Mike Pence tilda a Joe Biden como un “caballo de Troya de la izquierda radical” durante Convención Republicana

Por CNN Chile

27.08.2020 / 08:34

El vicepresidente de Estados Unidos advirtió a los ciudadanos que "no estarán seguros en los Estados Unidos de Joe Biden" y fue categórico en señalar que "necesitamos cuatro años más del presidente Donald Trump en la Casa Blanca".


(EFE) – El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, advirtió este miércoles en su discurso ante la Convención Nacional Republicana de que los estadounidenses “no estarán seguros en los Estados Unidos de Joe Biden”, al que describió como un “caballo de Troya de la izquierda radical”.

“La dura verdad es que no estarán seguros en los Estados Unidos de Joe Biden“, dijo Pence poco después de aceptar la nominación para como candidato de su partido a la vicepresidencia en las elecciones de noviembre, durante la Convención Nacional Republicana.

Pence aseguró que Biden, el candidato demócrata a la Presidencia de EE.UU., “respalda las mismas políticas que están generando calles inseguras y violencia en las ciudades de EE.UU.”, y que “recortaría fondos” a la Policía, a pesar de que el exvicepresidente ha dejado claro que no apoya esa medida.

“Joe Biden llevaría a Estados Unidos por un camino de socialismo y declive, pero no vamos a dejar que eso ocurra”, sentenció Pence, que habló en directo desde el fuerte McHenry en Baltimore (Maryland), conocido por ser la sede de una batalla que en 1812 inspiró la composición del himno nacional estadounidense.

El vicepresidente aprovechó que Biden se ha definido como un “candidato de transición” para alegar que esa transición dará poder a figuras más progresistas que él, y sentenció: “Joe Biden no sería nada más que un caballo de Troya de la izquierda radical”.

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Su discurso encajó con uno de los grandes temas de la tercera jornada de la convención, el de la “ley y el orden” y el respaldo sin matices a la Policía ante sucesos como las protestas raciales en Kenosha (Wisconsin), sin profundizar en las causas de raíz que causan ese descontento.

Pence reconoció que mucha gente cree que él es “un poco diferente” al presidente estadounidense, Donald Trump, pero defendió rotundamente su gestión, sobre todo en lo económico.

“En nuestros tres primeros años, construimos la mejor economía del mundo. Hicimos a Estados Unidos grande de nuevo”, dijo en referencia al lema de campaña de Trump, para luego añadir: “Y entonces llegó el coronavirus desde China”.

Pence defendió que el veto a la entrada de extranjeros desde China que impuso Trump “salvó un número incontable de vidas estadounidenses”, y describió su respuesta a la pandemia como “la mayor movilización nacional desde la Segunda Guerra Mundial”.

“La semana pasada, Joe Biden dijo que ‘no va a venir ningún milagro’ (contra el COVID-19). Lo que parece que Joe no entiende es que Estados Unidos es una nación de milagros, y que estamos en camino de tener la primera vacuna segura y eficaz contra el coronavirus del mundo para finales de este año”, recalcó.

Como hizo la primera dama Melania Trump la noche anterior, Pence tuvo palabras para “todas las familias que han perdido a sus seres queridos y que tienen familiares que todavía luchan contra la enfermedad”, pero defendió con orgullo que “se están reabriendo las escuelas” del país a pesar del avance en el número de casos y muertes.

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El vicepresidente aseguró que la elección del 3 de noviembre será entre “un político de carrera que presidió la recuperación económica más lenta desde la Gran Depresión”, en alusión a Biden, “o un líder demostrado que creó la mayor economía del mundo”.

“La elección está clara: para que Estados Unidos se recupere económicamente del todo, necesitamos cuatro años más del presidente Donald Trump en la Casa Blanca”, subrayó.

El vicepresidente dio su discurso ante decenas de personas, entre ellos varios militares y excombatientes, sentados sin mascarillas ni apenas separación.

Al terminar su discurso, Trump y su esposa Melania subieron al escenario para posar junto a Pence y su mujer, Karen, y después bajaron al público para saludar a los militares y posar en fotos con el público, que se agolpó para verles.