La ley facilita que minorías no musulmanas de países fronterizos que "están enfrentando persecuciones religiosas" puedan naturalizarse en India. Opositores acusan que se marginaliza a los musulmanes y que puede traer inmigrantes no deseados. Mientras tanto, Human Rights Watch acusa que la ley es discriminatoria por motivos religiosos.
Tropas militares han sido desplegadas en los estados del norte, étnicamente diversos, de Assam y Tripura, en medio de violentas protestas en contra de una controversial ley que ofrece una ruta de obtener ciudadanía india para minorías no musulmanas de tres países vecinos.
La normativa fue aprobada por el parlamento este miércoles y ha sido descrita por el gobierno nacionaista hindú del primer ministro Narendra Modi como una forma de proteger los grupos vulnerables de la persecución.
Las críticas, sin embargo, afirman que la ley marginaliza a los musilmanes y socava la constitución secular del país. Otros dicen que arriesga a traer un flujo indeseado de inmigrantes desde Bangladesh, Pakistán y Afganistán a los estados del norte de India.
En Assam y Tripura, manifestantes molestos marcharon a través de las ciudades más grandes durante la noche del miércoles y el jueves, sosteniendo antorchas y encendiendo barricadas con neumáticos y cartón.
Grupos indígenas en ambos estados temen que la naturalización de grupos grandes de inmigrantes vaya a cambiar la demografía y el estilo de vida de las regiones.
El noreste de india es hogar de más de 200 grupos indígenas minoritarios diferentes. Tanto Assam como Tripura comparten una frontera con Bangladesh y han visto el arribo de extranjeros como una amenaza cultural sin importar la religión; para otros, sentimientos anti-inmigrantes permanecen estrechamente ligados a las divisiones religiosas.
Imágenes de las protestas muestran a multitudes coreando eslóganes y levantando pancartas que dicen “somos asameses y orgullosos” y “Tripura no es vertedero de inmigrantes ilegales”.
La policía arrestó y se ha enfrentado con los manifestantes usando bastones y disparando gas lacrimógeno. Cerca de 1.800 personas han sido detenidas en Tripura desde el miércoles, de acuerdo a Rajiv Singhm de la fuerza policial del estado.
El jueves, fuerzas militares y paramilitares indias fueron desplegadas a través de dos estados. En la capital de Assam, Guwahati, la ciudad más grande e importante del estado, las autoridades han cortado el internet por un “período indefinido” y anunciaron toque de queda.
El tránsito también ha sido afectado por las protestas, con dos aerolíneas domésticas cancelando todos los vuelos a Assam el jueves.
Líderes nacionales y locales están ahora llamando a la calma y al orden, con Modi dirigiéndose directamente a los residentes de Assam.
“Quiero asegurarles — nadie puede quitarles sus derechos, identidad única y su hermosa cultura. Continuará floreciendo y creciendo“, dijo Modi.
La normativa, que ahora será enviada al presidente para ser firmada y convertida en ley, fue aprobada en la cámara alta india el miércoles por 125 votos a favor y 105 en contra. En la cámara baja el resultado fue 311-80.
Opositores a la ley dicen que es otro ejemplo de cómo Modi y el Partido Popular Indio (Bharatiya Janata Party, BJP) han impulsado una agenda de nacionalismo hindú en la india secular, un país de 1.300 millones de habitantes, en desmedro de la población musulmana.
El BJP, que ha sido reelecto en mayo, tiene sus raíces en el movimiento de derecha hindú, del cual muchos de sus seguidores ven a India como una nación hindú.
En agosto, el gobierno indio despojó los estados mayoritariamente musulmanes de Jammu y Kashmir de su estado autónomo, esencialmente dándole a Nueva Delhi mayor control sobre los intereses de la región.
El mismo mes, cerca de dos millones de personas en Assam fueron dejados de lado de un controversial nuevo Registro Nacional de Ciudadanos, sobre el cual los críticos temen que podría ser usado para justificar discriminación religiosa contra los musulmanes en aquel estado.
Y el mes pasado, la máxima corte india entregó a los hindúes permiso para construir templos en un terreno santo disputado hace siglos, el cual mantiene significados tanto para hindúes como para musulmanes. La normativa en el sitio de Ayodhya fue vista como un golpe a los musulmanes y vino en momentos en que los musulmanes se veían a sí mismos como ciudadanos de segunda clase.
La razón del BJP para mantener la ley es para proteger a las minorías religiosas, permitiéndoles convertirse en ciudadanos.
El ministro del Interior de India, Amit Shah, dijo en un tweet el miércoles que la ley “permitirá a India abrir sus puertas a minorías de Pakistán, Bangladesh y Afganistán, quienes están enfrentando persecuciones religiosas”.
Es bien sabido que estas minorías, que eligen hacer de Pakistán, Bangladesh y Afganistán su hogar, han tenido que vivir constantemente en el miedo a la extinción”, dijo Shah. “Esta legislación enmendada por el gobierno de Modi permitirá a India extenderles dignidad y oportunidades de reconstruir sus vidas”.
Pero los opositores dicen que las afirmaciones de India de que la ley de ciudadanía apunta a proteger minorías religiosas deja un vacío porque exclude minorías musulmanas que enfrentan la persecución de países vecinos, incluyendo la comunidad Ahmadiyya de Pakistán, los rohinyá de Myanmar y los tamiles de Sri Lanka.
“La ley usa el lenguaje del refugio y santuario, pero discrimina en materia religiosa violando la legislación internacional”, dice Meenakshi Ganguly, directora de Asia del Sur en Human Rights Watch, en un comunicado.
Dirigiéndose al parlamento el jueves, Shah dijo que los musulmanes “no se beneficiarán de la enmienda porque no han sido perseguidos en base a su religión”.
Hablando en el parlamento el jueves, añadió: “¿De qué están preocpuados? ¿Deberíamos hacer a los musulmanes de Pakistán, Bangladesh y Afganistán ciudadanos del país? ¿Qué quieres — que le demos a cada musulmán de cualquier parte del mundo la ciudadanía? … el país no funciona de esa manera”.