1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
Durante esta jornada se confirmó la muerte del exmandatario Alberto Fujimori, una figura que dominó la política peruana durante más de una década y con una influencia que continúa con su descendencia directa. Este es el impacto de los Fujimori en la contingencia peruana.
(CNN en Español) – Las últimas tres décadas en Perú han estado marcadas, para bien y para mal, por el rol de una familia profundamente ligada a la política del país: los Fujimori.
Desde el inicio de su presidencia, en 1990, hasta su renuncia, en 2000, pasando por el llamado “autogolpe” de 1992, Alberto Fujimori dominó la política peruana durante más de una década y su influencia continuó hasta el día de su muerte, el 11 de septiembre de 2024.
Mientras Fujimori se exiliaba en Japón, era investigado por corrupción y violaciones de los derechos humanos en Perú, condenado por homicidio, lesiones graves y secuestro agravado. Finalmente, fue detenido en Chile y le llegó el momento a su hija Keiko, quien irrumpió en la política en 2006 al ganar las elecciones por una banca en el Congreso.
En años recientes, Keiko ha estado compitiendo en elecciones presidenciales en un intento de llevar el apellido Fujimori una vez a lo más alto de la política en Perú: fue la candidata más votada en primera vuelta en 2016 y la segunda en 2011 y 2021, aunque en las tres ocasiones perdió finalmente la votación en segunda vuelta.
Incluso en julio de 2024, Keiko Fujimori reveló que su padre, quien había salido de prisión en diciembre de 2023, aspiraba a ser una vez más candidato presidencial. “Lo hemos conversado y decidido juntos”, dijo Keiko Fujimori en un mensaje publicado en su cuenta de X.
Esta es la historia de los Fujimori en Perú.
Alberto Fujimori llegó a la presidencia de Perú tras ganar las elecciones de 1990 en segunda vuelta, en la que superó al escritor Mario Vargas Llosa.
En 1992, durante su primer mandato, Fujimori intervino todos los poderes del Estado y con el cierre del Congreso, el Poder Judicial y el Ministerio Público, concentró el poder y gobernó sin restricciones, en lo que se ha llamado un “autogolpe”.
Para los opositores a Fujimori, esa decisión convirtió a un presidente democrático en un dictador, mientras que para sus seguidores fue lo que permitió acabar con la hiperinflación que azotaba al país en ese momento y con el grupo terrorista Sendero Luminoso.
Como líder del partido político Cambio 90, volvió a ganar las elecciones —esta vez en primera vuelta— en 1995 y gobernó hasta el año 2000 en medio de numerosas polémicas y tensiones, incluyendo la toma de rehenes protagonizada por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en 1996 en la Embajada de Japón y la violenta operación de rescate en abril de 1997.
Fujimori ganó una vez más en las elecciones de 2000, superando en segunda vuelta a Alejandro Toledo, pero luego de hacerse públicos los escándalos de corrupción a través de los conocidos “vladivideos”, una colección de videos caseros elaborados por su asesor Vladimiro Montesinos, acabó renunciando en noviembre de ese año.
Fujimori se exilió inicialmente en Japón para evitar las investigaciones en su contra, pero fue detenido, en 2005, en Chile, y luego extraditado, en 2007, a Perú.
Un tribunal especial de la Suprema Corte de Justicia de Perú lo condenó en 2009 a 25 años de cárcel por crímenes contra la humanidad. Fujimori ha negado siempre los cargos en su contra.
Entre estos figura “su rol en la ejecución extrajudicial de 15 personas en el distrito de Barrios Altos de Lima, la desaparición forzada y el asesinato de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta, y dos secuestros”, De acuerdo con un reporte de Human Rights Watch.
Esto quedó evidenciado en un informe de la Comisión Investigadora de la gestión presidencial de Alberto Fujimori, publicado en 2002. En ese documento, el Congreso de Perú concluyó que hubo “indicios razonables” para establecer que durante su mandato el presidente “tuvo conocimiento, ordenó, dispuso y/o consintió las actividades delictivas del denominado ‘Grupo Colina’”, cuyos integrantes fueron autores de los hechos mencionados.
Pese a todo, Fujimori fue indultado en 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, aunque poco después el Poder Judicial anuló ese beneficio.
