Ubicada en la sede de la CIA, la obra contiene un código secreto que ha dejado perplejos a los mejores criptólogos durante décadas. Presentada el 3 de noviembre de 1990, contiene un desafío criptográfico que es considerado como unos de los misterios sin resolver que hay en el mundo.
VIDEO RELACIONADO – Fósil de reptil marino es descubierto en el desierto de Atacama (02:46)
En la sede de la CIA se encuentra una escultura que contiene un código secreto que ha dejado perplejos a los mejores criptólogos durante décadas.
A fines de la década de 1980, el artista Jim Sanborn recibió el encargo de crear una escultura para exhibir en la sede de la CIA en Langley, Virginia. Sabiendo que algunos de los principales funcionarios de inteligencia del mundo verían la pieza prácticamente todos los días, Sanborn hizo una obra de arte que es, en una palabra, desconcertante.
Presentada el 3 de noviembre de 1990, se llama Kryptos, y contiene un desafío criptográfico. Seguramente, alguien descifraría el código en sólo un par de semanas, pensó Sanborn, pero nadie lo hizo. Y, hoy, Kryptos sigue siendo uno de los misterios sin resolver más famosos del mundo.
“No pensé que duraría tanto tiempo -30 años- sin ser descifrado”, dice Sanborn.
Lee también: Estado de emergencia en Corea del Norte por primer caso de COVID-19
No tenía experiencia previa en la creación de códigos
Kryptos se ubica en un patio fuera de la sede de la CIA. Es una pantalla curva de cobre que mide 3,6 metros de alto y 6 metros de ancho, una obra llena de letras. “Corté con rompecabezas, a mano, casi dos mil letras”, comenta Sanborn.
El texto que cubre la escultura luce un caos para el ojo inexperto, pero Kryptos contiene cuatro mensajes distintos y codificados que juntos forman un enigma, según Sanborn.
Sanborn no tenía experiencia en el arte de escribir código antes de crear Kryptos. Y no era particularmente bueno en matemáticas. “Así que tuve que recurrir a alguien. ¿Serían los soviéticos? ¿Sería el Mossad? ¿Sería otra agencia de inteligencia?” bromea. “Casi los taché a todos porque probablemente no terminaría bien”, agrega.
El artista finalmente buscó orientación de Edward Scheidt, un experto en criptología y encriptación que había sido presidente del Centro Criptográfico de la CIA antes de retirarse.
Se convirtió en un experto
“Nos conocimos más o menos en secreto, y él me educó sobre el tema del código, los códigos modernos, los sistemas de codificación contemporáneos, al menos contemporáneo en el ’88”, comehta Sanborn.
Utilizando lo que aprendió de Scheidt, Sanborn compuso mensajes de texto codificados para incrustarlos en Kryptos usando diversas técnicas, incluidos patrones y matrices.
“Quería que se revelara como pelar capas de una cebolla”, afirma sobre el misterio tallado en Kryptos.
Tres de los mensajes codificados han sido descifrados a lo largo de los años por miembros de la NSA, la CIA y el público en general. Pero más de la cebolla necesita ser pelada.
Lee también: Médico experto llama a la honestidad en desarrollo de las vacunas: “Hay demasiadas sospechas y dudas”
Lo que dicen los mensajes
El primer mensaje dice: “Between subtle shading and the absence of light lies the nuance of iqlusion”. (En español sería algo como “entre el sombreado sutil y la ausencia de luz yace el matiz de iqlusion”).
“Iqlusion” no es un error tipográfico. Sanborn escribió mal la palabra “ilusión” intencionalmente. Era su forma de despistar a la gente.
El segundo mensaje, que también contiene un error ortográfico, comparte coordenadas de latitud y longitud para la CIA, insinúa que algo está enterrado allí y hace referencia a “WW”.
Las iniciales son un guiño a William Webster. Fue el jefe de la CIA en 1990 cuando se instaló Kryptos.
El tercer mensaje toma prestado escritos del arqueólogo Howard Carter sobre abrir la puerta de la tumba del rey Tut.
¿Entonces, qué significa todo esto? Eso es lo que sigue siendo un misterio. Estaremos un paso más cerca cuando alguien finalmente descifre el código detrás del cuarto mensaje.
Hay muchos que piensan que sí, pero según Sanborn, nadie lo ha hecho todavía. “Tengo un individuo que se contacta conmigo una vez por semana exactamente en el mismo segundo, creo que son los martes a las 8:23 de la mañana, con un descifrado, y esta persona ha estado haciendo esto durante dos años y medio”, asegura Sanborn.
Lee también: Desarrollan la primera mascarilla que inactiva el coronavirus
Las personas que intentan descifrarlo
Un criptólogo ha intentado resolver a Kryptos durante 20 años. Sanborn conoció a algunas de las personas que trabajan para resolver a Kryptos. Admira los esfuerzos de Elonka Dunin y dice que “probablemente sepa más sobre Kryptos que yo”.
Dunin, una criptóloga y desarrolladora de videojuegos, escuchó por primera vez sobre Kryptos a fines del 2000. Le encanta resolver acertijos, pero sabía que no podía entender a Kryptos sola.
Creó entonces un sitio web dedicado al código y se ha convertido en una red de personas comprometidas con un objetivo común.
“Nuestra comunidad de Kryptos está compuesta por personas de todo el mundo. Tenemos miles de personas interesadas en Kryptos, ya sea descifrándolo o ayudando a descifrarlo”, dice. “Algunos de ellos son descifradores de códigos profesionales. Otros son estudiantes”.
Los descifradores de códigos se reúnen regularmente
Dunin organiza eventos en los que los descifradores de códigos pueden increpar a Sanborn y a Scheidt en persona. Por lo general, se encuentran cada dos años en un restaurante o en el estudio de Sanborn en Maryland.
Sanborn aprecia el entusiasmo del grupo, especialmente dado que no hay recompensa por resolver Kryptos más allá de los derechos de fanfarronear. Dicho esto, no lo está haciendo más fácil para nadie.
A lo largo de los años, Sanborn ha compartido públicamente tres pistas de una palabra del escurridizo cuarto pasaje: “reloj”, “Berlín” y, más recientemente, “noreste”, para ayudar al proceso. Pero eso es todo.
Se mantiene sin resolver
Dunin no puede predecir exactamente cuándo sucederá. Pero ella cree que Kryptos se resolverá algún día. “Sentiría, personalmente, una inmensa sensación de alivio. Estaría fuera de mi alcance”, dice Dunin.
Y en este punto, a ella no le importa quién lo descubra. “No tengo que ser yo”, enfatiza. “Quiero verlo resuelto”.
¿Cree Sanborn, que mantiene oculta la solución de Kryptos en una caja de seguridad, que se resolverá? ¿Quiere incluso que se resuelva? “No estaría angustiado si terminara mañana”, reflexiona Sanborn. “Tal vez estaría aliviado”.