Violentas protestas se desarrollaron en diversos suburbios de París, en Francia, a propósito de la muerte de un joven de 17 años presuntamente por disparos de la policía durante un control de tránsito. La jornada terminó con una treintena de detenidos y decenas de coches incendiados.
Este miércoles, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, solidarizó con la familia del menor fallecido e hizo un llamado a la calma. “Hace falta afección y respeto por Naël y su familia, calma para que haya Justicia y también calma en todas partes porque no necesitamos que la situación se incendie”, dijo.