Francisco, en el último día de una cumbre histórica sobre el abuso sexual por parte del clero, realizó la declaración al final de la misa en la Sala Regia en el Palacio Apostólico.
El papa Francisco, en el último día de una cumbre histórica sobre el abuso sexual por parte del clero, llamó a los sacerdotes y otros católicos que abusan de niños “herramientas de Satanás”, pero no ofreció pasos concretos para abordar la grave crisis moral en la Iglesia católica por los numerosos casos de abuso.
“La brutalidad de este fenómeno mundial se vuelve aún más grave y escandalosa en la iglesia, ya que es totalmente incompatible con (su) autoridad moral y credibilidad ética”, dijo el papa en un discurso en la Ciudad del Vaticano el domingo.
“Las personas consagradas”, continuó, “escogidas por Dios para guiar a las almas a la salvación, se dejan dominar por su fragilidad o enfermedad humana y, por lo tanto, se convierten en herramientas de Satanás”.
El discurso del papa, pronunciado al final de la misa en la Sala Regia en el Palacio Apostólico, se produjo al final de una reunión sin precedentes de 190 líderes católicos, incluidos 114 obispos de todo el mundo, para abordar un escándalo de abusos sexuales cometido por varios clérigos en diferentes continentes.
En su discurso el domingo, Francisco enmarcó la crisis de abuso de la iglesia dentro del contexto más amplio de la sociedad, incluso diciendo que los paganos, en la historia, habían “sacrificado niños” en rituales.
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“Por lo tanto, estamos enfrentando un problema universal”, dijo el papa, “trágicamente presente en casi todas partes y afectando a todos. Sin embargo, debemos ser claros, que si bien afectamos gravemente a nuestras sociedades en su conjunto, este mal no es de ninguna manera menos monstruoso cuando tiene lugar dentro de la Iglesia”.
Docenas de sobrevivientes de abuso sexual perpetrado por el clero católico también han estado en Roma esta semana para protestar y ofrecer testimonios sobre sus experiencias.
La cumbre de cuatro días incluyó dos discursos del papa, charlas sobre las mejores prácticas y discusiones en grupos pequeños entre los obispos.
Francisco comenzó la cumbre sin precedentes el jueves diciendo que los católicos no buscan una simple condena, sino acciones concretas.
“Ante este flagelo de abuso sexual perpetrado por los hombres de la Iglesia en detrimento de los menores, pensé en convocarlos”, dijo, “para que todos juntos prestemos atención y escuchemos al Espíritu Santo… y al grito de los pequeños que piden justicia”.
“El pueblo santo de Dios nos está mirando y no espera de nosotros condenas simples”, continuó Francisco en su discurso de apertura, “sino medidas concretas y efectivas para implementar. Necesitamos ser concretos”.
Los obispos han discutido varias medidas, incluida una propuesta para responsabilizar a los obispos y levantar el secreto pontificio que a menudo mantiene a las víctimas de abusos en la oscuridad sobre cómo se procesan los juicios de la Iglesia. Pero parece que no votaron ni adoptaron de inmediato ninguna medida nueva.