Policía local y el Departamento de Servicios de Salud investigan el caso de abuso sexual ocurrido en la Hacienda HealthCare. "Ningún miembro del hospital sabía que estaba embarazada hasta que casi dio a luz", dijo una de las profesionales del centro médico.
Un caso que ha impactado a los medios norteamericanos se ha dado a conocer desde la ciudad de Phoenix, donde una mujer que lleva más de 10 años en estado vegetativo, dio a luz el pasado 29 de diciembre.
De acuerdo a lo reportado por The Washington Post, la mujer de 22 años estaba hospitalizada en la clínica Hacienda HealthCare, un centro sin fines de lucro especializado para este tipo de pacientes, al cual llegó tras estar a punto de morir ahogada.
De pronto, ella entró en trabajo de parto poco después de la Navidad. “Ningún miembro del hospital sabía que estaba embarazada hasta que casi dio a luz”, señaló una de las profesionales del recinto.
El 29 de diciembre, con la ayuda de una de las enfermeras, la mujer dio a luz a un niño completamente sano. Sin embargo, el hecho dio paso a la preocupación, debido a las condiciones de seguridad del recinto y, al no haber existido un consentimiento explícito, el caso de abuso sexual.
Hasta el momento no se ha registrado ningún detenido por estos hechos. La Policía de Phoenix, Arizona, y el Departamento de Servicios de Salud (ADHS) encabezan la investigación del caso.
Por su parte, el hospital ha emitido dos comunicados públicos en los que aseguran que apoyarán con investigaciones y colaborando con la justicia. “Como proveedor de atención médica, no podemos hacer comentarios sobre ningún paciente debido a las leyes de privacidad estatal y federal”, señalaron desde Hacienda HealthCare.
Fuentes consultadas por los medios locales señalan que la mujer, que es incapaz de comunicarse, necesita de atención por las 24 horas del día y varias personas tenían acceso a su habitación.
Ante esta situación, el centro hospitalario cambió su protocolo de atención y ahora no se permite el acceso al personal masculino a las habitaciones donde se encuentran pacientes femeninas, a menos si van acompañados de una empleada.
Karina Cesena, madre de la joven, aseguró que la confianza se ha roto. “No entendemos como algo de esta magnitud puede ocurrir, y ahora todos quieren callarse”, dijo a un canal local de Phoenix.
Familiares de otros pacientes del centro médico han optado por medidas como la instalación de cámaras wi-fi, ante la preocupación surgida por este caso.