La duquesa se Sussex sinceró que desde la propia corona le dijeron que no tenía permitido buscar ayuda. Por su parte, el príncipe Harry contó que "no tenía idea de qué hacer, fui a un lugar muy oscuro también, pero quería estar allí para ella".
(CNN) – Meghan, duquesa de Sussex, reveló en su entrevista con Oprah Winfrey que la vida en la familia real la había llevado a pensamientos suicidas.
Cuando Winfrey preguntó si hubo un punto de quiebre, Meghan dijo que sí. “Simplemente no veía una solución. Me sentaba en la noche, como, no entiendo cómo se está produciendo todo esto”, afirmó. “Mi mamá y mis amigos (estaban) llamándome llorando y diciendo: ‘Meg, no te están protegiendo’“, agregó.
“Todo estaba pasando solo porque estaba respirando“, comentó.
Contó que la llevó al borde de la desesperación. “Estaba realmente avergonzada de decirlo en ese momento y especialmente avergonzada de tener que admitírselo a Harry, porque sé cuánta pérdida ha sufrido, pero sabía que si no lo decía, lo haría, y yo ya no quería estar viva“.
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“Fue un pensamiento constante muy claro, real y aterrador. Recuerdo cómo me tuvo, y … fui a la institución y dije que tenía que ir a algún lugar para obtener ayuda … y me dijeron que no podía“.
Ella también acudió a recursos humanos para defender su caso de irse o buscar ayuda, y aunque expresaron simpatía, le dijeron que no podían hacer nada porque ella no era un miembro remunerado de la institución, era familia.
“La forma en que describes esto es, estás atrapada y no puedes obtener ayuda, aunque estés al borde del suicidio. Eso es lo que estás describiendo, eso es lo que estoy escuchando”, dijo Winfrey. “Sí -respondió Meghan-, esa es la verdad.”
“Comparto esto porque hay mucha gente que tiene miedo de expresar que necesita ayuda y sé lo difícil que es no solo expresarlo, sino que le digan que no”, afirmó.
Harry estaba “aterrorizado”
Cuando Meghan le contó a Harry que no quería vivir más “estaba aterrorizado”, le dijo en príncipe a Oprah Winfrey.
“No tenía idea de qué hacer, fui a un lugar muy oscuro también, pero quería estar allí para ella“, dijo.
Al principio, no le informó a la familia que ella necesitaba ayuda y aseguró que no es una conversación fácil de tener en la institución. Y agregó: “Supongo que me avergoncé de admitírselo; no sé si han tenido los mismos sentimientos o pensamientos. No tengo ni idea”.
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Era un ambiente sofocante y “no tenía a dónde acudir”, comentó, junto con agregar que “en la familia, tienen esta mentalidad de, así es como es, no se puede cambiar, todos hemos pasado por eso“.
“Pero lo que fue diferente para mí fue el elemento racial, no se trataba solo de ella, se trataba de lo que representa”, afirmó. “Así que no solo afecta a mi esposa, sino que también afecta a muchas otras personas”, indicó.
Eso fue lo que lo empujó a discutir el tema con la familia real y advertirles que “esto no va a terminar bien”, dijo Harry.