Los exempleados compartieron sus preocupaciones ante el grosor y adherencia del casco del submarino turístico. Este elemento se había construido con un espesor de 12,7 centímetros, afirmaron; y que los ingenieros de la empresa le habían dicho a OceanGate que esperaban que tuviera un espesor de 17.
(CNN) – Dos exempleados de OceanGate expresaron por separado preocupaciones de seguridad similares sobre el grosor del casco del submarino Titan, ahora desaparecido, cuando eran empleados de la compañía hace años, y una declaración de un laboratorio de investigación parece mostrar información contradictoria sobre la ingeniería y las pruebas realizadas durante el desarrollo del sumergible.
David Lochridge, exdirector de Operaciones Marinas de la compañía, afirmó en una presentación judicial que fue despedido injustamente, en 2018, por plantear preocupaciones sobre la seguridad y las pruebas del Titan, que desapareció el domingo con cinco personas a bordo durante un viaje para ver los restos del naufragio del Titanic.
Los detalles sobre las preocupaciones de Lochridge y otro exempleado llegan mientras los funcionarios rastrean una franja del océano Atlántico a unos 1.400 kilómetros al este de Cape Cod, Massachusetts, en una carrera para localizar el sumergible y rescatar a sus ocupantes. Si la embarcación está intacta, el suministro de oxígeno es cada vez menor: según las estimaciones de los guardacostas estadounidenses, a primera hora del miércoles les quedaba menos de un día de aire respirable.
Lochridge trabajó como contratista independiente para OceanGate en 2015, y luego como empleado, entre 2016 y 2018, según los archivos judiciales.
La compañía terminó su relación laboral y demandó a Lochridge y su esposa, en 2018, alegando que compartió información confidencial, se apropió indebidamente de secretos comerciales y utilizó a la compañía para obtener asistencia de inmigración y luego fabricó una razón para ser despedido. La demanda señaló que Lochridge no es ingeniero, llamándolo piloto de sumergibles y buzo.
Lochridge declaró en una contrademanda que Stockton Rush, el CEO de OceanGate, que se encuentra entre los cinco a bordo del Titan, le encargó que realizara una inspección del sumergible.
Lochridge planteó su preocupación por el hecho de que no se hubieran realizado pruebas no destructivas en el casco del Titan para comprobar “delaminaciones, porosidad y vacíos de suficiente adherencia del pegamento utilizado debido al grosor del casco”, dice la demanda. Cuando Lochridge planteó la cuestión, se le dijo que no existía equipo para realizar tal prueba.
La demanda se resolvió y desestimó en noviembre de 2018. Los términos del acuerdo no fueron revelados, y Lochridge no pudo ser contactado para obtener comentarios.
Los archivos judiciales de la compañía indican que hubo pruebas adicionales después del tiempo de Lochridge en OceanGate, y no está claro si alguna de sus preocupaciones se abordó a medida que se desarrollaba la nave.
Otro exempleado de OceanGate que trabajó brevemente para la empresa durante el mismo período que Lochridge tenía preocupaciones similares, dijo, hablando con CNN bajo condición de anonimato porque no está autorizado a hacer declaraciones públicas sobre el tema.
El exempleado empezó a preocuparse cuando llegó el casco de fibra de carbono del Titan, dijo, compartiendo las preocupaciones de Lochridge sobre su grosor y adherencia en su conversación con CNN. El casco solo se había construido con un espesor de 12,7 centímetros, afirmó, y dijo a CNN que los ingenieros de la empresa le habían dicho que esperaban que tuviera un espesor de 17.
El exempleado trabajó en la empresa de sumergibles durante dos meses y medio, en 2017; era un técnico de operaciones que ayudaba a remolcar sumergibles en el océano y para prepararlos para la operación de buceo.
Aseguró que durante su tiempo en OceanGate surgieron más preocupaciones por parte de contratistas y empleados, y Rush se puso a la defensiva y evitó responder preguntas durante las reuniones de todo el personal. Cuando el exempleado planteó directamente a Rush que OceanGate podría estar infringiendo una ley estadounidense sobre las inspecciones de los guardacostas, el CEO lo rechazó de plano, según el exempleado, y fue entonces cuando dimitió.
CNN se puso en contacto con OceanGate para obtener comentarios.
OceanGate promociono las características de seguridad del Titan
En una presentación judicial de 2021, el representante legal de OceanGate promocionó las especificaciones y un sistema de supervisión del casco integrado en el Titan, que calificó de “característica de seguridad sin comparación”.
El representante legal informó al Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Este de Virginia, el tribunal que supervisa los asuntos relacionados con el Titanic, de los planes de expedición de la empresa en ese momento.
En el expediente se exponen los detalles de las pruebas realizadas con el Titan y sus especificaciones, entre ellas que había sido sometido a más de 50 inmersiones de prueba y se detalla su casco de fibra de carbono y titanio de 12 cm de espesor.
El expediente dice que la nave del OceanGate fue el resultado de más de ocho años de trabajo, incluyendo “un detallado trabajo de ingeniería y desarrollo bajo un contrato de US$ 5 millones emitido por la compañía al Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington”.
Pero según la Universidad de Washington, el laboratorio nunca se ocupó del diseño o la ingeniería del Titan, de OceanGate.
La experiencia del laboratorio implicaba “solo la implementación en aguas poco profundas”, y “el Laboratorio no participó en el diseño, la ingeniería o las pruebas del sumergible TITAN utilizado en la expedición del RMS TITANIC”, dijo Kevin Williams, director ejecutivo del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington, en una declaración a CNN.
En 2022, el representante legal puso al día al tribunal de Virginia sobre las expediciones de OceanGate en otra presentación judicial.
“En la primera inmersión al Titanic, el sumergible se encontró con un problema de batería y tuvo que ser conectado manualmente a su plataforma de elevación”, se lee en la presentación. “OceanGate decidió cancelar la segunda misión para realizar reparaciones y mejoras operativas” después de que la embarcación “sufriera daños moderados en sus componentes externos”.
No hubo ningún problema relacionado con el sumergible que cancelara las inmersiones en la tercera, cuarta o quinta misión, según la presentación judicial.
Así es el interior del submarino turístico de OceanGate en su interior, el cual cuenta con una capacidad de cinco personas. Archivo: EFE/OceanGate
OceanGate explica su decisión de no clasificar el sumergible Titan
En una entrada de blog de 2019 en el sitio web de OceanGate, la compañía dijo que la mayoría de las operaciones marinas “requieren que los buques fletados estén ‘clasificados’ por un grupo independiente como la Oficina Estadounidense de Navegación (ABS), DNV/GL, Lloyd’s Register, o uno de los muchos otros”.
Pero el Titan no está clasificado, dice la entrada del blog, y añade que clasificar diseños innovadores suele requerir un proceso de aprobación de varios años, lo que obstaculiza la rápida innovación.
Las agencias de clasificación “no garantizan que los operadores se adhieran a procedimientos operativos y procesos de toma de decisiones adecuados, dos áreas mucho más importantes para mitigar los riesgos en el mar. La inmensa mayoría de los accidentes marítimos [y aéreos] se deben a errores de los operadores, no a fallos mecánicos“, afirma.
“La clasificación garantiza a los armadores, aseguradores y reguladores que los buques están diseñados, construidos e inspeccionados según normas aceptadas. La clasificación puede ser eficaz para filtrar a los diseñadores y constructores insatisfactorios, pero las normas establecidas hacen poco para eliminar a los operadores de buques deficientes, porque los organismos de clasificación solo se centran en validar el buque físico“, afirma el blog.
“Por sí sola, la clasificación no es suficiente para garantizar la seguridad“.