Estudio advierte que los edulcorantes artificiales pueden estar dañando tu intestino

Por CNN Chile

11.10.2018 / 09:02

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Expertos indican que el consumo de sucralosa o sacarina afecta negativamente la actividad microbiana intestinal.


Por muchos años, los científicos han intentado identificar los efectos de los edulcorantes artificiales en el organismo.

Estas sustancias químicas están presentes en muchas de las bebidas para dar sabor sin aumentar la caloría de azúcar.

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Recientemente, un grupo de investigadores de las universidades de Ben-Gurion (BGU) en Israel y Tecnológica de Nanyang en Singapur, revelaron que estos edulcorantes artificiales pueden ser tóxicos para los microbios digestivos.

En el estudio realizado, los expertos analizaron aspartamo, sucralosa, sacarina, neotame, advantame y acesulfamo-k. Midiendo las señales luminiscentes inducidas y el crecimiento bacteriano, los expertos encontraron efectos tóxicos al exponer a las bacterias a ciertas concentraciones de los edulcorantes.

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Para comprobar su toxicidad, se modificaron genéticamente las bacterias para que se iluminaran cada vez que detectaran componentes tóxicos, actuando como un sensor.

“Esta es una prueba más de que el consumo de endulcorantes artificiales afecta negativamente la actividad microbiana intestinal, que puede causar una amplia gama de problemas de salud”, señaló a EurekAlert, Ariel Kushmaro, uno de los autores de la investigación.

Agrega además que los resultados de este estudio “podrían ayudar a comprender la toxicidad relativa de los edulcorantes artificiales y el potencial de los efectos negativos en la comunidad microbiana intestinal”.

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Los investigadores creen que consumir un par de bebidas o cafés endulzados artificialmente serían suficientes para influir en la salud intestinal, y que incluso, podrían dificultar que el cuerpo procese el azúcar y otros carbohidratos.

Sin embargo, los expertos llaman a la calma y aseguran que aún no hay plena certeza de los resultados del estudio, debido a que sólo se probaron los efectos sobre la E. coli y no en las personas. “No estamos afirmando que sea tóxico para los seres humanos, estamos afirmando que podría ser tóxico para las bacterias intestinales, y por eso, nos influirá”, destaca Kushmaro.