El Gobierno decretó el cierre de recintos como cines y gimnasios, y estableció que los bares sólo podrán permanecer abiertos hasta las 18:00 horas.
Cientos de personas están saliendo a las calles para protestar contra las últimas restricciones impuestas en Italia, las que tienen como objetivo frenar el avance del coronavirus. Milán, Roma y Nápoles son algunas de las ciudades donde se han registrado las mayores concentraciones.
La última medida aplicada por el Gobierno establece el cierre de los cines, teatros, salas de conciertos, piscinas y gimnasios hasta el 24 de noviembre. Además, bares y restaurantes sólo podrán abrir hasta las 18:00 horas.
Los italianos reclaman que estas medidas afectan su bolsillo. El país atraviesa su peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.
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El lunes fue la tercera jornada consecutiva de manifestaciones, protestas que, con el pasar de los días, se vuelven más violentas: se han registrado enfrentamientos entre civiles y policías, además de la destrucción de escaparates de tiendas.
Italia está presentando cada día cerca de 20 mil nuevos contagios de COVID-19 durante esta segunda ola.
Mientras tanto, la situación empeora en otros países de Europa.
En España se aplicó un toque de queda y en Francia se reportó el lunes un récord de nuevos contagios: más de 52 mil en un sólo día. Así, la idea de un nuevo confinamiento total en el continente sigue latente.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
