La capacidad máxima de la nave estaba pensada para 60 personas. Se desconoce la causa exacta del suceso.
El ferry turístico Sinar Bangun tenía una capacidad máxima de 60 personas.
Pero cuando el sol comenzó a ponerse el lunes por la noche, se cree que más de 200 personas se apretujaron a bordo del pequeño y destartalado barco para realizar un viaje de 40 minutos por el lago Toba, en la provincia indonesia de Sumatra del Norte.
Muchos de los que iban a bordo eran familias jóvenes que regresaban a su hogar para celebrar Eid al-Fitr, la fiesta musulmana que marca el final del mes sagrado de Ramadán, que este año dura hasta el 21 de junio.
En 20 minutos, la mayoría de esos pasajeros estarían muertos, atrapados dentro de la cabina principal del barco cuando se volcó y se hundió.
Momentos antes del accidente, se cree que las olas altas de hasta tres metros habían sacudido el bote, meciéndolo de un lado a otro.
Los equipos de rescate buscan víctimas en el puerto de ferrys del lago Toba, en la provincia de Sumatra del Norte de Indonesia.
“Cuando el barco comenzó a inclinarse, salté al agua y nadé tan lejos como pude”, dijo Rudi Wibowo, una de las únicas 18 personas que han sido sacadas del agua con vida, todas a unas pocas horas del hundimiento.
Wibowo había estado en la isla de Samosir, en el medio del lago Toba, como parte de un viaje de campamento con nueve amigos. Los vio ahogarse a todos.
La mayoría de los que sobrevivieron estaban fuera, en la cubierta delantera, ya que habían llegado tarde y las áreas de asientos estaban llenas, Wibowo le dijo a CNN, que estuvo en el agua durante una hora antes de ser rescatado.
“Los pasajeros en el interior no pudieron romper las ventanas y escapar”, dijo Wibowo.
Las familias esperan noticias de sus seres queridos, que se cree que se ahogaron a bordo del ferry turístico.
No había suficientes chalecos salvavidas
Los servicios de emergencia indonesios creen que la mayoría de los cuerpos de las víctimas aún están atrapados dentro del Sinar Bangun de dos niveles en el fondo del lago, que tiene unos 505 metros de profundidad.
“Ahora consideramos que esto es un esfuerzo de recuperación en lugar de una búsqueda y rescate debido a la cantidad de tiempo que ha transcurrido desde el hundimiento”, dijo Wanda Ketaren, funcionaria de la Junta Nacional de Desastres de Indonesia.
18 personas fueron salvadas del agua cuando se hundió el ferry el 18 de junio.
Surya Dharma, un primer sargento en la Fuerza Aérea de Indonesia, fue uno de los primeros militares en la escena.
“Los sobrevivientes nos dijeron que los padres tenían que elegir entre tratar de proteger a sus hijos al permanecer en el bote y esperar que no se hundiera, o saltar al agua y verlos ahogarse”, dijo.
El alto mando militar agregó que muchos de los pasajeros no sabían nadar y no había suficientes chalecos salvavidas a bordo.
Hasta el miércoles, el número de personas desaparecidas había aumentado a 192, según las cifras proporcionadas a CNN por el vocero de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia, Dedi Karyadi.
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El primer sargento Surya Dharma fue uno de los primeros militares en la escena en el lago Toba.
“Por favor, no dejes que sea mi hijo”
Los esfuerzos de recuperación se han complicado por la falta de una lista de embarque oficial de pasajeros.
Sin ninguna forma de saber las cifras exactas a bordo del barco afectado, las autoridades indonesias se basan en estimaciones proporcionadas por familiares que llegaron tras las noticias del accidente.
Nurhayati, que solo tiene un nombre, se dirigió al puerto de Tigaras, el destino previsto del barco, con la esperanza de recibir noticias de su hermano, Yudi, de 30 años, que estaba de visita con motivo de las vacaciones de Eid en casa en Pekanbaru, en la provincia de Riau.
Él estaba viajando con su mujer y su hijo de dos años, y publicó una foto en Facebook de su familia en el ferry a las 11 a.m. del martes, con planes de volver más tarde en ese día. Su teléfono ahora está inactivo.
“Ninguno de ellos sabía nadar”, dijo Nurhayati, secándose las lágrimas en el improvisado centro de crisis establecido por las autoridades.
Otro miembro de una familia buscando respuestas de forma desesperada era Suparmi, quien también usa un solo nombre y quien llegó al centro a las 10 a.m. del martes en busca de su hijo de 23 años, Muhammad Apriani Sutomo.
Él estaba con su novia y le dijo a su madre que planeaba visitar el lago como parte de un viaje de un día.
Suparmi ha estado llamando a su teléfono desde que no regresó a casa, y la familia de su novia no ha podido contactar con ella.
“Por favor no dejes que sea mi hijo. Dijo que todo lo que quería hacer era pasar el día nadando”, dijo, antes de cubrirse la cara con las manos.
Suparmi espera noticias de su hijo desaparecido.
A pesar del lento avance, tanto Nurhayati como Suparmi son reacias a criticar el esfuerzo de búsqueda y rescate, que también se ha visto obstaculizado por los fuertes vientos y la escasa visibilidad.
Para ambas, la espera agonizante de noticias de sus seres queridos continúa, y Nurhayati insta a los equipos de búsqueda y rescate a no darse por vencidos.
Aunque cree que su hermano, su esposa y su sobrino se han ahogado, ella sigue esperando que los encuentren.
“No me importa si recupero sus cuerpos”, dijo, “no puedo descansar sin saber dónde están”.
Un error humano
Se desconoce la causa exacta del accidente, y las autoridades señalan tanto el mal tiempo como la sobrecarga como posibles factores.
Sin embargo, el jefe de policía de Simalungun Regency, Liberty Pandjaitan, dijo a CNN que los investigadores creen que el “error humano” también estuvo involucrado.
Se está llevando a cabo una operación de búsqueda y rescate, pero se ha visto obstaculizada por el mal tiempo.
“El capitán del barco fue encontrado con vida y ha sido detenido”, dijo Pandjaitan, quien dijo que la policía no revelaría los detalles del caso públicamente por temor a represalias contra su familia.
El lago Toba es una popular opción de turismo en el norte de Sumatra ya que es el lago de cráter más grande del mundo, que abarca 1.130 kilómetros cuadrados.
El gobierno indonesio declaró recientemente el área como una de las “10 Nuevas Balis”, una nueva estrategia de crecimiento turístico, y una idea original del presidente de Indonesia, Joko “Jokowi” Widodo, diseñada para atraer visitantes extranjeros a otras partes del país.
La estrategia también incluyó la apertura del aeropuerto internacional de Silangit, a una hora en auto del lago Toba, en octubre de 2017.
A pesar de un esfuerzo concertado para alentar a más visitantes extranjeros al Lago Toba, los funcionarios no han podido confirmar si algún extranjero iba a bordo del ferry.