Especialistas están preocupados por el aumento de contagios en una cincuentena de países.
La 22 Conferencia Mundial sobre el Sida se realizará en Ámsterdam, desde este lunes hasta el próximo viernes, en donde más de 18.000 científicos, activistas, pacientes y políticos (entre ellos celebridades como el príncipe Enrique, la actriz Charlize Theron o el cantante Elton John), se reunirán para debatir y conversar sobre las políticas y medidas para poner freno a esta epidemia mundial.
El Sida ha provocado la muerte de más de 35 millones de personas, en la actualidad 36,9 millones de personas viven con VIH esperando que no se agrave ni se convierta en Sida y, de estos afectados, casi tres de cada cinco sigue tratamientos antirretrovirales para evitarlo.
Según consignó el medio Swissinfo, por primera vez desde que comenzó el siglo, el total de muertes anuales bajó (en 2016 y más aún en 2017), pero de forma paradójica, estos avances conllevan a la relajación en los cuidados, lo que unido al bajo financiamiento internacional para prevención, hace temer un rebrote de la epidemia.
Esta Conferencia Mundial sobre el Sida tiene como principal preocupación que se retorne al “horror” que se vivió en 1992 cuando se produjo una oleada de infecciones y de muertes.
Aunque es cierto que las muertes disminuyeron por el tratamiento, el número de contagios ha aumentado en algunos países, como es el caso de Chile, donde los contagios de VIH Sida entre el año 2010 y 2017 aumentaron en un 96%, según datos de la Universidad de Chile.
Además del aumento de contagios, una de las principales preocupaciones es la cuestión de la financiación y según señaló Mark Dybul, exdirigente del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, “si no tenemos más dinero para hacer frente a este tema vamos a tener serios problemas”.
No sólo en Chile la situación es preocupante ya que en una cincuentena de naciones las infecciones están al alza por falta de prevención o debido a las represivas legislaciones contra poblaciones de riesgo.
Incluso desde la Coalition PLUS aseguran que la guerra contra la droga es la mejor aliada de las epidemias de VIH y hepatitis virales lo que ha conducido a una catástrofe sanitaria.
Esta misma asociación junto a varias otras presionan a los responsables políticos internacionales para que no repriman más la toxicomanía y privilegien los programas de reducción de riesgos (sobre contagios de VIH) entregando por ejemplo jeringas estériles o salas de consumo.