Incendios forestales: La importancia de la cooperación de la UE y despliegue de los brigadistas internacionales

Por CNN Chile

16.02.2023 / 21:51

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La cooperación internacional en la Unión Europea se coordina por medio de su Mecanismo de Protección Civil, y está disponible para cualquier país miembro de Naciones Unidas. En medio de las emergencias de los incendios forestales en la zona centro-sur, la entidad ha brindado apoyo a Chile, a través del despliegue de brigadistas que están se encuentran trabajando entre 10 y 12 horas diarias en primera línea contra el fuego.


(EFE) – Los países del sur de la Unión Europea (UE) se han convertido en uno de los actores clave en la lucha contra los incendios en Chile, con cerca de 270 efectivos portugueses, españoles, italianos y franceses desplegados en la zona devastada, donde las llamas siguen activas y se han cobrado ya la vida de 25 personas.

Ante la gran magnitud de la tragedia, la agencia de ayuda de la UE ha gestionado, por su parte, tres grupos de expertos antiincendios más: 144 bomberos especializados portugueses, 80 españoles y 44 franceses, explicó hoy a Efe el encargado de comunicación en Latinoamérica del departamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la UE, Daniele Pagani.

“Los efectivos antiicendios chilenos tienen una calidad muy alta, pero ha habido tal cantidad de incendios de manera simultánea, con condiciones tan adversas de calor, poca humedad y viento, que sus energías se agotan”, argumentó.

Los equipos europeos se unieron a los que ya dispone la Corporación Nacional Forestal chilena (Conaf), encargada de combatir los fuegos; la capacidad de cada contingente se coordina de manera centralizada para así aunar esfuerzos con los conocimientos de cada equipo.

Gran experiencia

En concreto, detalló Pagani, el personal europeo desplegado en Chile es experto en luchar contra incendios forestales en zonas de difícil acceso, con poca agua y pocos recursos, lo que, junto con las aeronaves antiincendios chilenas que lanzan agua desde el cielo, sirve para combatir los fuegos en zonas complicadas como congostos poco accesibles.

Este jueves, el equipo español estaba cerca de la ciudad de Chillán, a 370 kilómetros al sur de Santiago, en un megaincendio que lleva activo 15 días y que, si bien se había conseguido controlar, el viento lo reactivó; los franceses, por su parte, trabajan cerca de la ciudad de Temuco, más al sur.

Por último, remarcó Pagani, los portugueses fueron determinantes este miércoles para controlar un gran incendio cerca de la ciudad de Concepción, en la costa.

“Los efectivos de la Unión Europea trabajan entre 10 y 12 horas diarias, y no es un trabajo teórico, sino que tiene una plasmación directa en ayudar a contener el fuego”, dijo el enviado de la UE.

Portugal, España y el sur de Francia son zonas golpeadas cada verano por grandes incendios, lo que ha llevado a que esos países hayan desarrollado un conocimiento amplio en el combate de los fuegos forestales.

Cooperación regular

La relación entre Chile y los países de la UE en la lucha contra los incendios se remonta a años atrás.

Por ejemplo, hace más de una década, varios bomberos chilenos murieron en Portugal combatiendo una ola de grandes incendios que sacudió al país.

“Chile y Portugal tienen una hermandad desde hace tiempo”, señaló Pagani.

La ayuda internacional de la UE en catástrofes de todo tipo se coordina a través de su Mecanismo de Protección Civil, y está disponible para cualquier país miembro de Naciones Unidas que así lo requiera a las instituciones europeas.

Los incendios en Chile comenzaron a principios de febrero en las regiones del Ñuble, Biobío y la Araucanía, entre 370 y 600 kilómetros al sur de la capital, dejando cerca de 6.000 damnificados y más de 400.000 hectáreas calcinadas.

Cada periodo estival los incendios forestales queman en Chile cerca de 100.000 hectáreas, pero este año los devastadores fuegos llevan ya más de 430.000 hectáreas, la mayoría en el centro-sur del país.

La falta de medios para confrontar los incendios, la mala gestión forestal en el centro-sur y las adversas condiciones climáticas agravadas por el cambio climático aceleraron la tragedia, que se ha convertido en la más mortífera de esta naturaleza en el país.