Timothy Coggins fue asesinado y su cuerpo abandonado cerca a una línea eléctrica de alta tensión en Sunny Side, en Georgia.
(CNN Español) – Heather Coggins tenía seis años cuando su tío Tim fue asesinado, en lo que la policía calificó como un homicidio despiadado y racialmente motivado. El crimen ocurrió en la pequeña aldea de Sunny Side, en Georgia.
Y ahora ella tiene a la justicia en la mira.
El pasado viernes, las autoridades arrestaron a cinco personas –dos de ellas son funcionarios de las agencias de seguridad acusados de obstrucción–, quienes podrían estar relacionadas con la muerte de Timothy Coggins. Según el sheriff del condado de Spalding, Darrell Dix, esto podría cerrar un caso que lleva 34 años congelado, después de que la víctima fuera “brutalmente asesinada y su cuerpo abandonado”.
Heather, hija de la hermana mayor de Coggins, les agradeció a los investigadores locales y estatales por no “haberse rendido sobre (el caso) de mi tío Tim”, mientras estaba acompañada de los miembros de su familia –uno de los cuales sostenía el programa del funeral de Coggins en 1983, que se llevó a cabo en una iglesia metodista–, así como de la policía y los fiscales.
Sin embargo, ella lamentó que sus abuelos no estuvieran vivos para poder ver las capturas. De hecho, aseguró que incluso en su lecho de muerte, la madre de Tim “sabía que este día llegaría en algún momento”.
“Lo peor ha terminado”, insistió Heather. “A pesar de que han pasado 34 años, siempre hemos querido justicia, nos hemos aferrado a ella y sabíamos que algún día la conseguiríamos… Estamos eternamente agradecidos con aquello que no se rindieron”, añadió.
¿Un crimen de odio hoy en día?
El 9 de octubre de 1983, el cuerpo de Timothy Coggins fue hallado cerca a una línea eléctrica de alta tensión en Sunny Side, una ciudad a unos 48 kilómetros al sur de Atlanta, que hoy cuenta con menos de 140 residentes.
La exhaustiva investigación del caso no pudo encontrar ningún sospechoso y eventualmente quedó estancado. Hasta marzo pasado, cuando los investigadores recibieron nueva información que les permitió al equipo del sheriff Dix y a la Oficina de Investigación de Georgia reabrir el expediente.
Ni las autoridades ni la familia quiso entregar mucha información personal sobre la víctima de 23 años. Sin embargo, Dix aseguró que era amado por su familia.
“Él no era 100% perfecto. Pero, ¿saben? Él fue víctima de un asesinato y se merece justicia como cualquier otra persona”, señaló el sheriff ante los periodistas.
Los detalles y el motivo del crimen siguen siendo turbios. Dix explicó que le preocupa el hecho de que divulgar mucha información pueda obstaculizar la investigación. Aún así, en julio pasado se refirió al asesinato de Coggins como “una muerte horrible y tortuosa”, de acuerdo a la afiliada de CNN WGCL.
El oficial añadió: “Si este crimen hubiera ocurrida en 2017 sería denominado sin lugar a dudas como un crimen de odio”.
Durante el verano, Dix parecía tener una tremenda confianza en su caso. Hasta les hizo una advertencia a los sospechosos, cuyas identidades se desconocían en ese momento, y los acusó de amenazar e intimidar testigos durante años.
“Esas personas necesitan entender que vamos por ellas”, le señaló a WGCL. “Ahora mismo siento que estamos más cerca de los que estuvo la Oficial del Sehriff del Condado de Spalding hace 34 años, por mucho”, añadió.
Acusados de asesinato y de encubrimiento
Y el pasado viernes, Dix cumplió su promesa cuando su despacho anunció el arresto de cinco personas que estarían relacionadas con el caso:
- Frankie Gebhardt, de 59 años, está acusado de asesinato, homicidio culposo, agresión agravada, agresión violenta y de encubrir una muerte.
- Bill Moore Sr., de 58 años, tiene los mismos cargos que Gebhardt.
- Sandra Bunn, de 58 años y Lamar Bunn, de 32 años, son señalados de obstrucción.
- Gregory Huffman, de 47 años, enfrenta los cargos de obstrucción y violación a su juramento del cargo.
Precisamente, Huffman trabajaba como un agente de detención en la Oficina del Sheriff del Condado de Spalding, hasta que fue despedido, de acuerdo a Dix.
Lamar Bunn trabajó para la Oficina del Sheriff del condado de Lamar y ahora fungía como oficial de medio tiempo en el departamento de Policía en Milner, a unos 25 minutos en coche al sur de Sunny Side. Fue suspendido de su cargo sin derecho pago, mientras se espera el resultado de la investigación, indicó el jefe interino de la Policía de Milner, Michael Bailey.
Por su parte, Gebhardt and Moore, tienen antecedentes penales, según señaló Dix. Documentos de los tribunales sostienen que Gebhart fue detenido en varias ocasiones y tiene tres condenas por agresión agravada, todas desde 1997. En cuanto a Moore, fue sentenciado por robo en 1978 y por injerencia criminal en propiedad del gobierno durante 1987, como lo reportan informes judiciales. También ha sido condenado por manejar bajo la influencia de sustancias y por violar la ley de de Georgia en múltiples ocasiones, según los documentos.
Los cargos contra Huffman y los Bunns, que son madre e hijo, no están relacionados con el asesinato en sí, explicó el capitán Dwayne Jones, de la Oficina del Sheriff del Condado de Spalding. De hecho, “estos cargos se originaron como resultado de la información que se obtuvo cuando se reabrió la investigación”, indicó.
Gebhardt, Moore y Huffman estuvieron en la corte este sábado. Un juez les negó la fianza a Gebhardt y Moore, pero fijó la de Huffman en 35.000 dólares. Según un comunicado de prensa, los Bunns fueron dejados en libertad bajo fianza el viernes por la noche.
Esta es la foto de Timothy Coggins: