La hasta ahora secretaria de Asuntos Exteriores ganó la carrera para suceder a Boris Johnson como líder de la nación europea.
(CNN) — La persona que reemplazará a Boris Johnson como líder del gobernante Partido Conservador de Gran Bretaña y primera ministra del Reino Unido es una camaleónica política que ha pasado de ser una abolicionista radical a abanderada de la derecha conservadora euroescéptica.
Liz Truss, quien fue elegida para el Parlamento recién en 2010, se ha establecido —en un período de tiempo relativamente corto— como una fuerza política que persigue su agenda con un vigor implacable y un entusiasmo inequívoco.
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La hasta ahora secretaria de Asuntos Exteriores ganó la carrera para suceder a Boris Johnson como líder del Reino Unido, según informó el Partido Conservador este lunes.
Sin embargo, sus críticos preguntan: ¿Qué representa exactamente?
Truss nació en 1975 en el seno de una familia que ella misma ha descrito como “a la izquierda del laborismo“, la principal oposición socialista. Creció en partes del Reino Unido que tradicionalmente no votaban por los conservadores, moviéndose entre Escocia y el norte de Inglaterra.
A diferencia de sus colegas del gabinete educados en forma privada, Truss fue a una escuela pública en Leeds y luego ganó un lugar en la Universidad de Oxford. Allí fue miembro activo de los Demócratas Liberales, un partido de oposición centrista que durante mucho tiempo ha sido un oponente efectivo de los Conservadores.
Durante su tiempo como liberal demócrata, Truss apoyó la legalización del cannabis y la abolición de la familia real, posiciones que están en total desacuerdo con lo que la mayoría consideraría el conservadurismo dominante en 2022.
Truss dice que se unió a los conservadores en 1996, solo dos años después de que pronunció un discurso en una conferencia liberal demócrata pidiendo el fin de la monarquía.
Incluso entonces, sus compañeros demócratas liberales cuestionaron su sinceridad y detectaron rasgos que todavía ven en ella hoy.
Truss ha seguido captando la atención de su audiencia. Desde que se unió a los conservadores y es miembro del Parlamento, ha apoyado fervientemente casi todas las ideologías imaginables. Sirvió lealmente a tres primeros ministros en varios puestos de gabinete diferentes.
En particular, apoyó permanecer en la Unión Europea en 2016. En ese momento, tuiteó que respaldaba a quienes querían permanecer en el bloque porque “es del interés económico de Gran Bretaña y significa que podemos centrarnos en una reforma económica y social vital en casa.”
Truss ahora respalda el Brexit y dice que sus temores antes del referéndum de que podría causar una “alteración” estaban equivocados. Incluso amenaza con eliminar toda la legislación restante de la UE en el Reino Unido y anular el acuerdo de Brexit que Johnson negoció con Bruselas de una manera que la UE cree que es ilegal.
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Cuanto más se acercaba al poder, más británicos se preguntaban cómo sería Truss en el cargo de primera ministra. Ha hecho campaña para liderar las agendas más conservadoras. Se comprometió a reducir los impuestos desde el primer día, romper las regulaciones de la UE y alentar el crecimiento del sector privado con un impuesto de sociedades bajo. Ha dicho que no impondrá un impuesto sobre las ganancias inesperadas a las empresas de energía a pesar de que registraron enormes ganancias durante la crisis energética y del costo de vida.
Tras su triunfo, es probable que Truss tenga dificultades para unir a su partido, que ha estado en el poder durante 12 años y ha estado amargamente dividido por el Brexit durante seis de ellos.
También tendrá que liderar al país a través de su peor crisis de costo de vida en décadas. La inflación está en un máximo de 40 años, las facturas de energía aumentarán en cientos, posiblemente miles de libras al año, y se pronostica que el Reino Unido entrará en recesión antes de fin de año. Este invierno, muchas familias tendrán que hacer una difícil elección entre comer o calentarse y para un partido que ha estado en el poder durante más de una década, es difícil desviar la culpa hacia los demás.