En medio de las tensiones de la guerra, tres miembros del servicio de Estados Unidos fallecieron y otros 30 resultaron heridos en un ataque con aviones no tripulados. Es la primera vez que militares estadounidenses mueren por fuego enemigo en Medio Oriente desde el principio de la guerra en Gaza.
(CNN) – Tres miembros del servicio estadounidense murieron y al menos otros 30 resultaron heridos en un ataque con aviones no tripulados ocurrido durante la noche en un pequeño puesto de avanzada estadounidense en Jordania, dijeron funcionarios estadounidenses a CNN, marcando la primera vez que militares estadounidenses mueren por fuego enemigo en Medio Oriente desde el principio de la guerra en Gaza.
El asesinato de tres estadounidenses en la Torre 22 en Jordania, cerca de la frontera con Siria, es una escalada significativa de una situación ya precaria en el Medio Oriente.
El Comando Central de Estados Unidos confirmó en un comunicado publicado este domingo que tres miembros del servicio murieron y otros 30 resultaron heridos en un ataque unidireccional con drones que “impactó en una base en el noreste de Jordania“.
El número de heridos ascendió hasta más de 30 y es probable que siga aumentando, mientras los miembros del servicio buscan tratamiento para síntomas consistentes con lesiones cerebral traumáticas, dijeron dos funcionarios estadounidenses.
El presidente Joe Biden prometió este domingo hacer que los responsables del ataque “rindan cuentas” y dijo que, si bien aún se están recopilando datos, “sabemos que fue llevado a cabo por grupos extremistas radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Iraq“.
“Estos miembros del servicio encarnaban lo mejor de nuestra nación: inquebrantables en su valentía. Inquebrantables en su deber. Inquebrantables en su compromiso con nuestro país, arriesgando su propia seguridad por la seguridad de sus compatriotas estadounidenses y de nuestros aliados y socios con quienes nos apoyamos en la lucha contra el terrorismo… [No] tenemos ninguna duda: haremos que todos los responsables rindan cuentas en el momento y de la manera que elijamos“.
Antecedentes de los ataques
Hasta el viernes, se habían producido más de 158 ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Iraq y Siria, aunque los funcionarios han descrito la constante andanada de drones, cohetes y misiles como infructuosas, ya que con frecuencia no causan lesiones graves ni daños a la infraestructura.
No está claro por qué las defensas aéreas no lograron interceptar el dron, que parece ser el primer ataque conocido a la Torre 22 desde que comenzaron los ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición el 17 de octubre pasado. Las fuerzas estadounidenses en el puesto están allí como parte de una misión de asesoramiento y asistencia junto a Jordania.
Estados Unidos ha tomado varias acciones de represalia contra los grupos respaldados por Irán en Iraq y Siria, una de ellas la semana pasada, cuando atacó tres instalaciones en Iraq utilizadas por Kataib Hezbollah y otros grupos afiliados a Irán. Estados Unidos también ha arremetido contra los hutíes respaldados por Irán en Yemen, llevando a cabo múltiples ataques (muchos de ellos unilateralmente y algunos con el Reino Unido y otros aliados) contra misiles y drones hutíes, sistemas de radar, instalaciones de almacenamiento y más.
La administración Biden ha sido criticada —principalmente por los republicanos— por no tomar medidas lo suficientemente enérgicas contra los grupos respaldados por Irán. En una declaración del domingo tras la noticia de la muerte de los tres estadounidenses, el senador Lindsey Graham dijo que la “política de disuasión contra Irán” de la administración Biden ha fracasado estrepitosamente.
“La administración Biden puede eliminar a todos los representantes iraníes que quiera, pero eso no disuadirá a Irán de sus agresiones. Hago un llamado al Gobierno para que ataque objetivos importantes dentro de Irán, no sólo como represalia por la matanza de nuestras fuerzas, sino como disuasión contra futuras agresiones”, dijo Graham.
En medio de las tensiones cada vez más altas en múltiples frentes de la región, los funcionarios estadounidenses han dicho repetidamente que no quieren que las tensiones desemboquen en una guerra regional. Cuando se le preguntó la semana pasada si el Pentágono consideraba que los representantes iraníes estaban intensificando sus ataques contra las fuerzas estadounidenses, la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, dijo: “No necesariamente, no”.
En una entrevista previamente grabada con ABC News que se transmitió el domingo por la mañana, el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general CQ Brown, dijo que parte del trabajo de Estados Unidos es “asegurarse de que, como han sucedido las cosas en el Medio Oriente, no se produzca una ampliación del conflicto”.
“El objetivo es disuadirlos; no queremos seguir un camino de mayor escalada que conduzca a un conflicto mucho más amplio en la región”, dijo.
Ha habido docenas de heridos desde que comenzaron los ataques (un alto oficial militar dijo a los periodistas la semana pasada que había aproximadamente 70 heridos), pero el Pentágono ha clasificado a la mayoría de las hreidas como leves, a excepción de un soldado estadounidense que resultó gravemente herido en un ataque en Iraq el Día de Navidad.
El Suboficial 4 Garrett Illerbrunn de la 82ª Brigada de Aviación de Combate fue enviado de regreso a EE.UU. para recibir tratamiento adicional después de resultar gravemente herido en un ataque con drones en la base aérea de Erbil.
El asesinato de tres estadounidenses también se produce cuando se espera que Estados Unidos e Iraq inicien pronto conversaciones sobre el futuro de la presencia militar estadounidense en el país.