Dentro de las 130 millones de niñas y adolescentes que han dejado de ir al colegio una parte importante corresponde a aquellas que no contaban con implementos de higiene básicos para enfrentar algo tan normal como la menstruación.
Luego que Nueva Zelandia siguiera los pasos de Escocia y anunciara la entrega gratuita de productos para la menstruación, se ha puesto en la palestra el problema que viven mujeres en todo el mundo, y que ha sido denominado “pobreza menstrual“.
Según la Unesco, unas 130 millones de niñas y adolescentes en el mundo dejaron de asistir a la escuela por diversas razones. Una que se repite en la mayoría de los casos es la falta de productos de higiene utilizados durante la menstruación.
En ese sentido, Nueva Zelandia anunció en febrero que comenzará a entregar productos para la menstruación de manera gratuita en colegios, luego de obtener buenos resultados en el programa piloto implementado en 15 escuelas de la región de Waikato.
La iniciativa surge de la administración de la primer ministra Jacinda Ardern, quien aseguró que “las jóvenes no deberían perder parte de su educación por algo normal para más de la mitad de la población”.
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“Sabemos que la pobreza menstrual es un problema para algunas mujeres en nuestras comunidades, adolescentes, jóvenes y mujeres, y deberíamos hacer algo por eso”, dijo por su parte el director general de Salud en Nueva Zelandia, Ashley Bloomfield.
Pero fue Escocia el país pionero en esta problemática. En noviembre de 2020 se convirtió en el primer país del mundo en entregar tampones y toallas higiénicas gratis en edificios públicos, como colegios y universidades, medida que también fue impulsada por una líder mujer como la ministra principal Nicola Sturgeon.
“La menstruación es normal. El acceso universal a tampones, toallas higiénicas y opciones reutilizables debería ser normal también”, dijo Monica Lennon, miembro del Parlamento, durante su intervención.
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A las iniciativas que surgen de estas naciones le sigue la presión en aquellas que no ven la pobreza menstrual como un problema. En India, la menstruación sigue siendo un tema tabú. Se estima que este país un 12% de sus 355 millones de mujeres no pueden pagar por productos sanitarios.
Y con el peso social que mira con ojos despectivos el estar cruzando por la menstruación, muchas de las jóvenes deciden dejar de lado la escuela. Archana Patkar, funcionaria de Naciones Unidas, afirma que “no tienen facilidades en las escuelas, así que no pueden cambiarse sus toallas o trapos fácilmente“.
El liderazgo femenino en Escocia y Nueva Zelandia ha sido clave en entender la gravedad de la pobreza menstrual, algo que se espera expandir hacia otras naciones y así emparejar la cancha.