Los denominados "Acuerdos de Abraham" alcanzados en septiembre de 2020 entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, abrieron de hecho las puertas a la normalización de las relaciones entre estos países. En medio de una nueva guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, la efectividad y el alcance real del pacto se ha puesto en duda.
(CNN en Español) – Fue el primer acuerdo de paz firmado en Medio Oriente con mediación de Estados Unidos en más de dos décadas, y se lo presentó como el gran logro del gobierno en materia de política exterior del expresidente Donald Trump.
Los denominados “Acuerdos de Abraham” (por el profeta bíblico que es central en los credos musulmán, judío y cristiano) alcanzados en septiembre de 2020 entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, abrieron de hecho las puertas a la normalización de las relaciones entre estos países.
“Estos acuerdos servirán de base para una paz general en toda la región, algo que nadie creía posible, y menos en estos tiempos. Estos acuerdos demuestran que las naciones de la región se están liberando de los enfoques fallidos del pasado. La firma de hoy pone a la historia en un nuevo rumbo y muy pronto habrá otros países que seguirán a estos grandes líderes”, dijo Trump.
Ciertamente, Marruecos y Sudán se unieron luego a la firma, y el último acuerdo de paz en Medio Oriente mediado por Estados Unidos fue firmado por Israel y Jordania en 1994, durante la presidencia de Bill Clinton.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Abdullatif al-Zayani; el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu; el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; y el ministro de Relaciones Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Abdullah bin Zayed Al-Nahyan, el 15 de septiembre de 2020 durante la firma de los “Acuerdos de Abraham”. (Crédito: AUL LOEB/AFP/Getty Images)
Pero ahora, en medio de una nueva guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, la efectividad y el alcance real del pacto se ha puesto en duda.
Esto debes saber sobre los “Acuerdos de Abraham”.
Antecedentes
Los estados árabes de Medio Oriente no reconocieron la independencia de Israel en 1948, y en las décadas siguientes se libraron una serie de guerras en la región que acabaron en victorias israelíes. La más contundente fue en 1967, cuando el país ocupó los territorios de Gaza, la Ribera Occidental, la península del Sinaí y los Altos del Golán.
Pero, tras la guerra de Yom Kipur en 1973, Egipto buscó establecer un diálogo con Israel para poner fin a décadas de guerras. Y en 1979, finalmente, se convirtió en el primer país árabe en reconocer a Israel, a cambio de lo cual recuperó la península del Sinaí.
La decisión de Egipto no significó, sin embargo, un giro en la región, y hasta el día de hoy la inmensa mayoría de los estados árabes (al igual que gran parte de los no árabes, estados de mayoría musulmana) no reconocen al Estado de Israel. Solo Jordania se había acercado en 1994.
Pero, en la práctica, Israel ha mantenido relaciones encubiertas con muchos de estos países, especialmente en el Golfo Pérsico.
En 2015, Israel abrió una misión diplomática en Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos, y en 2020 el país fue invitado a la Exposición Universal en Dubai.
¿Qué obtuvieron los países árabes que firmaron el acuerdo?
En principio, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin se beneficiaron de un mayor acercamiento con Estados Unidos, especialmente dentro de la administración Trump, al normalizar sus relaciones con Israel, un aliado histórico y clave de Washington en la región.
Esto es clave para la compra de armamento, como los cazas F-35 buscados por los Emiratos Árabes Unidos, o incluso el sistema israelí de defensa contra misiles Domo de Hierro.
Pero la cooperación podría trascender estas áreas y llegar a áreas como economía, salud, turismo y más.
¿Qué obtuvo Israel?
El principal triunfo para Israel es político: logró que otros cuatro países árabes y musulmanes lo reconocieran como un estado independiente, consolidando su posición dentro de Medio Oriente y abriendo la puerta a futuras normalizaciones.
Al mismo tiempo, para el entonces primer ministro Benjamin Netanyahu (que dejó el cargo en 2021 y retornó en 2022), significó una oportunidad para desviar la atención a sus juicios por corrupción y al fuerte impacto, en ese momento, de la pandemia de COVID-19.
¿Qué significó para los palestinos?
La situación de los palestinos ha estado en el centro del conflicto entre Israel y los países árabes desde sus inicios, y en 2002 esto quedó refrendado en una iniciativa de paz liderada por Arabia Saudita que exigía el fin del conflicto entre israelíes y palestinos como condición para la normalización de relaciones.
Ahora, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos han decidido despegarse de esa premisa al avanzar en la normalización de relaciones con Israel mientras ese conflicto se estanca (y, ahora, parece incluso escalar).
Los palestinos, de hecho, no fueron consultados, y tras la firma inicial acusaron a Bahrein y Emiratos Árabes Unidos de traicionarlos a ellos, a Jerusalén y a la mezquita de Al-Aqsa, tercer sitio más sagrado para el Islam.
Ni siquiera la Liga Árabe, organización de estados árabes en Medio Oriente y el Magreb que ha defendido históricamente la causa Palestina, se pronunció en contra de los Acuerdos de Abraham.
De hecho, a comienzos de 2020, meses antes de los “Acuerdos de Abraham”, el presidente Trump presentó un controversial plan de paz para el conflicto entre israelíes y palestinos que ya había provocado el enojo del mundo árabe.
Según este plan, que Trump presentó junto a Netanyahu, Israel anexaría todos los asentamientos que mantiene en la Ribera Occidental, parte del territorio destinado a la formación del estado de Palestina en la partición de la ONU de 1947, y los palestinos recibirían a cambio territorios adicionales al sur de Gaza.
Los palestinos lo rechazaron, y el plan no ha prosperado, pero su presentación se convirtió en la antesala y el contexto de los posteriores “Acuerdos de Abraham”.
Al respecto, Emiratos Árabes Unidos negoció antes de firmar la suspensión de la anexión israelíes de los territorios en la Ribera Occidental, pero no estaba claro cuánto duraría esta suspensión y no se incluyó un rechazo específico a esos planes.