A través de debates abiertos en línea y una sólida presencia en redes sociales, "4B" busca inspirar a las mujeres a cuestionar las normas de género y promover la igualdad. Aunque aún no ha ganado terreno en Latinoamérica, su mensaje y acciones están despertando un interés creciente en la región, donde internautas expresan su identificación con la lucha contra las desigualdades de género.
El movimiento digital feminista denominado “4B” de Corea del Sur ha surgido como una fuerza disruptiva en la lucha por la igualdad de género, inspirándose en movimientos anteriores como MeToo y “Escape the Corset”.
La corriente, que afirma tener 4.000 miembros desde su inicio en 2019, funciona como una comunidad en línea donde las mujeres participan en debates abiertos sobre cómo imaginar un futuro sin hombres, expresando sus frustraciones y preocupaciones por vivir en una sociedad conservadora y patriarcal como lo es la surcoreana.
Aunque el número de personas que lo componen sigue siendo incierto, las estimaciones sugieren un rango de 5.000 a 50.000 participantes.
Su objetivo es motivar e inspirar a las mujeres a protestar contra las normas tradicionales, como el matrimonio, la maternidad, las relaciones sexuales y las citas. De ahí su nombre “4B”; por “bihon” (no al matrimonio), “bichulsan” (no al parto), “biyeonae” (no a las citas) y “biseksu” (no al sexo).
A través de una sólida presencia en las redes sociales, el movimiento busca crear conciencia y reclutar más defensores para amplificar su impacto, desafiando las normas de género y promoviendo la igualdad en una sociedad en constante desarrollo.
El movimiento responde a temáticas que afectan principalmente a las mujeres en Corea del Sur; como la brecha de género, que se encuentra en el 68%, un porcentaje que deja al país asiático en el puesto 105 de 146 países, o la violencia de género y de pareja, que en 2016 llegó al 41,5%, según el Ministerio de Igualdad de Género y Familia surcoreano.
La corriente ideológica también pone en jaque la natalidad de Corea del Sur, que en 2023 cayó un 8%, llegando a 0,72%, que la convierte en la más baja del mundo y que continúa disminuyendo cada año. Esto es peligroso para la sobrevivencia de la población, que debe tener una tasa de natalidad del 2,1% para mantenerse estable, según publicó la BBC. Si esta tendencia continúa, se estima que la población surcoreana quedaría reducida a la mitad para el año 2100.
“No relacionarse con ellos es la forma de evitar la violencia. Casarse con un hombre, tener un hijo con él y criarlos, contribuye al patriarcado. Y por todo lo que estamos luchando es por derribar este sistema que solo nos ha hecho daño”, sostuvo Rokbi, integrante del movimiento, en declaraciones a The Clinic.
Impacto en Latinoamérica
Y aunque la corriente no ha tomado fuerza en Latinoamérica o en Chile aún, en redes sociales se están encargando de difundir su línea de pensamiento con videos explicativos e información sobre las acciones que proponen manifestarse contra las arbitrarias normas de género, con la que internautas de este lado del hemisferio han expresado sentirse identificadas.
Desde la Coordinadora Feminista 8M en Chile comentan a CNN Chile que el movimiento es una clara respuesta “a la experiencia profunda e intensa de desigualdad y violencia que sufren las mujeres en Corea del Sur”.
Elisa Franco, vocera de la organización, es incluso más precisa al apuntar los altamente exigentes estándares de belleza y la opresión que sufren las mujeres en el ámbito laboral y doméstico como factores que contribuyen al nacimiento de ese tipo de iniciativas.
“El feminismo de Latinoamérica ha sido profundamente internacionalista, que está en constante diálogo y relación con otros feminismos”, opinó la vocera, quien también destacó la necesidad de comprender las experiencias de ser mujer en diferentes partes del mundo.
Sobre la situación particular de Chile, Franco aseguró que existe “una tradición propia feminista, que responde a nuestras propias vivencias, de ser mujeres en Latinoamérica”, lo que podría explicar, de cierta forma, la razón por la que el movimiento todavía no tiene presencia evidente en territorio nacional. “Cada movimiento feminista responde a su contexto, situación y experiencia particular en cada país”, añadió.
“En ese sentido nos parece sumamente importante lo que está pasando en otras regiones y Corea del Sur es una de ellas y que nosotras vamos a estar también atentas a poder reflexionar lo que ahí pasa y justamente tratando de entender cómo se vive el ser mujer en otras latitudes del mundo”, puntualizó.