El buque de guerra HMS Queen Elizabeth ya estaría operativo y en sólo cinco días tendría una flota completa en acción, un anuncio que generó preocupación en el gigante asiático ante los posibles ensayos que pondrían presión en el mar de China meridional.
(CNN) — Gran Bretaña vuelve a ser oficialmente una potencia de portaaviones.
La Royal Navy anunció el lunes que el Carrier Strike Group del Reino Unido, centrado en el buque de guerra más grande de Gran Bretaña, el HMS Queen Elizabeth, había alcanzado la capacidad operativa inicial.
La designación significa que el portaaviones de 65 mil toneladas, sus activos aéreos, incluidos los aviones de combate y helicópteros furtivos F-35, así como sus destructores, fragatas, submarinos y barcos de suministro de escolta, están listos para desplegarse dentro de los cinco días posteriores a la recepción de las órdenes para hacerlo.
Los pilotos calificados y las tripulaciones de tierra están al tanto.
“Este es un hito enormemente significativo para el HMS Queen Elizabeth, la Royal Navy y todo el país. Este logro es un testimonio de la determinación de nuestro personal de servicio y fuerza laboral de la industria que han entregado esta capacidad militar de primer nivel, una capacidad que solo posee un puñado de naciones “, dijo el ministro de Defensa del Reino Unido, Jeremy Quin, en un comunicado.
El comandante del grupo de ataque de portaaviones, el comodoro Steve Moorehouse, promocionó la preparación de su unidad en una publicación de Twitter.
“En términos prácticos, mi Grupo de Ataque se encuentra ahora en Muy Alta Preparación, lo que significa que tenemos un aviso de 5 días para desplegar, si es necesario, en respuesta a eventos globales y en defensa de los intereses británicos“, tuiteó Moorehouse.
En un tweet de seguimiento, insinuó lo que está por venir. El personal del grupo de ataque de portaaviones está planeando el primer despliegue operativo de la Reina Isabel, que Moorhouse dijo que abarcaría el grupo de trabajo en tiempo de paz más grande de la Royal Navy en 25 años y sería una prueba del compromiso de Gran Bretaña de mantener la seguridad mundial: “una demostración visible de Gran Bretaña global“, lo llamó Moorhouse.
Las fechas específicas para el primer despliegue aún no se han anunciado.
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Desde 2017, los funcionarios de defensa del Reino Unido han dicho que el primer despliegue del portaaviones incluiría Asia y el Pacífico en una ruta desde Gran Bretaña que probablemente lo llevaría a través del mar de China meridional.
“El Reino Unido es una potencia global con un interés verdaderamente global… debemos estar preparados para competir por nuestros intereses y nuestros valores lejos, lejos de casa”, dijo el entonces ministro de Defensa del Reino Unido, Gavin Williamson, en 2019.
El portaaviones llevaría su contingente de aviones de combate furtivos F-35 de última generación a una región donde “China está desarrollando su capacidad militar moderna y su poder comercial“, dijo Williamson en un discurso al think tank Royal United Services Institute en Londres.
Pero China desaprueba la presencia de buques de guerra extranjeros en el mar de China meridional. Beijing reclama casi todo el mar de China meridional de 3,3 millones de kilómetros cuadrados como su territorio.
Incluso antes del anuncio de preparación de la Royal Navy del lunes, los oficiales militares chinos advirtieron a Londres que no interfiera en la región.
“Creemos que el mar de China meridional no debería convertirse en un campo de batalla para la competencia de las grandes potencias, o un mar lleno de buques de guerra itinerantes”, dijo el coronel Tan Kefei, portavoz del Ministerio de Defensa de China, en una conferencia de prensa el 31 de diciembre informada por la agencia de medios dirigida por el estado chino Xinhua en una publicación en el sitio web oficial en inglés del ejército chino.
Las potencias extranjeras que envían sus buques de guerra al mar de China meridional, donde China ha construido bases militares en islas artificiales, estaban detrás de la “militarización” de la vía fluvial, dijo Tan.
“El ejército chino tomará las medidas necesarias para proteger la soberanía nacional, la seguridad y sus intereses de desarrollo, así como salvaguardar la paz y la estabilidad en la región”, dijo.
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Los comentarios de Tan siguieron a un informe publicado a fines del año pasado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la cual Gran Bretaña es un actor importante, que calificó el ascenso del ejército chino como una amenaza para la alianza.
“China tiene una agenda estratégica cada vez más global, respaldada por su peso económico y militar. Ha demostrado su voluntad de usar la fuerza contra sus vecinos, así como la coerción económica y la diplomacia intimidatoria mucho más allá de la región del Indo-Pacífico“, dijo el informe de la OTAN.
“Es cada vez más probable que China proyecte poder militar a nivel mundial, incluso potencialmente en el área euroatlántica”.
Sin embargo, la presencia británica en el mar de China meridional no carece de precedentes. En 2018, el buque de asalto anfibio de la Royal Navy HMS Albion se acercó a las islas Paracel reclamadas por los chinos en el Mar de China Meridional en lo que Beijing llamó una “acción provocadora”.
Y en 2019, los buques de guerra del Reino Unido y los EE.UU. realizaron seis días de simulacros coordinados en el mar de China meridional.
Se espera que la cooperación entre el Reino Unido y los Estados Unidos continúe con el próximo despliegue de la aerolínea en Asia-Pacífico.
Cuando el Queen Elizabeth realizó ejercicios a gran escala en el Atlántico el otoño pasado, los aviones de combate F-35B de la Infantería de Marina de los EE.UU. y los F-35 de la Royal Navy estaban a bordo, formando la mayor concentración de cazas furtivos de quinta generación que jamás haya existido en el mar. Ese mismo contingente de aviones está previsto para el despliegue en el Pacífico.
Cuando comenzaron esos ejercicios para el grupo de ataque de portaaviones, Moorhouse, su comandante, notó la importancia.
“Protegido por un anillo de destructores avanzados, fragatas, helicópteros y submarinos, y equipado con cazas de quinta generación, el HMS Queen Elizabeth puede atacar desde el mar en el momento y lugar que elijamos; y con nuestros aliados de la OTAN a nuestro lado , estaremos listos para luchar y ganar en las circunstancias más exigentes “, dijo en un comunicado el otoño pasado.
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