El ex asesor de seguridad nacional se prepara para publicar un libro que la Casa Blanca intenta frenar. Según Washington, el texto está “plagado de información clasificada”.
El ex asesor de seguridad nacional John Bolton afirma que el presidente Donald Trump le pidió a su homólogo chino, Xi Jinping, que lo ayudara a ganar las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, según un extracto de su libro de próxima publicación que fue publicado por The Wall Street Journal el miércoles.
Ese encuentro, según Bolton, tuvo lugar durante una reunión entre los dos líderes en junio de 2019 en Osaka, Japón, donde “Xi le dijo a Trump que la relación entre Estados Unidos y China era la más importante del mundo” y manifestó que “algunas figuras políticas estadounidenses (no identificadas) estaban haciendo juicios erróneos al pedir una nueva guerra fría con China”.
“Si Xi quería señalar a los demócratas o a algunos de nosotros sentados en el lado estadounidense de la mesa, no lo sé, pero Trump asumió de inmediato que Xi se refería a los demócratas. Trump dijo con aprobación que había una gran hostilidad hacia China entre los demócratas”, escribe Bolton en el periódico.
“Entonces Trump, asombrosamente, dirigió la conversación hacia las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, aludiendo a la capacidad económica de China y suplicando a Xi que se asegurara de que él ganara. Destacó la importancia de los agricultores y del aumento de las compras de soja y trigo por parte de China en el resultado electoral”, añade.
El ex asesor dijo que luego la conversación volvió al tema del acuerdo comercial, y Trump “propuso que por los restantes 350.000 millones de dólares de desequilibrios comerciales (según la aritmética de Trump), Estados Unidos no impondría aranceles, pero volvió a perseguir a Xi para que China comprara tantos productos agrícolas estadounidenses como pudiera”.
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Bolton afirma que habría impreso las palabras exactas de Trump, pero “el proceso de revisión previa a la publicación del Gobierno ha decidido lo contrario”.
La acusación de que Trump pidió al líder de un importante adversario de Estados Unidos que le ayudara a ganar las próximas elecciones resonará en Washington seis meses después de que el presidente fuera sometido a juicio político, acusado de buscar la ayuda de Ucrania en su intento de reelección. Trump pidió abiertamente a China el año pasado que investigara a su oponente demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden, y se ha negado a aceptar la conclusión de las agencias de inteligencia de Estados Unidos de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 para tratar de ayudarlo a ganar.
La revelación llega en momentos en que la campaña de Trump ha intentado hacer de China un tema central de las elecciones de 2020, presentando al presidente como más duro con Beijing que Biden.
Según el extracto publicado en el diario, después de que Xi se mostrara dispuesto a reabrir las discusiones comerciales, Bolton afirma que Trump ensalzó al líder chino como el más grande en la historia de ese país.
“Las conversaciones de Trump con Xi reflejaron no sólo la incoherencia en su política comercial, sino también la confluencia en la mente de Trump de sus propios intereses políticos y los intereses nacionales de Estados Unidos”, escribe Bolton en el extracto. “Trump mezcló lo personal y lo nacional no sólo en cuestiones comerciales, sino en todo el campo de la seguridad nacional. Me es difícil identificar cualquier decisión importante de Trump durante mi período en la Casa Blanca que no haya sido impulsada por los cálculos de reelección”, agrega.
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Bolton describió una letanía de asuntos relacionados con China en la que Trump subvirtió la posición de Estados Unidos basado en conversaciones o gestos para Xi —tarifas, telecomunicaciones, protestas en Hong Kong, incluso la detención masiva de musulmanes uigures por parte de China—.
“En la cena de apertura de la reunión del G-20 en Osaka en junio de 2019, con sólo los intérpretes presentes, Xi le había explicado a Trump por qué básicamente estaba construyendo campos de concentración en Xinjiang. Según nuestro intérprete, Trump dijo que Xi debía seguir adelante con la construcción de los campos, que Trump pensó que era exactamente lo que se debía hacer”, escribe Bolton.
El Departamento de Estado estima que más de un millón de uigures, kazakos, kirguises y miembros de otros grupos minoritarios musulmanes han sido detenidos por el gobierno chino en campos de internamiento, donde, según se informa, “son sometidos a tortura, tratos crueles e inhumanos como abuso físico y sexual, trabajos forzados y la muerte”. El secretario de Estado, Mike Pompeo, definió el trato de Beijing a los uigures como “la mancha del siglo”.
Sobre las masivas protestas a favor de la democracia en Hong Kong el año pasado, Bolton afirma que Trump dijo que no “quería involucrarse” y que “también tenemos problemas de derechos humanos”. En las últimas semanas, Trump ha anunciado acciones contra China por sus medidas contra la autonomía de Hong Kong.
The New York Times: Bolton dice que la investigación del juicio político debería haber estudiado las acciones de Trump más allá de Ucrania
Bolton dice que la investigación de juicio político de la Cámara de Representantes debería haber investigado a Trump por varias acciones potencialmente dudosas más allá de las relacionadas con Ucrania, según The New York Times, que obtuvo una copia del libro antes de su publicación.
Específicamente, Bolton destaca la voluntad de Trump de intervenir en investigaciones criminales “para, en efecto, hacer favores personales a dictadores que le gustaban”, y señala casos que involucran a firmas de abogados en China y Turquía, dijo el periódico. “El patrón parecía de obstrucción a la justicia como forma de vida, que no podíamos aceptar”, escribe Bolton, según The New York Times.
La publicación del libro de Bolton, titulado In the Room Where it Happened (“En la habitación donde sucedió”), está programada para la próxima semana, pero ha sido el foco de una batalla legal de meses de duración entre la Casa Blanca y el ex asesor de seguridad nacional.
La lucha legal por la publicación del libro, que se anuncia como una reprimenda interna a la política exterior de Trump, se intensificó el martes cuando el Gobierno de Trump acudió a los tribunales para intentar recuperar las ganancias de Bolton por el libro y para potencialmente detener su publicación, argumentando en una demanda que Bolton había incumplido los acuerdos de no divulgación y estaba arriesgando la seguridad nacional al exponer información clasificada.
Pero la acción legal de la Casa Blanca ha hecho poco para evitar que los detalles del libro de Bolton se hagan públicos, ya que The New York Times y otros medios de comunicación revelaron el miércoles que obtuvieron copias adelantadas.
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Además, Bolton publicó un artículo de opinión en The Wall Street Journal el miércoles titulado El escándalo de la política china de Trump, que describe a su ex jefe como un presidente de Estados Unidos que es demasiado susceptible a los halagos y a un Gobierno que “luchó por evitar ser absorbido por el agujero negro de las cuestiones comerciales entre Estados Unidos y China”.
La demanda, presentada en la corte federal de Washington el martes, alega que el manuscrito de más de 500 páginas de Bolton estaba “plagado de información clasificada”, y los fiscales dicen que Bolton se retiró de un proceso de investigación en curso de la Casa Blanca para el libro que había sido obligado a hacer como resultado de los acuerdos
“(Bolton) llegó a un acuerdo con Estados Unidos como condición para su empleo en uno de los puestos de seguridad nacional más sensibles e importantes en el Gobierno de Estados Unidos y ahora quiere incumplir ese acuerdo al decidir unilateralmente que el proceso de revisión previa a la publicación está completo y decidir por sí mismo si la información clasificada debe hacerse pública”, escriben los fiscales.
El abordaje legal del caso es uno de los intentos más extremos en los últimos años para evitar que un ex asesor de Trump relate su experiencia, y el largo intento del Gobierno de detener la publicación del libro tiene importantes implicaciones para la Primera Enmienda.