Científicos emitieron una declaración pidiendo investigar el impacto en el desarrollo fetal del uso intensivo del analgésico. Las opiniones a favor y en contra son diversas, pero todas convergen en que el consumo ocasional y recetado por médicos, especialmente en casos de fiebre, es esencial para utilizar uno de los pocos medicamentos que pueden consumir las embarazadas.
(CNN en Español) – Un grupo internacional de 13 científicos emitió una declaración en la que pide a la comunidad sanitaria que considere cuidadosamente el uso del acetaminofén (APAP) durante el embarazo hasta que se investigue a fondo el posible impacto del analgésico en el desarrollo del feto en el útero. Fuera de Estados Unidos, el medicamento se conoce también como paracetamol.
Según la declaración publicada este jueves en la revista Nature Reviews Endocrinology, un creciente número de investigaciones muestra que “la exposición prenatal al APAP podría alterar el desarrollo del feto, lo que podría aumentar los riesgos de algunos trastornos del neurodesarrollo, reproductivos y urogenitales”. La declaración no es una guía sanitaria, pero insta a los proveedores de atención sanitaria y a los reguladores a tomar medidas.
“Los autores no recomiendan nada contrario a lo que ya hacen los gineco-obstetras cuando prescriben acetaminofén para una determinada condición clínica”, dijo el Dr. Christopher Zahn, vicepresidente de actividades de práctica del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, que no participó en la declaración. “Sin embargo, como siempre, cualquier medicamento que se tome durante el embarazo debe utilizarse solo cuando sea necesario, con moderación y después de que la paciente embarazada haya consultado con su médico“, añadió.
“Por indicaciones médicas”
La declaración, firmada por 91 científicos de Australia, Brasil, Canadá, Europa, Israel, Escocia, Reino Unido y Estados Unidos, pide que se advierta a las embarazadas a que “renuncien al uso” del paracetamol durante el embarazo “a menos que su uso esté indicado por un médico”.
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Incluso después de obtener la aprobación de un médico, según la declaración, las personas embarazadas deben “minimizar la exposición utilizando la dosis efectiva más baja durante el menor tiempo posible”.
“Hay buenas razones médicas para que las embarazadas utilicen el APAP, después de consultar a los médicos o farmacéuticos, y es para la fiebre y el dolor intenso“, dijo David Kristensen, profesor asociado de biología celular y fisiología en la Universidad de Copenhague y uno de los 13 coautores de la declaración. La fiebre alta es un riesgo conocido de múltiples trastornos fetales, “incluidos los defectos del tubo neural y los trastornos cardiovasculares posteriores”, señala la declaración.
Sin embargo, los estudios muestran que solo un tercio de las embarazadas utilizan el paracetamol para tratar la fiebre, añade la declaración. En cambio, las razones más comunes de uso fueron “el dolor de cabeza, el dolor muscular, el dolor de espalda e infección”.
“Los datos sugieren que más del 50% de las mujeres de todo el mundo utilizan APAP durante sus embarazos“, dijo Kristensen. “Muchas de estas no consideran el APAP como un verdadero medicamento que puede tener potenciales efectos secundarios”. Es a esas mujeres, “que no lo consideran como un verdadero medicamento a las que intentamos llegar y queremos que reflexionen un momento sobre su uso”, añadió.
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Opciones limitadas
El paracetamol ha sido el único analgésico considerado generalmente seguro para su uso durante el embarazo, lo que deja a las futuras madres con pocas opciones médicas si se demuestra que es perjudicial para el feto.
“El ibuprofeno ya se ha relacionado con defectos de nacimiento y daños en el corazón y los vasos sanguíneos del bebé”, mientras que las dosis altas de aspirina se han relacionado con “hemorragias cerebrales y defectos congénitos”, dijo el pediatra Leonardo Trasande, director de pediatría ambiental en NYU Langone Health, que no participó en la creación de la declaración.
Melissa Muñoz, directora de relaciones con los medios de comunicación de Johnson & Johnson, dijo a CNN en un correo electrónico que “las pruebas actuales no apoyan una relación causal entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el riesgo de resultados neurológicos, urogenitales y reproductivos adversos” y que “los consumidores que tengan dudas o preguntas médicas sobre el paracetamol deben ponerse en contacto con su profesional de la salud”.
En su análisis de las investigaciones existentes sobre el paracetamol, los autores de la declaración descubrieron que el uso a corto plazo, dos semanas o menos, era el que suponía un menor riesgo. “Es entre las mujeres que informan de un uso de mayor duración, de unas dos semanas o más durante el embarazo, donde se encuentran las asociaciones más fuertes”, dijo Kristensen.
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Impacto reproductivo y neurológico
Los científicos llevan tiempo estudiando el posible impacto del paracetamol en el feto en desarrollo. Una de las razones es la similitud entre el APAP y un grupo de sustancias químicas sintéticas llamadas ftalatos, que se encuentran en cientos de artículos para automóviles, el hogar, alimentos y el cuidado personal.
Se han realizado estudios de laboratorio, investigaciones con animales y 29 estudios sobre el uso del paracetamol en 220.000 parejas de madres e hijos, según el comunicado, incluyendo dos estudios que encontraron paracetamol en la sangre del cordón umbilical y en el meconio, las primeras heces del bebé.
“Ahora hay un conjunto significativo de pruebas que sugieren que el APAP altera el desarrollo reproductivo de los animales y los seres humanos“, señaló la coautora Shanna Swan, profesora de Medicina Ambiental y Salud Pública en la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí en Nueva York.
“Hay suficientes pruebas para encontrar un mayor riesgo de testículos no descendidos y un acortamiento de la distancia ano-genital, que es un predictor de la posterior disminución del recuento de esperma y de la fertilidad“, dijo Swan. “También observamos un deterioro de la función ovárica que tiene consecuencias para la fertilidad posterior, aunque las mujeres han sido menos estudiadas”.
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“Los trastornos identificados fueron principalmente el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o TDAH, y las anomalías de comportamiento relacionadas con el TDAH, que también incluyen el trastorno del espectro autista, retrasos en el lenguaje, disminución del coeficiente intelectual y trastornos de conducta“, dijo la coautora Ann Bauer, becaria postdoctoral e investigadora del Centro de Investigación y Educación sobre el Autismo de UMass Lowell.
Se necesita más investigación
El Dr. Zahn no está de acuerdo con las conclusiones de la declaración. “Esta declaración de consenso, y los estudios que se han llevado a cabo en el pasado, no muestran ninguna evidencia clara que demuestre una relación directa entre el uso prudente del paracetamol durante cualquier trimestre y los problemas de desarrollo fetal”, dijo Zahn de ACOG.
“Los trastornos del neurodesarrollo, en particular, son multifactoriales y muy difíciles de asociar a una causa singular“, continuó Zahn. “El cerebro no deja de desarrollarse hasta al menos los 15 meses de edad, lo que deja margen para que los niños estén expuestos a una serie de factores que podrían provocar estos problemas”.
Según el comunicado, hay muchas áreas que necesitan ser estudiadas más a fondo, por lo que el grupo pide un esfuerzo de investigación masivo, al tiempo que advierte a las mujeres embarazadas que no usen el paracetamol sin supervisión médica. “No se ha hecho el estudio ideal en humanos”, dijo Swan, y añadió que se necesitan medidas más objetivas sobre el momento del embarazo y el tiempo de exposición del bebé.
“Y luego tenemos que hacer un seguimiento de estos niños, y observar no solo su desarrollo general al nacer y al año de edad, sino también cómo fue su desarrollo neurológico a lo largo del tiempo. Solo entonces aclararíamos muchas de estas incertidumbres”.