En su libro “Et j'ai cessé de t'appeler papa” (“Y dejé de llamarte padre”, en español), Caroline Darian -bajo un seudónimo- relata los abusos de su padre, quien drogaba a su madre y permitía que otros hombres la agredieran sexualmente. El caso, que también involucra a 50 acusados, ha conmocionado a Francia y expone un devastador impacto en su familia.
En un estremecedor testimonio, Caroline Darian, bajo un seudónimo, relata en su reciente libro Et j’ai cessé de t’appeler papa (Y dejé de llamarte padre, en español) cómo los años de abusos de su papá, Gisèle Pelicot impactaron profundamente a su familia.
Darian cuenta que fue alertada por detectives de que su padre, de 71 años, drogaba a su madre, Gisèle Pelicot, para luego permitir que otros hombres la agredieran sexualmente mientras ella permanecía inconsciente en su hogar en Mazan, Provenza.
Pero la revelación que cambió todo ocurrió cuando los investigadores le mostraron imágenes de una mujer mucho más joven en una cama, visiblemente adormecida.
En un inicio, Darian no se reconoció en las fotos, pero luego identificó a la mujer como ella misma, despertando dudas sobre si también fue víctima de abuso sin su conocimiento, según relata The Guardian.
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“Las sábanas me recordaban vagamente a algo, pero nada más. Repetí que no me reconocía”, recuerda. “No, no soy yo, le dije”. Slo cuando el agente le preguntó si tenía un lunar marrón en la mejilla derecha, como la mujer de las fotos, surgió la verdad y con ella otras preguntas inquietantes. “¿Cómo pudo fotografiarme en plena noche sin despertarme? ¿Me drogó a mí también? Peor aún, ¿abusó de mí?”.
Dominique Pelicot, en tanto, admitió drogar a su esposa entre 2011 y 2020 y llevar a al menos 73 hombres a su casa, pero niega haber agredido a su hija.
Sin embargo, se le acusa de violar la privacidad de Darian al compartir imágenes de ella en Internet, bajo el nombre de archivo “En torno a mi hija, desnuda”.
En el juicio en Aviñón, se enfrentan cargos también contra 50 hombres, de entre 26 y 74 años, presuntamente involucrados en la violación o abuso de Gisèle Pelicot.
El testimonio de Darian y la publicación de su libro han tenido un impacto profundo en la opinión pública y, para muchas mujeres, Gisèle Pelicot se ha convertido en un símbolo de resistencia al haber decidido renunciar a su anonimato.
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La hija de Gisèle describe en su obra los efectos devastadores en su familia, incluyendo su distanciamiento temporal con su madre, quien inicialmente se negó a aceptar la realidad, viendo en Dominique al “marido perfecto”.
En el proceso judicial, el psiquiatra Laurent Layet, quien ha entrevistado a varios de los acusados, señaló que estos no pueden ser descritos como “hombres comunes”, argumentando que esto implicaría que cualquiera es capaz de cometer actos similares.
La audiencia, que se extiende ya a diez semanas y se espera concluya en diciembre, ha expuesto detalles escalofriantes y ha conmocionado incluso a expertos en derecho penal.