En el nuevo juicio, el chileno comenzó diciendo entre lágrimas y en francés que "es una acusación horrible. Es una pesadilla (...). Yo no maté a Narumi".
Este lunes comenzó un nuevo juicio en contra de Nicolás Zepeda por su presunta responsabilidad en el crimen de Narumi Kurosaki. En la instancia, el chileno insistió en su inocencia.
Anteriormente, había sido sentenciado a 28 años de cárcel por el asesinato y desaparición de la joven japonesa. Sin embargo, su defensa apeló, por lo cual la justicia determinó la realización de un segundo proceso.
La audiencia estaba programada para el 21 de febrero, pero por distintos hechos, entre ellos la renuncia de los abogados defensores de Zepeda, finalmente quedó establecido que el proceso comienza esta jornada, extendiéndose hasta el 22 de diciembre.
¿Qué dijo Nicolás Zepeda?
En este nuevo juicio, el chileno de 32 años comenzó diciendo entre lágrimas y en francés que “es una acusación horrible. Es una pesadilla”. “Yo no maté a Narumi“, recalcó, según consignó La Tercera.
“Niego con todas mis fuerzas los hechos que se me imputan. (…) No maté a Narumi y espero que el juicio nos lleve a la verdad, a una verdad que necesitamos, tal vez para encontrarla de nuevo”, dijo, y agregó que lleva a Narumi en sus”pensamientos”. “Pienso en el enorme dolor de su familia”.
El caso
Según la investigación, Zepeda cenó con Kurosaki la noche en la que se perdió el rastro de la mujer y ambos fueron grabados por una cámara entrando en la residencia de estudiantes donde vivía la japonesa, de donde unas horas después se vio salir solo al chileno.
La joven había llegado a la localidad francesa de Besanzón en el verano de 2016 para aprender francés en el marco de un acuerdo entre las universidades de Franco Condado y Tsukuba. Zepeda la había conocido en Japón en 2014.
Kurosaki desapareció el 4 de diciembre de 2016 y su cuerpo sigue sin ser encontrado.
Varios estudiantes declararon haber escuchado gritos esa última noche y un “sonido sordo”, como de golpes, pero ninguno llamó a la policía. Zepeda volvió a Chile poco después y estuvo antes unos días con un primo en España.
Poco antes de la desaparición de Kurosaki, Zepeda compró un bidón con cinco litros de combustible y fósforos, lo que hace pensar que pudo premeditar la desaparición del cadáver, según informó en su momento un canal de televisión.
De acuerdo con la sentencia del primer juicio, tras el asesinato, Zepeda usó las redes sociales de la exnovia para mandar mensajes a sus allegados, haciéndose pasar por ella, para retrasar así el inicio de la búsqueda.
Fue extraditado a Francia en julio de 2020, luego que la Corte Suprema de Chile comprobó que existían “antecedentes con fundamento serio, cierto y grave” para acusarlo.