En el documento encabezado por Alta Comisionada de los Derechos Humanos determinó que "no distinguieron entre manifestantes pacíficos y una minoría que presuntamente actuó de forma violenta".
Este martes, la Organización por las Naciones Unidas, entregó un informe sobre la actuar de la policía de Perú durante las manifestaciones de noviembre en el país.
El documento redactado por la Oficina de Derechos Humanos y encabezado por la Alta Comisionada, Michelle Bachelet concluyó que “la policía de Perú hizo un uso innecesario y excesivo de la fuerza durante las protestas masivas ocurridas entre el 9 y 15 de noviembre del 2020″.
La situación, recordemos, se dio durante la solicitud de vacancia del ex presidente Martín Vizcarra por faltas morales y luego destitución de su suplente, Manuel Merino. Posteriormente asumió el poder Francisco Sagasti, actual mandatario.
Lo anterior generó en la sociedad peruana un levantamiento contra la inestabilidad política del país, lo que conllevó que miles de peruanos se manifestaran.
El documento destaca el incumplimiento de las normas y estándares internacionales por los derechos humanos y además, que los policías “no distinguieron entre manifestantes pacíficos -que eran la mayoría- y una minoría que presuntamente actuó de forma violenta”.
Lee también: Asalto al Capitolio: Pelosi afirma que “la intención era matar o secuestrar a legisladores”
Ante esto, la ex presidenta y actual miembro de la ONU comentó que “el derecho internacional es claro: las personas tienen derecho a reunirse pacíficamente y las reuniones solo pueden ser dispersadas en casos excepcionales”.
En cuanto a los detalles que pudieron recabar, determinó que la policía “disparó perdigones con escopetas de calibre 12 y cartuchos de gas lacrimógeno directamente contra la cabeza y la parte superior del cuerpo de los manifestantes, de manera indiscriminada y a corta distancia. Dos manifestantes murieron por perdigones de escopeta disparados contra su torso y más de 200 personas, incluidos transeúntes, resultaron heridas”.
Bachelet señaló que, potencialmente, la fuerza letal solo podría usarse contra personas específicas para hacer frente a una amenaza inminente de muerte o lesiones graves.
Además, subrayó que todas las denuncias de violaciones de derechos humanos deben ser investigadas de manera rápida, independiente y exhaustiva. También destacó la importancia de que el gobierno reconociera públicamente que se cometieron violaciones.
“El reconocimiento es el primer paso hacia la rendición de cuentas y para evitar la repetición. El gobierno ha formado una comisión para dar seguimiento a las acciones en favor de determinadas víctimas. Sin embargo, es fundamental que el mando policial también reconozca que se cometieron violaciones de derechos humanos”, expresó la Jefa de Derechos Humanos de la ONU.