La tradición, que se realiza todos los 5 de diciembre, se ha extendido por siglos en la isla de Borkum, ubicada en el Mar del Norte, con una población de casi 5 mil habitantes, y ha causado conmoción en la opinión pública internacional por lo controversial de sus ritos.
La llegada de diciembre trae consigo ánimos navideños, principalmente asociados al cariño, tiempo en familia y celebración. Pero hay una parte del mundo en el que la llegada del este mes representa la realización de una tradición que ha causado conmoción en la opinión pública internacional.
Se trata del festival “Klaasohm”, tradición en honor a San Nicolás, en la que diversos hombres jóvenes salen a las calles disfrazados, para perseguir y golpear en el trasero a adolescentes por la noche.
La tradición, que se realiza todos los 5 de diciembre, se ha extendido por siglos en la isla alemana de Borkum, ubicada en el Mar del Norte, con una población de casi 5 mil habitantes, y ha causado estragos.
El festival tomó particular relevancia a nivel internacional tras un reportaje realizado por la emisora pública NDR, en el que se revelan los detalles de la ceremonia desde dentro.
Pese a que el ritual es exclusivo para los habitantes de la isla, los dos periodistas que realizaron el reportaje pudieron grabar diversas actividades de esta llamativa tradición.
Festival Klaasohm
La fiesta de Klaasohm inicia durante la tarde, con el encuentro de la comunidad en torno a hombres jóvenes, por lo regular, solteros, disfrazados con trajes tradicionales hechos con máscaras de piel de oveja y plumas de aves.
El rito es exclusivo, por lo que solo hombres pertenecientes a la Asociación de Jóvenes de Borkum, -fundada en 1830- pueden participar en la celebración.
Estos hombres de igual forma deben cumplir ciertos requisitos; dos de ellos deben tener entre 15 y 16 años, otros dos deben superar los 18, pero no los 20 años, y los últimos dos deben ser mayores de 20 años.
Durante la celebración, los 6 integrantes protagonizarán una “lucha entre machos”, en la que siempre ganará el más viejo de los hombres. Este enfrentamiento es solo para los isleños, por lo que turistas y periodistas tienen prohibido verlo.
Posteriormente, estos hombres saldrán a las calles, disfrazados con máscaras grotescas y trajes hechos con pelo de animal para “cazar” mujeres jóvenes.
Persecuciones que en muchas ocasiones terminan con los jóvenes sujetando a la mujer y golpeándola en el trasero con un cuerno de vaca.
“La gente que está a su alrededor, incluidos niños, vitorean mientras una mujer es golpeada”, consigna DW.
Denuncian agresividad de la tradición
No obstante, este año un grupo de mujeres anónimas de Borkum denunció la agresividad de los ataques que se practican esa noche.
A través de un comunicado público, acusaron que la tradición es degradante, quejándose de las consecuencias de los golpes; como el dolor y los moretones que quedan tras ser “cazadas”. Además, enfatizaron en la vergüenza que sienten tras el acto.
“Si quieres que te azoten el trasero con un cuerno, puedes hacerlo. Pero quien no quiera también debe ser respetado. En ningún día del año las mujeres deben quedarse en casa y no atreverse a salir a la calle por miedo a ser golpeadas”, señala la misiva.
El reportaje, que incluye entrevistas exclusivas a mujeres de la isla y a un hombre que participó del ritual, pero que ya no vive en Borkum, explica que a las niñas y jóvenes locales se les cría para creer que el ritual es un acto emocionante que forma parte de la identidad colectiva de la isla y una “diversión inofensiva“.
Por lo que en la mayoría de los casos, las mujeres participan en la tradición de manera voluntaria cuando son adolescentes.
Sin embargo, el grupo de mujeres que denunció la situación calificaron la experiencia como “dolorosa”.
“En Borkum, si hablas abiertamente de que quieres que esto acabe, te dicen que no entiendes la fiesta, que no estás honrando la tradición y que de alguna manera estás cediendo a la presión de fuera“, dice un hombre en anónimo que participó en el ritual, pero ya no vive en la isla.
Él también dijo que los hombres se sentirán más orgullosos si es que una mujer no puede sentarse durante cinco o seis días después de haber sido golpeada.
“Es un día exclusivamente masculino”: Opiniones de los isleños
El reportaje de la NDR también detalla que muchos de los isleños que hablaron abiertamente del ritual frente a cámara, insistieron posteriormente en que se borraran esas escenas.
Una isleña asegura que, pese a su disgusto con el ritual, la tradición es “importante para los hombres, ya que los Borkumers crecen así y así es como es. Es un día exclusivamente masculino“.
“Por eso hay que preguntarles a los hombres y ver qué tienen que decir al respecto”, añade.
El reportaje también reveló que las jóvenes golpeadas también reciben “la bondad de los Klaasohm”, al otorgarles una galleta de miel o jengibre a modo de “compensación”.
Pese a ser las autoridades locales; el alcalde de la isla, la policial y los organizadores del evento se negaron a dar declaración en el reportaje, que advierte que la poca cobertura del festival a través de redes sociales en pos del resguardo de las identidades de los hombres participantes.
Aunque tras la publicación del registro periodístico y la indignación de la población, las autoridades de Borkum dieron marcha atrás en su postura, reconociendo haber cometido un error al no haber dado testimonio, según consignó DW.
El presidente de la Asociación Borkumer Jungens eV 1830, -de la que forman parte los jóvenes que realizan esta tradición-, expresó que el reportaje publicado “pinta una imagen distorsionada del festival y contiene numerosas inexactitudes periodísticas. Es el resultado de que rechazamos todas sus solicitudes”.
Y aunque la asociación reconoció que la tradición puede resultar “controvertida”, argumentó que los golpes con cuernos de vacas ya no son tan comunes como lo fueron en el pasado
“Nos distanciamos expresamente de cualquier forma de violencia contra las mujeres y pedimos disculpas por las acciones de los años pasados basadas en la historia”, añadieron.
Pese a que la policía ya anunció “tolerancia cero” con actos de violencia hacia las mujeres, casi 200 isleñas se manifestaron para pedir la conservación del polémico festival.