Un día antes del atentado, funcionarios estadounidenses difundieron información procedente de Israel que indicaba una actividad inusual por parte de Hamás. Sin embargo, no está claro si alguna de estas evaluaciones estadounidenses se compartió con Israel, que proporciona gran parte de la inteligencia en la que Estados Unidos basa sus informes.
(CNN) – La comunidad de inteligencia de EE.UU. produjo al menos dos evaluaciones basadas en parte en la inteligencia proporcionada por Israel, advirtiendo al gobierno de Biden de un mayor riesgo de conflicto palestino-israelí en las semanas previas al ataque sísmico del sábado en el sur de Israel, según fuentes familiarizadas con la inteligencia.
Una actualización del 28 de septiembre advertía, basándose en múltiples flujos de inteligencia, que el grupo terrorista Hamás estaba preparado para intensificar los ataques con cohetes a través de la frontera. Un cable de la CIA del 5 de octubre advertía en general de la creciente posibilidad de violencia por parte de Hamás. Después, el 6 de octubre, un día antes del atentado, funcionarios estadounidenses difundieron información procedente de Israel que indicaba una actividad inusual por parte de Hamás, indicios que ahora están claros: el atentado era inminente.
Ninguna de las evaluaciones estadounidenses ofrecía detalles tácticos o indicaciones del abrumador alcance, escala y brutalidad de la operación que Hamás llevó a cabo el 7 de octubre, según las fuentes. No está claro si alguna de estas evaluaciones estadounidenses se compartió con Israel, que proporciona gran parte de la inteligencia en la que Estados Unidos basa sus informes.
Israel, Gaza y la Ribera Occidental también figuran en una lista de “puntos calientes” que se incluye casi a diario en las sesiones informativas de los servicios de inteligencia dirigidas a altos funcionarios, según una persona que recibe dichas sesiones.
Las evaluaciones son redactadas por la comunidad de inteligencia para informar a los responsables políticos y posibilitar que tomen decisiones.
“El problema es que nada de esto es nuevo”, dijo una de las fuentes familiarizadas con la información. “Esto es algo que históricamente ha sido la norma entre Hamás e Israel. Creo que lo que ha ocurrido es que todo el mundo vio estos informes y se quedó en plan: ‘Sí, claro, pero ya sabemos cómo será esto'”.
Sin embargo, las valoraciones formaban parte de una oleada de advertencias de alto nivel dirigidas al gobierno de Biden tanto por su propia comunidad de inteligencia como por sus aliados de Cercano Oriente a lo largo del año pasado, lo que suscitó dudas sobre si Estados Unidos e Israel estaban debidamente sensibilizados ante el riesgo.
Tanques israelíes se mueven cerca de la frontera de Gaza mientras el ejército israelí despliega vehículos militares alrededor de Gaza, el 12 de octubre de 2023. Crédito: Mostafa Alkharouf/Anadolu/Getty Images)
Un alto funcionario de un país árabe de la región afirmó que su país había planteado repetidamente a funcionarios estadounidenses e israelíes su preocupación por el hecho de que la ira palestina estuviera alcanzando un nivel peligroso. “Pero nunca escucharon cada vez que les advertimos“, dijo el funcionario.
Un embajador de Medio Oriente en Washington también declaró a CNN que su gobierno había advertido en repetidas ocasiones a la Casa Blanca y a los servicios de inteligencia estadounidenses de la acumulación de armas de Hamás y de la furia entre los palestinos, que estaba a punto de estallar.
“Las armas que existen en Gaza están más allá de la imaginación de cualquiera“, advirtieron, según el embajador. “Las armas que existen en la Ribera Occidental, a través de Hamás, también se están convirtiendo en un problema real y el control de Hamás sobre la Ribera Occidental es un problema real”.
“Esto en cada reunión, en cada encuentro en el último año y medio”, añadió el embajador.
Y en febrero, el director de la CIA, Bill Burns, dijo ante una audiencia en la Escuela de Servicio Exterior de Georgetown que estaba “bastante preocupado por las perspectivas de una fragilidad aún mayor y una violencia aún mayor entre israelíes y palestinos”.
“Yo no llegaría a la conclusión de que la comunidad de inteligencia no estaba siguiendo esto desde un nivel estratégico, de hecho lo estaban haciendo“, dijo un funcionario estadounidense a CNN.
Sin embargo, esas advertencias estratégicas no ayudaron en nada a los funcionarios estadounidenses o israelíes a predecir los acontecimientos del 7 de octubre, cuando más de 1.000 combatientes de Hamas cruzaron la frontera con Israel en una operación que dejaría más de 1.000 israelíes muertos. Para la mayoría de los funcionarios estadounidenses e israelíes que seguían la información de inteligencia, la expectativa era que probablemente solo se produciría otra ronda de violencia a pequeña escala por parte de Hamás, tal vez algunos disparos de cohetes que el Domo de Hierro de Israel interceptaría, explicó una fuente familiarizada con la información de inteligencia.
