Ahora, se espera que el gabinete de Michel Barnier permanezca de manera interina hasta que el presidente Emmanuel Macron nombre un nuevo liderazgo. Sin embargo, esta será una tarea delicada, ya que el mandatario está cada vez más vulnerable y obligado a apaciguar a los legisladores de ambos extremos de la política francesa.
(CNN) – El primer ministro francés, Michel Barnier, fue destituido en una moción de censura apenas tres meses después de asumir su mandato, luego de que legisladores de izquierda y derecha se unieran para hundir al país en una inestabilidad política más profunda.
Un total de 331 de los 577 legisladores votaron en contra de Barnier, aprovechando la oportunidad para derrocar al veterano centrista después de su intento de aprobar parte del presupuesto anual de su gobierno el lunes.
El suyo es el primer gobierno francés derrotado en una moción de censura desde 1962, y Barnier se encamina ahora a convertirse en el primer ministro con el mandato más corto en la historia de Francia.
Ahora se espera que su gabinete permanezca de manera interina hasta que el presidente Emmanuel Macron nombre un nuevo liderazgo. Sin embargo, esta será una tarea delicada, ya que el mandatario está cada vez más vulnerable y obligado a apaciguar a los legisladores de ambos extremos de la política francesa.
Macron había designado a Barnier para liderar un gobierno minoritario después de que una elección anticipada, convocada por él mismo durante el verano, dividiera al parlamento francés en tres facciones, cada una muy lejos de la mayoría.
El primer ministro francés es destituido en una moción de censura/EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON
La situación pareció insostenible casi de inmediato y se derrumbó ante el primer obstáculo importante este lunes, cuando Barnier se vio obligado a utilizar un arriesgado mecanismo constitucional que evitó una votación en la legislatura sobre su presupuesto para 2025.
Eso permitió que los parlamentarios rivales de izquierda, que durante mucho tiempo habían prometido derrocarlo, convocaran una moción de confianza en respuesta, y el partido de extrema derecha Agrupamiento Nacional apoyó la acción, que finalmente fue aprobada este miércoles.
Al defender su caso durante el debate del miércoles en la Asamblea Nacional, Barnier dijo a los legisladores que “no tenía miedo”, pero advirtió que destituirlo haría “todo más difícil”.
De todos modos, se vio obligado a observar cómo los miembros del Parlamento pedían su destitución.
Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, expresó durante el debate que la “obstinada adhesión de Barnier al dogma y a la doctrina le impidió hacer la más mínima concesión, lo que habría evitado este resultado”.
Le Pen ha sido la principal antagonista durante toda la era Macron, desafiándolo en dos elecciones presidenciales y ahora despachando al primer ministro que él mismo eligió para resolver una crisis latente.
“Depende de su conciencia decirle si puede sacrificar el bienestar público y el futuro de Francia por su ego”, advirtió la lideresa sobre Macron durante el debate, mientras buscaba rápidamente dirigir el escrutinio hacia el presidente.