Los docentes convocaron a una paralización para dar a conocer sus demandas, las cuales incluyen vacunación para el personal que trabaja en escuelas, equipos y conectividad gratuita. Horas más tarde, el mandatario informó sobre el retorno a las clases virtuales debido al aumento de casos COVID-19.
(EFE/CNN Chile) – El presidente de Argentina Alberto Fernández suspendió las clases presenciales en Área Metropolitana de Buenos Aires y anunció toque de queda de 20:00 hasta las 06:00 horas.
“Para que podamos seguir adelante con esa vacunación necesitamos inexorablemente restringir los encuentros sociales. He decidido tomar una serie de medidas que estimo imperiosas en este momento para seguir garantizando aquello que queremos garantizar. Y son dos cosas: no detener el proceso vacunatorio y que el sistema sanitario no se sature”, manifestó el mandatario.
Este miércoles, antes del anuncio del presidente Fernández, profesores de las escuelas de Buenos Aires, Argentina, realizaron un paro de actividades y encabezaron movilizaciones para reclamar el fin de la presencialidad en las aulas debido al aumento de los contagios de coronavirus en las últimas semanas.
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“Nosotros estamos exigiendo la suspensión de la presencialidad en la escuelas dado el gravísimo incremento de contagios. Estamos pidiendo vacunación para toda la población, pero específicamente para el personal docente y no docente que trabaja en las escuelas”, señaló a Efe María Isabel Grau, secretaria de prensa de la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys), organización que convocó la protesta y que congrega a unos 3 mil trabajadores de la educación.
El reclamo incluye también “equipos y conectividad gratuita para las familias de la comunidad educativa y que haya un ingreso de emergencia para las familias trabajadoras que lo necesitan, dado que la suspensión de la presencialidad seguramente implicará dificultades en términos de trabajo para muchas familias”, agregó Grau.
Además del cese de actividades, convocaron una movilización en caravana educativa de autos desde el Congreso nacional hasta la sede del Ministerio de Educación.
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La protesta estuvo apoyada por el sindicato de Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), que cuenta con cerca de 15 mil afiliados y que también exige el fin de las clases presenciales en zonas de alta transmisión viral.
El ministro de Educación Nicolás Trotta descartó un cierre total de las escuelas, si bien dejó abierta la puerta a posibles restricciones en las zonas más afectadas.
“Si tiene que haber una disminución de presencialidad por la segunda ola, no debería implicar la suspensión absoluta, puede restringirse en zonas que presenten mayor complejidad como aporte a la baja en la circulación, siempre considerando la menor unidad geográfica posible”, publicó en su perfil de Twitter.
Trotta agregó que “en este escenario de complejidad, las restricciones deben estar vinculadas a los ámbitos sociales no protocolarizados que se desarrollan fuera de la escuela”.
Las clases presenciales en Buenos Aires, al igual que en el resto de país, se suspendieron con el inicio de la pandemia el 16 de marzo de 2020, 4 días antes del comienzo de la cuarentena y tras casi todo un curso de educación a distancia la presencialidad se retomó con el inicio del actual período lectivo el 17 de febrero.