La guerra de Israel contra Gaza y El Líbano no ha mostrado signos de disminuir, a pesar de la muerte del líder de Hamás Yahya Sinwar, tras un año de persecución.
(CNN) — Al menos 87 personas murieron en un ataque aéreo israelí que alcanzó varios edificios de varios pisos durante la noche del sábado en Beit Lahia, en el norte de Gaza, informó el Ministerio de Sanidad del enclave.
El número de muertos incluye 27 cadáveres recuperados hasta ahora y 60 personas bajo los escombros. Más de 40 personas han resultado heridas, entre ellas, varios casos muy graves, según el ministerio.
CNN no puede confirmar las cifras, pero coinciden con las facilitadas por el hospital Kamal Adwan, donde han sido trasladadas las víctimas.
Imágenes gráficas mostraban los cadáveres de varios niños entre los muertos, muchos de ellos con heridas graves. Otros vídeos mostraban numerosas bolsas con cadáveres en el hospital, en medio del dolor de los familiares.
Los dolientes reaccionan junto a los cuerpos de los palestinos muertos en los ataques israelíes en el hospital Kamal Adwan en Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza en esta imagen fija tomada de un vídeo el domingo. Reuters vía CNN Newsource
Las imágenes de la noche mostraron a los equipos de rescate limpiando toneladas de escombros en busca de supervivientes y víctimas. Las imágenes a la luz del día parecen mostrar que dos o tres edificios de departamentos de gran tamaño fueron arrasados por el impacto.
Un hombre no identificado en el lugar de los hechos dijo el domingo por la mañana que había personas desplazadas en cuatro casas destruidas. “Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que ponga fin a la guerra”, dijo. “Se lo rogamos, somos civiles sin conexión con nadie. Exigimos que paren la guerra”.
Otra mujer, llorando entre los daños, dijo que una mujer le había sujetado las piernas mientras estaba bajo los escombros. “Estábamos sentadas hablando cuando, de repente, un gran bloque de hormigón cayó sobre nosotras”, relató. “¿Qué queda? Han matado a toda la gente”.
La mujer dijo que Israel “ordenó a la gente que fuera a Beit Lahia y los bombardeó allí”.
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El ejército israelí ha emitido varias órdenes de evacuación para el norte de Gaza este mes, donde ha reanudado su ofensiva terrestre.
CNN se ha puesto en contacto con el ejército israelí para obtener nuevos comentarios sobre el ataque. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) desestimaron anteriormente los informes de la Oficina de Información Gubernamental dirigida por Hamás en Gaza de que 73 personas habían muerto como exagerados, diciendo que opera de una “manera precisa y dirigida”.
El director del hospital Kamal Adwan, Hussam Abu Safiya, declaró a CNN a primera hora del domingo que un “gran número” de personas han muerto y resultado heridas y “han sido trasladadas al hospital en medio de una grave escasez de personal médico y suministros”, y que muchos de los heridos “corren riesgo de muerte debido a la imposibilidad de tratarlos”.
El director del hospital también dijo que la zona alrededor del hospital está siendo objeto de “bombardeos y disparos directos”.
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El Dr. Maher Shamiya del hospital dijo a CNN que el personal estaba “trabajando bajo presión, bajo miedo, bajo destrucción y bajo heridas”.
El ataque aéreo se produce mientras el ejército israelí intensifica de nuevo sus operaciones en el norte de Gaza, afirmando que Hamás se está reagrupando en la zona, y mientras Israel prosigue su guerra contra Hezbolá en el sur del Líbano. El ejército declaró haber atacado el cuartel general de los servicios de inteligencia de Hezbolá a primera hora del domingo.
La guerra de Israel en ambos frentes no ha mostrado signos de disminuir, a pesar de la muerte del líder de Hamás Yahya Sinwar tras un año de persecución.
La muerte de Sinwar es el último golpe asestado al grupo militante palestino en Gaza, donde según el Ministerio de Salud del enclave han muerto más de 42.000 personas desde el 7 de octubre. Sin embargo, funcionarios occidentales han afirmado que este momento crucial podría aprovecharse para consolidar un alto el fuego y recuperar a los rehenes que siguen atrapados en el territorio asediado.