Días atrás, el ministro de Defensa israelí advirtió que se iniciaba una "nueva era" de guerra; dichos que fueron seguidos de la confirmación por parte del Ejército de que su máximo comandante había "completado la aprobación de los planes para la zona norte" a lo largo de la frontera con el Líbano. Este viernes, al menos tres personas murieron y otras 17 resultaron heridas en un ataque en el sur de Beirut que tenía como objetivo a un alto cargo militar de Hezbollah.
(CNN) — Israel lanzó uno de sus más intensos bombardeos de este año contra objetivos de Hezbollah, en el Líbano, el jueves, horas después de que el líder del grupo militante condenara los ataques mortales con artefactos gemelos que, según dijo, cruzaron “todas las líneas rojas”.
Los audaces ataques coordinados de Israel, dirigidos contra miembros de Hezbollah con explosivos ocultos en localizadores y walkie-talkies, han vuelto a situar al Medio Oriente al borde de un conflicto mayor, casi un año después del ataque del grupo militante palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre, que dio lugar a la actual guerra en Gaza.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá de urgencia este viernes para debatir la situación.
Persiste la incertidumbre sobre si los ataques de Israel son precursores de una invasión terrestre a través de su frontera norte hacia el Líbano y hasta qué punto Hezbollah, respaldada por Irán y una de las fuerzas paramilitares más poderosas de la región, es capaz de responder, incluso cuando su líder prometió que “llegará un ajuste de cuentas”.
Esto es lo que se sabe hasta ahora.
En el Líbano, el miedo y el pánico se han apoderado de los residentes a medida que los atentados han interrumpido la vida cotidiana de sus habitantes con efectos mortales y espantosos. Un cirujano dijo a CNN que hay un largo camino hacia la recuperación de muchas de las personas mutiladas o en estado crítico tras la explosión de dispositivos inalámbricos en sus bolsillos o rostros.
Al menos 37 personas murieron en los atentados del martes y el miércoles, incluidos niños, y casi 3 mil resultaron heridas. Hezbollah afirma que al menos 38 de sus miembros han muerto desde el martes por la tarde, pero no ha proporcionado más detalles.
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En un discurso pronunciado el jueves, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah condenó los ataques gemelos, calificándolos de “masacres” que “cruzaron todas las líneas rojas” porque los artefactos estallaron en zonas públicas, con civiles entre los perjudicados.
Y aseveró que, aunque Hezbollah “sufrió un duro golpe”, “el ajuste de cuentas llegará”, y prometió que los atentados no acabarían con el grupo. También advirtió a Israel de que los combates en el frente libanés no se detendrán hasta que terminen las hostilidades en Gaza.
Mientras Nasrallah hablaba el jueves, jets israelíes sobrevolaron Beirut, lanzando bengalas y sacudiendo las ventanas con una oleada de estampidos sónicos que hicieron temer una escalada en la capital libanesa. Horas más tarde, Israel lanzó una andanada de ataques en Líbano, señalando haber llegado a alrededro de un centenar de lanzaderas de cohetes de Hezbolá y “sitios de infraestructura terrorista”.
Mientras tanto, Hezbolá dijo que lanzó al menos 17 ataques contra sitios militares en el norte de Israel.
Israel ha señalado su disposición para la guerra con Hezbollah.
La advertencia del ministro de Defensa israelí el miércoles de que se iniciaba una “nueva era” de guerra fue seguida de la confirmación por parte del Ejército de que su máximo comandante había “completado la aprobación de los planes para la zona norte” a lo largo de la frontera con Líbano.
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La reorientación hacia el norte se produce después de que Israel convirtiera en un nuevo objetivo de guerra devolver a los residentes diplomáticos a sus hogares cerca de la frontera septentrional tras haber sido evacuados debido a los ataques de Hezbolá.
Personas inspeccionan el lugar de un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut, Líbano, el 20 de septiembre. Mohamed Azakir/Reuters vía CNN Newsource
Al menos tres personas murieron y otras 17 resultaron heridas en el ataque israelí contra el sur de Beirut este viernes, según informó el Ministerio de Sanidad libanés. El objetivo del ataque israelí era un alto cargo militar de Hezbollah: Ibrahim Aqil, según una fuente de seguridad libanesa y la filial israelí de CNN Kan.
El gobierno estadounidense ha ofrecido una recompensa de $7 millones de dólares por Aqil, a quien acusa de haber desempeñado un papel en el atentado de 1983 en Beirut.
El edificio está situado en una zona densamente poblada; la cual es, también, un bastión de Hezbollah.
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