el gobierno del presidente Donald Trump, y el sector se está esforzando por comprender las implicaciones de este cambio de política.
Norwegian Cruise Line dijo en un comunicado que la compañía está “siguiendo de cerca estos desarrollos recientes y el impacto resultante de los viajes en crucero a Cuba. Nos comunicaremos con nuestros huéspedes y socios cuando haya más información disponible”.
Royal Caribbean Cruise Lines anunció el cambio de los itinerarios para los viajes del 5 al 6 de junio que estaban programados para ir a Cuba. La línea de cruceros también dijo que todavía está evaluando el impacto del anuncio.
Varias otras compañías de cruceros no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios de CNN.
La confusión en torno a la prohibición es palpable entre las compañías de cruceros, sitios web de viajes y pasajeros con boletos a Cuba.
Erica Silverstein, editora principal del sitio de revisión de cruceros Cruise Critic dice que la compañía está “en un patrón de espera, esperando los próximos pasos mientras las líneas de cruceros trabajan para descifrar qué significa el anuncio de hoy para sus productos específicos”.
En lo que respecta a los pasajeros con boletos, Silverstein dice que están respondiendo preguntas sobre qué significa la prohibición para las personas que han pagado en su totalidad o que están esperando para realizar los pagos finales de los viajes planeados a Cuba.
“Vale la pena señalar que las líneas de cruceros pueden intercambiar itinerarios con relativa rapidez. Lo vemos a menudo durante las inclemencias del tiempo, o como consecuencia de una interrupción en determinadas regiones”, explica Silverstein.
“Si bien nada es definitivo en este momento, si las líneas de crucero se ven obligadas a cancelar los viajes a Cuba, es probable que veamos cambios en la forma de ajustes a los itinerarios”, agregó.
El cambio en la política de la administración de Trump también elimina los viajes de grupo de personas a personas (intercambios educativos y culturales de naturaleza no académica) como una subcategoría de viajes aprobada para estadounidenses.
En un comunicado, el Departamento del Tesoro aclaró que “ciertos viajes educativos grupales de personas a personas que previamente fueron autorizados seguirán siendo autorizados cuando el viajero ya haya completado al menos una transacción relacionada con el viaje (como comprar un vuelo o reservar alojamiento ) antes del 5 de junio de 2019”.
etBlue, United Airlines y Southwest Airlines han emitido declaraciones que dicen que están revisando los cambios y tienen la intención de cumplir con las nuevas reglas.
Durante el gobierno del presidente Barack Obama, se relajaron las reglas sobre los viajes a Cuba, lo que facilitaba que ciudadanos estadounidenses cumplieran los requisitos de ciertas categorías de viajes sin un proceso formal de solicitud y aprobación.
El presidente Trump volvió a endurecer esas normas en noviembre de 2017, permitiendo únicamente los viajes persona a persona a grupos que viajan bajo la supervisión de una entidad estadounidense.
“Esa subcategoría de viaje ha sido eliminada, pero hay una disposición de exención que básicamente permite a los viajeros estadounidenses que, por ejemplo, hayan reservado un vuelo o reservado habitaciones y estuvieran contemplando hacer un viaje de persona a persona, que puedan completarlo”, dijo Pedro Freyre, socio y presidente de práctica internacional de la firma de abogados nacional Akerman, que cuenta con líneas de cruceros y aerolíneas entre sus clientes.
“Pero eso no se alinea con el cierre de la capacidad de los cruceros para entrar”, señaló Freyre.
Es esa desalineación la que hace que las líneas de cruceros batallen para entender cómo afectarán sus operaciones las nuevas políticas. Y deja en el limbo a los pasajeros que ya tienen reservaciones.