Trump dijo que iba a estudiar este iniciativa.
Los activistas que defienden los derechos a las armas lograron un acuerdo con el gobierno que les permitirá publicar en línea planos de armas imprimibles en 3D a partir del 1 de agosto.
El acuerdo pone fin a una batalla legal de varios años que empezó cuando Cody Wilson, que se describe como un anarquista posizquerda, publicó los planos para imprimir un arma en 3D que a la que él llamó “The Liberator” en 2013.
La pistola de un solo tiro fue hecha casi enteramente de plástico de acrilonitrilo butadieno estireno, conocido como plástico ABS por sus siglas en inglés —el mismo material del que están hecho los ladrillos de Lego— que puede ser producida en una impresora 3D. Las únicas partes de metal eran el percutor y una pieza de metal incluida para cumplir con la Ley de armas de fuego indetectables.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que Wilson y su organización sin fines de lucro Defense Distributed que desmantelaran los planes. Las autoridades dijeron que los planes podrían violar las Regulaciones del Tráfico Internacional de Armas (ITAR), que regula la exportación de materiales de defensa, servicios e información técnica.
En esencia, las autoridades dijeron que alguien de otro país —un país al que Estados Unidos no le venda armas— podría descargar el material y hacer su propia arma.
Wilson lo cumplió, pero dijo que los archivos ya habían sido descargados un millón de veces. Él demandó al gobierno federal en 2015.
El acuerdo
El acuerdo, que data del 29 de junio de 2018, dice que Wilson y Defense Distributed pueden publicar los planos, archivos y dibujos en 3D de cualquier manera y los exime de las restricciones de exportación. El gobierno también acordó pagarle casi 40.000 dólares de los honorarios legales de Wilson y reembolsar algunas tarifas de registro.
El acuerdo no se había hecho público, pero los abogados de Wilson le proporcionaron una copia a CNN.
“Pedimos la luna y supusimos que el gobierno lo rechazaría, pero ellos no quisieron ir a juicio”, dijo Alan M. Gottlieb, de la Fundación Segunda Enmienda, que ayudó en el caso. “El gobierno luchó con nosotros todo el tiempo y luego, de repente, se retiró”.
Gottlieb dijo que ellos presentaron la demanda durante el gobierno de Obama, pero él no cree que eso haya producido el cambio de actitud.
“Todos ellos eran gente de carrera con los que estábamos lidiando. No creo que haya nada político en ello”, dijo.
Avery Gardiner, copresidente de la Campaña Brady para la prevención de la violencia con armas, dijo que quedaría asombrada si el acuerdo no fuera aprobado por los designados políticos.
“Quedamos impactados y decepcionados de que el gobierno de Trump haya hecho un trato secreto con muy poco aviso”, dijo Gardiner. Ella dijo que se enteró del acuerdo a través de un artículo de una revista.
El grupo presentó una solicitud de la Ley de Libertad de Información a través de correos electrónicos y otros documentos relacionados con el acuerdo.
Josh Blackman, abogado de Wilson, dijo que deseaba que el acuerdo señalara un cambio filosófico.
“Ellos iban a perder el caso”, dijo Blackman. “Si el gobierno litigara este caso y los pierden su decisión podría ser usado para cambiar otro tipo de control de armas”.
Las implicaciones
Las armas ‘hágalo usted mismo’ como The Liberator han sido llamadas “armas fantasmas” porque no tienen números de serie y son irrastreables.
Wilson hizo un sitio web donde la gente puede descargar The Liberator y archivos digitales para un receptor inferior AR-15, un arma Baretta 9 milímetros completa y otras armas de fuego. Los usuarios también podrán compartir sus propios diseños de armas, tambores y otros accesorios.
Él dice que los archivos serán un buen recurso para constructores, incluso aunque todavía no es práctico para la mayoría de las personas imprimir en 3D la mayoría de las armas.
“Aún está fuera del alcance de ellos. Veremos cómo se desarrolla todo”, dijo Wilson. “Los planos estarán aquí cuando llegue ese momento”.
Para Wilson y sus partidarios, la habilidad de construir armas irregulares e irrastreables hará mucho más difícil, si no imposible, que el gobierno las prohíban.
Gardiner teme que esto haga más fácil para los terroristas y para la gente que es peligrosa aprobar las pruebas de antecedentes penales para obtener armas.
“Creo que todo el mundo en Estados Unidos debe estar aterrorizado por esto”, dice ella.
El hecho de que las impresoras 3D de gama alta sigan siendo demasiado caras para la mayoría de las personas no alivia sus preocupaciones.
“Las personas que las hacen serán actores estatales o carteles criminales bien financiados que tienen la habilidad de ejecutar ataques criminales bien organizados en Estados Unidos y en otros lugares”, dice ella.
Gardiner dijo que darles los planos de las armas a cualquier persona que tenga Internet es una amenaza a la seguridad nacional.
El sitio web Defense Distributed proclama que “la era del arma descargable comienza formalmente”.