Con información de CNN

Este es el problema del Everest con los excrementos humanos

Por CNN Chile

07.08.2018 / 11:02

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Esta temporada, los porteadores que trabajan en Everest cargaron 12.700 kilos de desechos humanos, el peso equivalente al de dos elefantes completamente crecidos.


Cuando los entusiastas del alpinismo llegan la montaña más alta del mundo, pensar en sus desechos corporales está probablemente en lo más bajo de su lista de prioridades.

Esta temporada, los porteadores que trabajan en Everest cargaron 12.700 kilos de desechos humanos, el peso equivalente al de dos elefantes completamente crecidos, desde el campamento base hasta un vertedero cercano, según el Comité de Control de Contaminación de Sagarmatha (SPCC), una ONG local encargada con la limpieza del Everest.

En Gorak Shep, un lecho de lago congelado a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, la materia de desecho se vierte en pozos abiertos donde se seca y se deshidrata. Pero existe el riesgo de que se filtre a un río y contamine el sistema de suministro de agua, explica Garry Porter, un alpinista e ingeniero jubilado del estado de Washington.

“Es antiestético e insalubre, es un problema de salud y una pesadilla ambiental”, aseguró Porter a CNN.

“Experimenté la emoción y la grandeza del Monte Everest, pero también vi lo que sucede cuando nosotros, el mundo occidental, nos vamos, como si nuestro desperdicio no apestara”.

Pero Porter no culpa a los escaladores, ya que dice que su principal preocupación es la cumbre y regresar a casa de una sola pieza.

Las autoridades nepalesas tampoco tienen la culpa, dice Porter, ya que no hay plantas de tratamiento de residuos cerca.

Yangji Doma, del Sagarmatha Pollution Control Committee (SPCC), está de acuerdo en que el sistema actual de gestión de desechos humanos es problemático.

“Nos aseguramos de que no se arroje al glaciar”, le dice a CNN. “Pero el problema principal es… hace mucho frío y no se degrada naturalmente, lo entendemos. Se gestiona pero no se gestiona de forma sostenible”.

Así que Porter, junto con su compañero escalador Dan Mazur, estableció el Proyecto de Biogás Monte Everest hace casi ocho años para tratar de deshacerse de este “peligro ambiental”.

A lo largo de los años han estado jugando con la idea de instalar un digestor de biogás en Gorak Shep para convertir los desechos humanos en gas metano.

Si bien los digestores de biogás se usan en todo el mundo y son bastante fáciles de fabricar, su funcionamiento es complicado en altitud a temperaturas bajo cero.

Esto se debe a que el proceso requiere que las bacterias se alimenten de los desechos orgánicos, y estos microorganismos vivos deben mantenerse calientes, explica Porter.

El Proyecto de Biogás del Monte Everest planea utilizar un panel de matriz solar para transmitir calor al digestor. También habrá una batería para almacenar energía por la noche cuando el sol se ponga.

El producto final será gas metano, que puede usarse para cocinar o dar luz. También su efluente puede usarse como fertilizante para cultivos.

“Toma un producto desagradable y se fabrican dos productos que pueden usar los nepaleses”, explica Porter.

Sin embargo, Porter dice que los escaladores a menudo toman antibióticos, y al principio le preocupaba que los antibióticos en los excrementos pudieran afectar la capacidad de los microbios de descomponer los desechos.

Pero dice que los minidigestores en la Universidad de Katmandú convirtieron con éxito los desechos humanos del campamento base en gas metano.

El equipo aún necesita probar si el efluente estará libre de microorganismos peligrosos y, por lo tanto, si será seguro de usar como fertilizante. Porter dice que comenzarán a probar el efluente este año y, si es peligroso, el plan es filtrar los contaminantes en un sistema séptico subterráneo.

El Proyecto de Biogás del Monte Everest tiene un acuerdo firmado con el SPCC y está listo para comenzar una vez que hayan recaudado los fondos necesarios.

Porter estima que el primer digestor costará alrededor de 500.000 dólares, principalmente debido al costo de transporte para cargar los materiales hasta Gorak Shep.

A partir de entonces, el costo bajará y Porter planea “entregar las llaves” al SPCC.

Doma espera que el proyecto sea un éxito: “Es una solución muy innovadora para hacer frente a los desechos humanos a largo plazo, porque en este momento la forma en que lo hacemos no es tan buena. No es sostenible”.

Para Porter, se trata de pagar una deuda con el pueblo de Nepal.

“Fui parte del problema, así que espero que ahora pueda ser parte de la solución”, dijo.