Emile Ratelband asegura que se siente -y que se ve- de 40 o 45 años, y que la edad que sale en su cédula de identidad lo ha perjudicado a la hora de concertar citas con mujeres.
“Siento que tengo entre 40 y 45 años, pero en mis documentos pone que tengo 69 años. Sufro la discriminación que supone la edad en estos tiempos”. Con esas palabras el ciudadano holandés Emile Ratelband busca ganar una batalla judicial que le permita restarse más de 20 años en su documento de identidad.
Ratelband, que se ha hecho conocido mundialmente por sus intentos de rejuvenecer legalmente, aseguró que se siente “rechazado por todo el mundo”.
Sus principales problemas, asegura, son que no puede “flirtear de la misma forma, ni pedir una hipoteca o encontrar el trabajo que quiero”.
Según él, su edad no se ajusta a su físico. Dice que cuando pone en Tinder que tiene 69 años, ninguna mujer contesta a sus peticiones. En cambio, cuando se quita 20 años, el panorama cambia “radicalmente”.
“Cuando tenga 49, y con esta cara, voy a estar en una posición de lujo”, dijo a The Guardian.
El hombre compara esta intervención con el cambio de sexo o un trasplante al corazón. Es por eso que busca poder hacerlo “de forma legal, en lugar de mentir” en redes sociales.
Ratelband es padre de siete hijos, de tres relaciones diferentes y ha estado casado dos veces.
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