En diciembre de 2023, Fujimori salió de prisión, luego de que el Tribunal Constitucional de Perú ordenara su libertad inmediata. Su salida de prisión ocurrió debido a que la sentencia del alto tribunal ratificó un fallo anterior de la misma corte, emitido en marzo de 2022, en el que se restituían los efectos del indulto humanitario otorgado a Fujimori en diciembre de 2017 por Kuczynski.
Una vez en libertad, en julio de 2024, su hija Keiko Fujimori reveló que su padre aspiraba a ser una vez más candidato presidencial. “Lo hemos conversado y decidido juntos”, dijo Keiko Fujimori en un mensaje publicado en su cuenta de X.
Por el divorcio de sus padres, Keiko Fujimori tuvo un inicio temprano en la alta política de Perú: se convirtió en primera dama a los 19 años, durante el gobierno de su padre.
Tenía 25 años cuando Alberto Fujimori huyó de Perú, en el año 2000, pero no acompañó a su padre al exilio en Japón y se quedó en el país.
Keiko Fujimori finalmente decidió competir por primera vez por un cargo electoral en 2006, cuando resultó la candidata más votada en las elecciones al Congreso de Perú, todo mientras avanzaban las investigaciones contra su padre.
Temprano en su carrera, decidió competir en las elecciones presidenciales, y en 2011, con 36 años, Keiko Fujimori obtuvo el segundo lugar en la primera vuelta, con el 23,55 % de los votos, frente a Ollanta Humala, quien logró el 31,7 %.
La segunda vuelta fue, sin embargo, mucho más ajustada y evidenció que el apellido Fujimori seguía fuerte en Perú. Humala ganó con el 51,45 %, contra el 48,55 % de Keiko Fujimori.
En el año 2016, Keiko Fujimori llegó al pico de su carrera habiendo sido la candidata más votada en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con el 39,86 %, aunque finalmente perdió en segunda vuelta contra Kuczynski, una vez más por un ajustado margen: 50,1 % contra el 49,8 %.
En octubre de 2018, Keiko Fujimori fue detenida en el marco de una investigación por el presunto delito de lavado de activos, y recibió un dictamen de prisión preventiva por 36 meses. Fujimori negó siempre estas acusaciones.
Fue liberada en 2019 por el Tribunal Constitucional, que aceptó un recurso de habeas corpus mientras continúa la investigación.
Sin embargo, en junio de 2024 el fiscal José Domingo Pérez solicitó el cambio del estado de comparecencia con restricciones a prisión preventiva nuevamente para Keiko por haber roto las reglas de conducta de su comparecencia con restricciones, según la Fiscalía.
Un mes después, el Poder Judicial de Perú declaró instalado el juicio contra Keiko por presuntamente cometer los delitos de organización criminal, lavado de activos, falsa declaración en proceso administrativo, falsedad genérica y obstrucción a la justicia. Fujimori se ha declarado inocente de las acusaciones.
En 2019, Kenji Fujimori, hermano de Keiko, renunció junto con otros congresistas al partido Fuerza Popular liderado por su hermana y elevó las tensiones en una familia marcada por la política.
Y, en 2020, un juez dictó nuevamente prisión preventiva para Keiko Fujimori, en este caso por su presunta responsabilidad en lavado de activos y otros delitos relacionados con la causa Odebrecht. Aunque ese mismo año la decisión fue revocada y salió nuevamente en libertad.
En medio de todo esto, la candidata volvió a competir en las elecciones presidenciales de 2021, aunque su desempeño fue más modesto: obtuvo el segundo lugar en primera vuelta con el 13,41 % de los votos, frente al 18,92 % de Pedro Castillo.
Aunque en segunda vuelta, una vez más, se dio un resultado estrecho, con la victoria de Castillo.
En otro capítulo reciente en la historia de los Fujimori en Perú, Kenji Fujimori fue condenado a cuatro años de prisión, en 2022, por el delito de tráfico de influencias agravado.
En concreto, Kenji Fujimori y otros tres congresistas fueron acusados en 2018 de comprar votos para evitar la destitución del entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski, mientras se avanzaba en el indulto a su padre Alberto Fujimori.
Pero Kenji Fujimori rechazó las acusaciones, alegando que se había tergiversado la información.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.