Los ataques contra miembros de Hezbollah en el Líbano, donde murieron decenas de personas, forman parte de una serie de operaciones que Israel niega reconocer autoría, pero las que se han denunciado acción de agentes de dicho país.
(CNN Español) – Los ataques de los últimos días contra el grupo Hezbollah en el Líbano, respaldado por Irán, en los que decenas de personas murieron por la explosión de dispositivos, son los últimos de una serie de operaciones encubiertas que el Gobierno de Israel se niega a reconocer una autoría, pero que se cree pudieron ser orquestadas por agentes israelíes.
CNN tomó conocimiento que los estallidos del martes fueron el resultado de una operación conjunta entre el Mossad y el ejército israelí. Aunque el Ejército dijo que no hará comentarios sobre las explosiones, tanto Líbano como Hezbollah culparon a Israel por el ataque. Irán también culpó a lo que calificó de “terrorismo israelí”.
El Mossad, el servicio de inteligencia israelí que opera en el extranjero, mantiene su habitual silencio, pero tiene un historial de operaciones en Medio Oriente, América del Sur y Europa.
Creada en los primeros años del Estado israelí como el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales, el Mossad trabaja desde 1949 en paralelo al servicio de inteligencia militar (Aman) y de seguridad interna (Shin Bet).
“Actuamos siempre y donde sea necesario con valentía, sabiduría y determinación. Actuamos con ingenio y creatividad, de acuerdo con los valores del Mossad de integridad, secreto y sentido de la vocación nacional“, dice en una carta en la web oficial David Barnea, quien dirige la agencia desde 2021.
Los operativos más famosos
Uno de los operativos más exitosos de la agencia fue capturar a Adolf Eichmann, un arquitecto del Holocausto. Eichmann fue capturado en Argentina en 1960 y llevado a Israel, donde fue juzgado y ejecutado en 1962.
Sigue siendo la única vez que Israel llevó a cabo la pena de muerte. Rafi Eitan, jefe de esa misión del Mossad y que falleció en 2019, comentó a CNN: “Podríamos haberlo matado fácilmente, pero queríamos llevarlo a juicio. Eso fue mucho más difícil“.
Los supuestos antecedentes de Israel en la colocación de explosivos en dispositivos de telecomunicaciones se remontan a 1972.
En los Juegos Olímpicos de ese año en Munich, Alemania, terroristas palestinos mataron a dos atletas israelíes y tomaron a otros nueve como rehenes, exigiendo la liberación de 200 palestinos. Israel se negó y los atletas fueron asesinados en un intento fallido de rescate por parte del Ejército de Alemania en el aeropuerto. Se conoció como la masacre de Munich. Golda Meir, entonces primera ministra de Israel, dijo: “Obviamente, fue muy bien organizado por los terroristas y nuestros muchachos pagaron por ello“.
Se cree que Meir ordenó al Mossad rastrear a los asesinos. Un año después, tres palestinos fueron asesinados en Beirut, incluido Mohammad Yusuf al-Najjar, jefe de Septiembre Negro, el grupo militante que llevó a cabo el ataque. En los años siguientes, también fueron asesinados otros palestinos que se creía estaban involucrados.
Operativos no identificados, que presuntamente estaban vinculados a la inteligencia israelí, habrían plantado una bomba en el teléfono de Mahmoud Hamshari, el representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en París, tras irrumpir en su casa. Posteriormente, otra persona, haciéndose pasar por un periodista italiano, organizó una entrevista telefónica con Hamshari. Cuando contestó la llamada y se identificó, la bomba se activó de forma remota.
Pero en Lillehammer, Noruega, agentes del Mossad mataron a un hombre equivocado, un marroquí que no tenía nada que ver con el ataque de Munich. Cinco agentes fueron capturados y encarcelados, pero luego liberados en Israel.
Ronald Bergman, experto en el Mossad y autor de “La guerra secreta con Irán”, dijo a CNN: “A lo largo de los años, el Mossad se ganó una reputación de ser una agencia de inteligencia eficiente y despiadada con, cito, ‘licencia para matar’“.
Intento fallido de matar a un líder de Hamás
En 1997, en Jordania, un intento de envenenar al líder de Hamás, Khaled Meshaal, fracasó espectacularmente. Los agentes del Mossad fueron capturados y el difunto rey Hussein de Jordania obligó al primer ministro, Benjamin Netanyahu -quien sigue en el cargo actualmente- a enviar el antídoto para salvar a Meshaal y liberar al líder espiritual de Hamás, el jeque Yassin.
Yassin fue asesinado en 2004 cuando su coche fue alcanzado por misiles disparados desde un helicóptero militar israelí. Danny Yatom era el jefe del Mossad en ese momento y ordenó el ataque a Mashaal. Dijo a CNN que no lamentaba el intento de asesinato, solo el hecho de haber fracasado: “Creo que ningún terrorista puede disfrutar de inmunidad y deben saber que el mundo libre los perseguirá si continúan ejecutando ataques terroristas”.
Yatom está de acuerdo con la política del Mossad de no comentar sobre las operaciones. “Todo debe estar oculto porque es una operación ilegal en cualquier otro territorio“, dijo.
Los ataques del martes recordaron a muchos el asesinato en 1996 de Yahya Ayyash, el principal fabricante de bombas de Hamás, conocido como “el ingeniero”, responsable de la muerte de decenas de israelíes.
Ayyash fue asesinado en Gaza después de que su teléfono móvil, que había sido cargado con 50 gramos de explosivos, explotara cerca de su cabeza. Después de su asesinato, decenas de israelíes murieron en cuatro atentados suicidas en represalia.
Ataques al programa nuclear iraní
Desde 2010, cinco científicos nucleares iraníes han sido asesinados en asesinatos vinculados al extranjero, mientras Israel intenta evitar que su mayor adversario desarrolle armas nucleares, de acuerdo con un reporte previo de CNN.
En agosto de 2015, en el apogeo de los asesinatos, el entonces ministro de Defensa de Israel, Moshe Ya’alon, dijo crípticamente a la revista alemana Der Spiegel que no podía ser responsable “de la esperanza de vida de los científicos iraníes“.
Expertos creen que Israel y Estados Unidos fueron responsables de desplegar el complejo virus informático llamado Stuxnet que destruyó centrifugadoras en una instalación nuclear iraní en 2010.
Funcionarios iraníes han dicho que creen que el ciberataque, que apuntó a centrifugadoras, incluidas las de las plantas nucleares de Natanz y Bushehr, se originó en Israel y Estados Unidos, pero ninguno de los dos países ha comentado sobre el origen del malware.
Notablemente, Stuxnet fue una de las primeras veces que un ciberataque tuvo una manifestación fuera del ciberespacio, causando que las centrifugadoras giraran fuera de control sin ser notadas.
Mohsen Fakhrizadeh, quien era el principal científico nuclear de Irán, fue asesinado al este de Teherán en 2020 por una ametralladora controlada a distancia que operaba desde un Nissan cercano. Los funcionarios iraníes dijeron que el arma había utilizado inteligencia artificial y reconocimiento facial para detectar a Fakhrizadeh y abrir fuego, antes de que el coche, supuestamente cargado con explosivos, se autodestruyera.
Los principales funcionarios iraníes culparon a Israel por el asesinato. Israel no hizo comentarios.
Paula Hancocks, Brian Todd, Christian Edwards y Gonzalo Zegarra contribuyeron a este reporte.