“Si hubiéramos sabido o supiéramos de un ataque inminente contra un aliado, informaríamos claramente a ese aliado”, dijo este viernes el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
Altos funcionarios del gobierno de Biden, así como actuales y antiguos responsables de los servicios de inteligencia, siguen afirmando que siguen centrados en la crisis actual e insisten en que es demasiado pronto para revisar cómo se pasó por alto la planificación de un ataque tan masivo.
Varios funcionarios y exfuncionarios de los servicios de inteligencia, así como algunos legisladores informados por los servicios de inteligencia estadounidenses, rechazaron la idea de que la falta de advertencia táctica del ataque fuera responsabilidad de Estados Unidos, porque gran parte de la información de los servicios de inteligencia estadounidenses sobre Gaza procedía de Israel.
La madre (izq.), la hermana (der.) y los familiares más cercanos de Valentin (Eli) Ghnassia, de 23 años, muerto en un combate con militantes de Hamas en el kibutz Be’eeri, cerca de la frontera israelí con Gaza, reaccionan durante su funeral, el 12 de octubre de 2023 en Jerusalén, Israel. Crédito: Alexi J. Rosenfeld/Getty Images
Otra fuente familiarizada con los servicios de inteligencia resumió la opinión de Estados Unidos: “Israel no vio las señales de esto, no nosotros. Tenemos un nivel de confianza en el Shin Bet, las FDI, el Mossad y otros”.
El diario The New York Times también informó de la existencia de algunos de los informes que no fueron comunicados al presidente Joe Biden.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la CIA declinaron hacer comentarios. “No hubo ninguna información que advirtiera del ataque terrorista con anticipación“, dijo a CNN un funcionario del gobierno de Biden.
Señales perdidas
Basándose en las conversaciones mantenidas con docenas de funcionarios y exfuncionarios de los servicios de inteligencia, el ejército y el Congreso, los funcionarios y legisladores estadounidenses coinciden en que la incapacidad de Israel para predecir la explosión de ira latente en Gaza se debió principalmente a la falta de imaginación.
Es probable que Hamás ocultara la planificación de la operación mediante medidas de contraespionaje a la antigua usanza, como la celebración de reuniones de planificación en persona y el bloqueo de las comunicaciones digitales cuyas señales pueden rastrear los israelíes. Pero los funcionarios estadounidenses también creen que Israel se había vuelto confiado respecto a la amenaza que suponía Hamás y no reconoció los indicadores clave de que el grupo estaba planeando una operación a gran escala.
Por ejemplo, los funcionarios israelíes no reconocieron los ejercicios rutinarios de entrenamiento de Hamás como una señal de que el grupo estaba preparando un ataque inminente. Según una investigación de CNN, los combatientes se entrenaron para el ataque en al menos seis lugares de Gaza, incluido uno situado a menos de un kilómetro y medio de la frontera con Israel.
“Hubo numerosos indicios de un cambio de postura general por parte de Hamás y de un giro tanto en la retórica pública como en la postura hacia la violencia y los ataques en general”, declaró una fuente familiarizada con los servicios de inteligencia estadounidenses.
En general, la postura pública del gobierno de Biden en el periodo previo al atentado tampoco reflejaba una mayor sensación de alarma sobre el potencial de violencia. La evaluación anual de la comunidad de inteligencia sobre las amenazas mundiales, publicada en febrero, no menciona a Hamás.
“La región del Medio Oriente está hoy más tranquila de lo que ha estado en dos décadas”, declaró el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, en el Festival The Atlantic el 29 de septiembre.
“Sigue habiendo desafíos”, dijo Sullivan, citando “las tensiones entre israelíes y palestinos”. “Pero la cantidad de tiempo que tengo que dedicar hoy a las crisis y los conflictos en el Medio Oriente en comparación con cualquiera de mis predecesores, remontándonos al 11S se ha reducido significativamente”.
En el último año, Hamás se había abstenido de intervenir en dos pequeños enfrentamientos transfronterizos entre otro grupo extremista palestino e Israel. Israel creía que su política de ofrecer permisos de trabajo a los residentes de Gaza y permitir la entrada de dinero qatarí en el país había dado a Hamás algo que perder, y calmado al grupo.
“Hamás es muy, muy comedido y comprende las implicaciones de un nuevo desafío”, declaró Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional de Israel, a una cadena de radio israelí seis días antes del asalto.
También es posible que la operación de Hamás tuviera más éxito del previsto por el grupo, según dijeron un exfuncionario de inteligencia y otra fuente familiarizada con la inteligencia actual.
“Creo que es muy posible, probable, que Hamás haya superado con creces sus propias expectativas”, dijo la segunda persona. “Pensaban que organizarían este asalto y que habría un par de docenas de muertos, pero nunca que llegaría al nivel que alcanzó“.