Este miércoles organizaciones sociales reanudaron las protestas contra el gobierno de la presidenta Dina Boluarte exigiendo su renuncia, el cierre del parlamento, convocatoria a elecciones generales y a una asamblea constituyente. Por su parte, el primer ministro, Alberto Otárola, llamó a que "33 millones de peruanos queremos vivir en paz".
(EFE) – El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, afirmó este miércoles que los peruanos quieren “vivir en paz” e invocó a las personas que participen en protestas contra el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte que “respeten la vida e integridad” de sus compatriotas.
Al ofrecer un balance de las primeras horas del reinicio de las protestas, en las que murieron 28 personas en diciembre pasado, Otárola dijo que hay un “trabajo permanente” de la Policía y que se han despejado las vías que intentaron ser bloqueadas en la región surandina de Puno.
“Los 33 millones de peruanos queremos vivir en paz”, enfatizó antes de remarcar que se asegurará “la libertad de tránsito, de transitar libremente“, por todo el país.
“Volvemos a hacer un llamado a los que están protestando a respetar la vida e integridad de nuestros compatriotas”, agregó antes de reiterar que “la Policía está realizando un trabajo muy profesional y siempre con el mandato constitucional de respetar las vida e integridad” de los ciudadanos.
El primer ministro añadió que en su país “hay total tranquilidad” y que los aeropuertos “están funcionando normalmente”, mientras que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional “están vigilando los activos críticos nacionales”.
Control de las protestas
El ministro de Defensa, Jorge Chávez, dijo que en el “centro de monitoreo y control” de las protestas, que este miércoles visitó la presidenta Boluarte, se obtiene “la información en tiempo real” para “articular todos los esfuerzos del Estado para interacturar y tomar acciones para garantizar el legitimo derecho a la protesta y contra los actos de vandalismo”.
Agregó que las autoridades han identificado “los puntos de bloqueos” por manifestantes “y se han tomado las acciones”, y que las Fuerzas Armadas “garantizarán el funcionamiento normal de los servicios y la integridad de los servicios estratégicos”.
La Policía realiza, además, “un trabajo muy puntual” para identificar a eventuales infiltrados que provoquen actos de violencia durante las manifestaciones, señaló.
Por su parte, la ministra de Transportes y Comunicaciones, Paola Lazarte, dijo que en la red vial nacional “básicamente hay tres puntos con tránsito restringido” en Puno y otro en Cuzco.
La ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, añadió que su sector ha activado la red nacional de emergencias y urgencias, por lo que todos los establecimientos sanitarios “están al máximo en su capacidad operativa” en previsión de incidentes.
Las primeras horas de las protestas
Las primeras horas de la convocatoria al reinicio de la jornada de protestas convocada por organizaciones políticas y sociales se han desarrollado con normalidad y sin incidentes mayores, según reportes oficiales.
Medios locales informaron que en Puno manifestantes bloquearon un sector de la carretera en la ciudad de Juliaca, mientras que en el Cuzco se ordenó un control riguroso del acceso al aeropuerto, aunque las operaciones siguieron con normalidad.
En otras localidades como las también sureñas Andahuaylas y Ayacucho, que fueron el epicentro de las protestas de diciembre pasado, los comercios y el transporte también trabajaron con normalidad y sin que se reporten bloqueos.
Sin embargo, se informó que organizaciones sociales de Andahuaylas convocaron a una reunión para decidir cómo participarán en las protestas, mientras que en Ayacucho se convocó a una marcha para las 16.00 hora local (21.00 GMT).
Las actividades también comenzaron con normalidad en la región sureña de Tacna, fronteriza con Chile, mientras que en la norteña Trujillo se reportó un ambiente de normalidad.
En el caso de Arequipa, la segunda ciudad del país, EFE pudo constatar que un grupo de manifestantes se dirigió de forma pacífica al aeropuerto, que ya fue tomado por los protestantes en diciembre, para partir posteriormente hacia la localidad.
El reinicio de las protestas ha sido convocado por organizaciones sociales, regionales y políticas para exigir la renuncia de la presidenta Boluarte y el cierre del Congreso, así como la convocatoria a elecciones generales y a una asamblea constituyente.
Las protestas comenzaron en diciembre pasado, luego de que Boluarte asumiera la presidencia por sucesión constitucional, tras la destitución de Pedro Castillo por intentar cerrar el Legislativo, intervenir en la judicatura y gobernar por decreto.