El aniversario del líder opositor se conmemora con Nicolás Maduro aún en la presidencia y con pleno control de todas las instituciones del Estado, incluyendo el cuerpo militar.
“Juro asumir las competencias del Ejecutivo nacional”, proclamó el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en medio de una masiva movilización que renovó la esperanza de los opositores por un cambio de gobierno.
A partir de ese momento, Guaidó designó un gabinete, nombró embajadores, emitió decretos presidenciales y pidió a la Fuerza Armada reconocerlo como comandante en jefe. Atributos de un mandatario que, pese al impulso, no fueron suficientes, al menos durante el primer año.
El aniversario de la declaración se conmemora con Nicolás Maduro aún en el poder y en pleno control de todas las instituciones del Estado, incluyendo el cuerpo militar.
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¿Fracasó Guaidó?
A pesar del reclamo de una parte de sus seguidores por no haber logrado aún su promesa, el líder opositor persiste en la estrategia. Algunos analistas evitan dar por terminado su papel mientras se mantenga en el juego político.
“No basta decir: “Como no se logró el objetivo, fracasó”. No. La tarea es compleja. Los regímenes autoritarios en el siglo XXI son más sofisticados y complejos que en el siglo XX”, argumenta el politólogo venezolano John Magdaleno.
Magdaleno sostiene que la estrategia de Guaidó no convenció a los factores dentro de la estructura del chavismo que podrían haber facilitado una transición. “Amerita formularle algunas concesiones, garantías y hasta incentivos a factores de la coalición dominante porque de lo contrario es muy poco probable que se produzca la fractura”, asegura.
A la espera de un cambio
Parte de la población venezolana, golpeada por una severa crisis económica, no oculta su desesperanza. “Dejé de hacer un cheque en blanco para nadie. Ni para el gobierno, ni para la oposición”, comenta en las inmediaciones de una estación del metro de Caracas Jhonatan Reyes, un electricista que apuesta por un cambio de gobierno.
“Cero a Maduro y cero a Guaidó. Tenía esperanza con Guaidó, pero no ha hecho nada”, exclama otro transeúnte.
“Yo confiaría otro año en darle otra oportunidad”, responde desde la contraparte Dayccel Tarantino, una publicista que mantiene su apoyo a Juan Guaidó, aunque reconoce el desaliento que le produce “seguir en las mismas”.
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Guaidó: Sobredimensionamos las expectativas
2020 comenzó con nuevos obstáculos para la coalición opositora.
El chavismo, con el apoyo de varios diputados que dicen ser opositores, pero que ahora adversan a Guaidó, nombró una junta directiva paralela en la Asamblea Nacional el 5 de enero. También despojó a Guaidó del uso de la sede oficial del Parlamento, quien terminó siendo reelegido para el nuevo período legislativo en una sede alternativa.
“¿Cometimos errores en sobredimensionar las expectativas? Puede ser. Lo reconozco”, dijo el líder venezolano luego de que la mayoría de los 167 diputados que conforman el Parlamento aprobaran su reelección como presidente de la Asamblea Nacional.
Nicolás Maduro asume que la estrategia de sus contrarios llegó a su fin. “Un fracaso sin atenuantes para el imperio y sus lacayos”, sentenció el cuestionado presidente de Venezuela durante su discurso de rendición de cuentas de 2019.
Días antes del aniversario de su proclamación, Guaidó emprendió una gira por varios países europeos, pese a una prohibición de salida del país que emitió en su contra la justicia venezolana. Más de 50 gobiernos lo reconocen como el legítimo presidente interino de Venezuela.
El dirigente opositor, acosado por los reclamos de algunos opositores y las amenazas de acciones penales del oficialismo, se aferra al recurso que impulsó su carrera: el apoyo de la comunidad internacional, principalmente de las democracias occidentales.
Y no desiste, aunque en sus discursos recientes poco repita aquella frase que resultó esperanzadora para algunos venezolanos: “Vamos bien, Venezuela”.